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Foto del escritorVirginia Magi

¡Maldita crítica irrespetuosa!


- ¿Sabes que no me banco, Carlos? La crítica irrespetuosa.


- ¿Critica irrespetuosa?


El “negro” es un personaje hermoso. Vive en el barrio, a una cuadra de la cancha del equipo del cual lo había hecho hincha su padre. Futbolero de ley y buena gente.


- ¡Negro!


- Discúlpame, Carlos, pasa que pienso en eso y se me hierve la sangre. ¿Quiénes se creen que son ellos para hablar de la vida del otro sin ni siquiera informarse o conocer un poquito? Además, afirman cosas como si fueran dueños de la verdad...


- Para, "negro", tranquilízate un poco porque no te entiendo. ¿Qué paso?


El “negro” era una gloria del barrio y de la zona. Tipo elegante con destellos de crack que aún conserva con el paso del tiempo. Jugaba de enganche con la 10 en la espalda. Aquellos que lo vieron jugar te afirman convencidos que era bueno de verdad.


- Se perdió el respeto, Carlos. ¡Hasta en la crítica se perdió el respeto! Ni hablemos en la sociedad.


- Tenes razón, “negro”. Cuando nosotros jugábamos la crítica era diferente. Futbolística.


- ¡Claro! Antes, la crítica tenía que ver con lo futbolístico. Si jugabas bien o mal, o si te habías equivocado en un pase o en la mala suerte que habías tenido por el gol en contra que convertiste en tal partido…Pero ahora, es diferente. Y encima, eso de las redes sociales no ayuda en nada.


“¿Redes sociales? ¿Qué es eso?”, solía decir el “negro” cuando alguno le hablaba sobre ese tema.


El “negro” no tenía redes sociales. Las detestaba. Pero sus nietos tenían todas las redes posibles y eso le bastaba para enterarse de cosas que le hacían hervir la sangre, a tal punto, que les pedía a ellos que por favor, no se detenga a leer esa mierda.


A veces, el “negro”, se contradecía. Pero en parte tenía razón. El “negro” detestaba las redes, sí, porque todos en ellas se creían dueño de la verdad y hablaban, criticaban y se metían en la vida de la otra persona como si contarían con un permiso para hacerlo. Y lo que más le molestaba, era la forma y la falta de respeto. Pero también es verdad, que había una parte de las redes, que le gustaba. Él pensaba que ese tipo de cosas se usaban para informar, y si se usaba bien, era de buena utilidad…


- Me molesta la falta de respeto, Carlos.


- Te entiendo, “negro”, te entiendo.


El “negro”, al igual que todos, sabía que en el transcurso del camino nada iba a ser fácil, que la crítica era parte del juego. Y sostenía que aquel que decidiese entrar a este mundo loco y hermoso, era porque aceptaba términos y condiciones.


- En el fútbol, Carlos, la crítica es parte del juego. Y el jugador aprende a convivir con la crítica, a lidiar con todo eso. ¡Ni hablemos de los pibes que están lejos de su familia!


- Hablan sin conocer el sacrificio o por las cosas que uno tuvo que pasar para llegar, “negro”. A mí también me molesta.


- Muchos se piensan que jugar al fútbol y llegar a primera es fácil, ¡pero por favor!, el que piensa eso es porque nunca jugó o porque ni siquiera tiene a un amigo, primo, hermano o familiar que haya transitado ese camino…


El “negro” no se molestaba por cosas que no tenían sentido. Y al ser jugador y haber pasado por esos momentos, podía entender los sinsabores que el propio futbolista y su familia sentían.


- No hay mejor crítico que uno mismo, Carlos. Y vos lo sabes muy bien. El jugador es el primero en darse cuenta si tuvo o no un buen partido.


Carlos, central aguerrido de la época del “negro”, coincidía en cada palabra.


- El que no paso por esto “negro”, no tiene idea.


El “negro” siempre les cuenta a sus nietos que en el fútbol hay críticas y críticas. Formas y formas de decir las cosas. Y ellos, el día en que llegasen – si es que ese día llegaba – tenían que escuchar o leer solo las críticas que tenían que ver con lo futbolístico. Darle importancia a eso. Y volver de esa crítica una opinión. El resto, era mierda, que solo le importaba a los mierdas, - sin ánimo de ofender -.


- Carlos, nosotros sabemos que un jugador no le agrada a todo el mundo.


- ¡Ni Messi se salva de eso, “negro”!


- Por eso mismo. Pero esto de creerse superior, ridiculizar a la persona, amenazar, o detenerse en cualquier cosa que poco tiene que ver con el fútbol se tiene que terminar.


- Yo pienso como vos, “negro”. Es difícil, porque todo es una bola que día a día crece más y más.


- El tiempo es valioso, Carlos. Y a veces, suelo preguntarme, si aquellos que destinan su tiempo a denigrar, destrozar o desearle lo peor a un jugador o técnico, no tienen otra cosa más importante que hacer…


En ese momento, Carlos, se acordó de un consejo que le había dado el “negro” cuando compartían equipo allá por el año ’86.


- Una vez me dijiste que a todo hay que buscarle el lado positivo. Quizás, aquel que juega, es lo suficientemente importante para que alguno desde el sillón de casa pierda su tiempo en él.


El “negro” paso de estar molesto a estar decepcionado. No lograba entender como el respeto ya no importaba en la sociedad.


- Es difícil, Carlos, es difícil, pero ojala que la crítica vuelva a ser futbolera y el respeto protagonista de la misma.



Virginia Magi

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