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Foto del escritorVirginia Magi

La sensibilidad del fútbol y el regreso del 7.


Matias Lunari. (Foto: Centenario Web)

- Que cosa esto de las lesiones, Giménez.


- Son bravas, Braulio. Algunas son bravas.


Giménez y Braulio volvieron a conversar con mate de por medio. Había varios temas para charlar en esta mañana gris. Si bien, el equipo de ambos, no había jugado por fecha libre, en el resto de la jornada habían pasado cosas interesantes como para tener una mañana cargada de mate y fútbol. Como la vuelta del 7 a las canchas, por ejemplo, algo que a ambos les alegraba mucho.


Además, se había jugado la definición por el Ascenso y la Copa de la Superliga. ¡Mira si no iba a ver temas para conversar!


- Braulio, siéntese que vamos a tomar unos mates, estoy calentando un poco más de agua.


Giménez era un personaje rico, de esos que da placer escucharlo. Y Braulio acepto sin ninguna duda. Sabía, con esa invitación después de aquella expresión al saludarlo, que tenía ganas de hablar. Y eso, no era algo que pasaba seguido.


- Parece que tiene ganas de hablar, Giménez. ¿La lesión del 7 le recordó a alguien?


- Ya te lo dije, vos tendrías que haber sido periodista. Curioso y preguntón saliste, che.


Braulio no estaba equivocado. A Giménez, la lesión del 7 en aquel clásico, le había recordado aquella vez en la que un compañero, se rompió los cruzados jugando para el equipo del pueblo contra su rival de toda la vida.


- El fútbol, Braulio, suele ser jodido. Y a veces, muy jodido. Pero suele suceder que el fútbol – de vez en cuando – decide mostrar su lado más sensible.


- ¿Su lado más sensible? ¿El fútbol tiene lado sensible, Giménez?


Giménez lo miro dándole a entender de que sí. Que por más de que el fútbol sea jodido, tiene un lado sensible a la hora de tomar decisiones sobre otro. Eso sí, no siempre.


- Mira, Braulio. El fútbol esta hecho de momentos, como lo está hecha la vida misma.


- ¿Momentos? Interrumpe…


- Si, momentos.


Giménez lo que decía, lo decía por experiencia propia. En su larga carrera como futbolista había pasado, junto a compañeros, por cada uno de esos momentos. Y conocía de qué se trataba.


- El fútbol tiene momentos buenos y malos. A veces, momentos de incertidumbre donde no sabemos que es lo que va a pasar. Y dentro de esa incertidumbre, de esa espera, suele haber momentos en donde te preguntas sin poder explicar porque paso lo que paso…


- ¿Vos crees, que esto que le paso al 7, tiene que ver con eso?


- Claro, Braulio. El fútbol, no quiso ser tan jodido con el 7. Y cuando vio que de la cabeza estaba bien, con ganas de seguir, mostro su lado sensible.


- Para, Giménez, ¿vos me estas queriendo decir que el fútbol lo puso a pruebas?


- Exacto.


Braulio lo miraba un poco confundido. No entendía a que se refería Giménez con eso de que el fútbol nos ponía a pruebas todos los días.


- El jugador convive con la lesión y está expuesto a todo eso. Lo de poner a pruebas es una forma de explicar el lado sensible del fútbol…


Giménez hablaba y Braulio no salía de su confusión. Tenía mil preguntas y no lograba formular ninguna en ese momento. Giménez, se reía. Lo había dejado en jaque. Y eso, lo hacía disfrutar un poco.


Este compañero, al cual Giménez recordó, paso por lo mismo que el 7. En principio parecía rotura... Debía trabajarlo y exigirlo; o resistía o se rompía por completo. Era blanco o negro. No había grises.


En el fútbol, la cabeza, es fundamental. Y en este tipo de lesiones, si no estás fuerte de la cabeza, es difícil.


El compañero de Giménez en vez de mentalizarse que el ligamento no se iba a romper, comenzó a sacar cuentas y a lamentarse del tiempo que iba a estar sin poder jugar. Y el fútbol, en aquel entonces, no quiso ser jodido, pero ya le había dado bastante oportunidad como para tratar de revertir esa mentalidad. No quiso serlo pero lo termino siendo.


- El 7, Braulio, estaba mentalizado que esto iba a pasar, que iba a salir adelante. No se resignó nunca. No es que se puso a contar cuantos meses iba a estar sin jugar, se puso firme y le metió con mas ganas… ¿entendes a lo que me refiero ahora? No quiso especular, quería una respuesta inmediata para ver cómo seguir.


Braulio sonrió. Había entendido.


Giménez no es el dueño de la verdad, y quizás eso de que el fútbol te pone a pruebas no sea así, pero en algo tiene razón; si en el fútbol vos no estas fuerte de la cabeza, se hace difícil superar y derribar este tipo de obstáculos.


Las lesiones son jodidas. El destino y el fútbol no se quedan atrás. Cuando algo se rompe, se rompe, y no queda otra que trabajar para volver de la mejor manera. Y cuando pasan este tipo de lesiones, donde parece que sí, pero existe esa mínima chance de que al final sea que no, uno mismo debe mentalizarse e intentar buscar que el fútbol muestre su lado más sensible.


- Cuanta claridad, Giménez.


- Y demás está decir, Braulio, que en esa búsqueda uno no está solo. Mucho influye la familia, los amigos, los compañeros y el hincha.




Virginia Magi

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