“Hay sentimientos en la vida que se relacionan con lo más profundo, puro y real que puede sentir una persona. Sentimientos que nos recuerdan quienes somos, a donde pertenecemos.”
La vida tiene momentos en los que basta con mirar, solo una vez, para comprender al sentimiento que nos rodea. Sentimiento que es nuestro. Pero que también es del resto. Mirar – una vez – para comprender aquel amor que nos abunda por dentro.
- Casi siempre uno busca, como si eso se tratase de un deseo de ser, verse reflejado en aquel que es más grande. Como una costumbre de querer. Pero la realidad es que siempre terminamos viéndonos reflejados en ustedes, Juani, en los más chicos. Y no se puede cambiar.
- ¿Y eso por qué?
- Porque aquel reflejo nos recuerda lo que (hoy) somos. Y a donde pertenecemos.
Manuel considera que el fútbol como juego en sí, y todo aquello que lo rodea, tiene mucho que ver con la vida de uno, con sus cosas más esenciales. Tal vez, eso sea por como siente él, el fútbol. Y a su vez, considera que la vida, en ciertas circunstancias, suele ponernos delante de situaciones que nos llevan a comprender la emoción de aquel sentimiento que nos rodea, que florece, - de una manera inmediata, casi inesperada -, cuando uno se ve reflejado en los más chicos.
- El fútbol de barrio, el club, mantienen viva nuestra esencia. Todo el tiempo. En un grito de gol, en un abrazo con el de al lado, con el que está adentro, o multitudinario, en un grito de victoria o hasta en una lagrima de derrota, en cada muestra de amor, de pasión. La esencia vive en cada sentimiento que (nos) florece.
(En cada silencio (de Manuel) se podía ver, y sentir, la emoción que le producía aquella foto cada vez que la miraba)
- Es por eso, Juani, que cuando el tiempo pasa, y uno se vuelve un poco más grande, teme que aquel sentimiento se pierda, o no sea tan profundo como lo era – para nosotros – tiempo atrás. Y ahí ya la sensibilidad toma partido, porque en esas ciertas circunstancias, cuando la vida nos pone delante de este tipo de situaciones, de estos espejos invisibles que nos encuentran con uno mismo, la emoción nos aborda en un viaje hacia el recuerdo, y no nos queda más que sonreír…
Juani miro a Manuel, solo una vez, y comprendió, por fin, al sentimiento que, desde aquel domingo por la noche, rodea a Chañarense.
- …Cuando los sentimientos están a la vista, las palabras sobran.
Virginia Magi
Comments