top of page
Buscar
Foto del escritorVirginia Magi

El deseo del 10.


El regreso de Matias Maroni. Ilustrado por Gabriel Griffa.

El mundo gira y en un sueño se detiene el tiempo y la razón.


Día de semana. Afuera llueve. Preparo el mate y me pongo a pensar en los sueños postergados. En sueños pendientes. Pienso en el 10 y en su última aventura. ¿Será que este año podrá cumplir ese sueño? ¿Será que volverá a su última aventura para seguir creciendo en otra rama del fútbol? ¿Qué será del 10 este año?


Las preguntas me carcomen la cabeza. No tengo respuestas. Deseo que el 10 pueda cumplir pronto ese sueño que le quedó pendiente. Perdón, postergado.


¡Qué cosa eso de tener que postergar los sueños! ¡Qué cosa molesta a veces el destino!


El fútbol – como la vida –, muchas veces, nos obliga a tomar diferentes caminos. No todos tienen la suerte de transitar un camino recto, sin desvíos. Y el cambiar tiene que ver con una cosa del propio destino del fútbol. A veces, deseamos detenernos en un lugar pero nos vemos obligados a seguir. Y desviarse del camino no significa que nos desprendamos del amor que sentimos por el club y sus colores. No importa si el destino del fútbol nos lleva a estar meses o años fuera de nuestro lugar. El amor y la pasión jamás van a desaparecer.


El 10 se fue más de una vez pero su amor no cambio. La pasión sigue intacta.


El club del barrio nunca se fue de su cabeza, mucho menos de su corazón. Su pueblo es su lugar de tranquilidad. La familia y los amigos, la motivación para seguir. El 10 siempre regresa, porque sabe más que nadie, que es ahí a donde pertenece.


Me vuelvo a preguntar mientras pongo a calentar un poco más de agua para el mate, ¿Qué será del 10 este año? ¿Qué planes tendrá el fútbol para él?


El destino parece estar empecinado con que el 10 no cumpla su sueño; ese de salir campeón con el club de sus amores. ¡Y ese no es cualquier sueño, eh! Porque uno puede tener miles de aventuras y conocer la gloria en otros lados, pero como la de salir campeón con tu equipo, junto a los amigos y la familia, no. Eso es algo que no tiene precio. Que no se negocia. Y lo único que le falta al 10 para estar completo en este amplio mundo del fútbol, es justamente eso; salir campeón con el club de sus amores.


El fútbol y la vida muchas veces se muestran cómplices del propio destino. Así como a veces el fútbol nos obliga a tomar un camino diferente, la vida – de un sopetón – nos vuelve a poner en el camino que nos lleva de regreso.


El fútbol y la vida no siempre dan a conocer las razones de porque hacen lo que hacen. Simplemente, actúan. Y lo hacen sin motivo previo. Sin avisar, así como ese familiar que toca la puerta una tarde de semana y te dice, “hola, perdón que no te avise que venía…”


A veces no encontramos – o no entendemos – el “por qué” de esas razones. Quizás, ese “por qué” venga con el tiempo. ¿Quién lo sabe?


Los días pasaban y el futuro del 10 era incierto. Él estaba seguro que el fútbol y el destino ya tenían sus planes, pero no sabía de qué se trataba. ¿Será que el 10 iba a volver a su última aventura? ¿O será que, finalmente, iba a tener la gran chance de cumplir ese sueño postergado?


Las preguntas seguían sin tener respuestas. Creíamos, que el fútbol, era el único que tenía la certeza. Pero no, nos equivocamos. Finalmente fue la vida quien intervino y puso sobre la mesa una nueva oportunidad.


Ojala, esta vez, el sueño del 10 se pueda cumplir.




Virginia Magi

130 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

留言


bottom of page