El fútbol te hace creer. Las esperanzas no se pierden. La ilusión tampoco. Y aun así derrotados, seguimos creyendo que se puede revertir. Entendemos la realidad, y aunque queramos luchar por cambiarla, la aceptamos. No nos gusta. O no es lo que nosotros esperábamos, pero la aceptamos. Al fin y al cabo, es lo que nos tocó. Y cuando toque salir a la cancha nuevamente, nos entregaremos al máximo; ellos en el campo, nosotros en los tablones. Porque en definitiva, son ellos, los que nos hacen creer.
Cada fin de semana los nietos de Atilio y de Alfredo se juntaban a ver fútbol. Esta vez, el partido apuntado fue Godoy Cruz – Temperley. No era un partido más. Jugaba el “Gasolero”, el equipo del “Gaspi”. Y aunque las posibilidades de mantenerse en Primera División eran mínimas, ellos no perdían la esperanza. Así como tampoco, la perdían los jugadores. El encuentro comenzó; con el empate, descendían. El “Tomba”, quien le pisaba los talones a Boca en la tabla de posiciones, no tenía la intención de perdonar. Todo lo contrario. Pasado los 25’, gol de Godoy Cruz. Todo se desmoronaba. La esperanza y la ilusión seguían estando latentes, aunque entendían que era difícil revertir la situación. “No te la puedo creer”, grita el nieto de Atilio, agarrándose la cabeza. “Falta mucho todavía, dale”, comenta el nieto de Alfredo. Tenía razón, faltaba mucho, pero no le iba a ser fácil sostener lo anímico y cambiar el resultado. En el entretiempo, preparan el mate – infaltable el amargo en los días de partidos – y se vuelven a sentar con la esperanza de que Temperley empate y con la ilusión de verlo, al menos un rato, jugar a “Gaspi”. Los minutos corrían y el marcador se había puesto 3 – 0 a favor del local. “Ya está”, dijeron ambos al mismo tiempo. Y estaban en lo cierto. La ilusión se fue apagando y la esperanza de permanecer se alejaba cada vez más.
“Soñó tantas veces con llegar, que llegó y el fútbol le dio un golpe bárbaro; irse al descenso”, comenta el nieto del abuelo Atilio mientras señala el televisor. “si, el fútbol es jodido, pero de esta también se va a levantar”, agrega el nieto del tío Alfredo.
El fútbol es muy jodido a veces. No te prepara para afrontar un golpe como este. Ya sea como jugador o hincha. A pesar de estar consciente que eso puede llegar a pasar, no estamos preparados. Pensamos que lo estamos, pero no. Es por eso, que duele tanto cuando llega ese momento.
Finalmente, el nieto de Atilio coincide con el nieto de Alfredo. “Gaspi” de este golpe también se va a levantar.
Virginia Magi
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