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Foto del escritorVirginia Magi

EL CODE

Actualizado: 8 abr 2019


Edgardo "Code" Magi

Viajo en el tiempo para recordar un momento especial en la historia del club que amo. Federación y aquel partido que le termino dando su primera estrella. Que linda historia esa, me gusta tanto que le digo a mi viejo que me la cuente cada vez que pienso en aquel día. Yo no había nacido, imagínense que eso ocurrió en 1987 y yo nací en 1992, pero el relato de mi viejo es tan real que me lo imagino.


Antes de seguir, voy a poner en contexto esta historia. Ocurrió una noche de noviembre, en 1987. Federación y Arteaga eran los grandes protagonistas de aquella noche cálida. El partido se disputo en la localidad de Los Quirquinchos – un pueblo de unos casi 3000 habitantes ubicado en la provincia de Santa Fe – en cancha del “ranero” o la “rana”, es así como le dicen al Club Atlético Federación; mi viejo estaba esa noche, recuerda que la cancha estaba llena, y que en los ojos de cada una de las personas se podía ver la ilusión y el deseo de conseguir eso tan ansiado: el campeonato.


El encuentro tuvo como resultado final 2 a 1 a favor del local. La rana había conseguido golpear primero tras un tiro libre de Hernández; luego la visita lograba a través de D’Octavio llegar al empate; pero sin embargo iba a llegar el “Code” por abajo para convertir y asegurarle el campeonato al ranero.


El “Code” se llama Edgardo y es un muchacho del pueblo. En aquel entonces tenía unos 27 años. Jugaba en zona defensiva, de 6. Era alto, flaco y de pelo morocho, - la actualidad lo encuentra con 57 años, algunos kilos de más y un poco canoso -. En su tiempo como jugador, se destacaba. No por ser lírico ni mucho menos. En aquellos tiempos el encargado de regalar algún que otro lujo era su hermano, Jorge, quien también jugaba de defensor. Si bien ambos integraban la defensa ranera no tenían las mismas características. El Code era un poquito rustico, aguerrido y el otro un poquito más técnico. Aunque también se destacaban por su entrega y pasión. O eso es al menos lo que la gente comenta cuando se habla sobre los hermanos MAGI y sus épocas con la camiseta “azul y blanca”.


Detrás de aquel recuerdo, relato, resultado, detrás de aquella noche memorable para toda la gente ranera, había algo especial. El Code era especial, por lo menos para mí. Imagino que convertir el gol que le dé el campeonato al club que uno ama es lo que debe soñar cualquier persona que juegue o que haya jugado al fútbol. Tal vez me equivoque en pensar eso, y si alguno piensa diferente lo respeto. Pero no me quiero ir de tema y pasar por alto lo especial que era el Code. Se acuerdan que anteriormente conté que él era defensor y jugaba en posición de 6. Por lo general el defensor pisa el área rival cuando hay un córner, un tiro libre a favor o puede que también vaya si de la última jugada del partido se trata; Y casi siempre busca llegar al gol por arriba, rara vez lo busca por abajo. Ojo, con esto no quiero decir que todo aquel que juegue de defensor no hará goles de jugada, tiro libres, penales, etc. - ¡Que no se me mal interprete, por favor! – inclusive cuantos defensores de élite hay que convierten goles de cualquiera de las opciones que mencione en líneas anteriores; en fin. “Tantas veces fui a buscar por arriba, que el gol del campeonato lo termine haciendo por abajo…” declaro Edgardo Magi en “Semanario Pasión” un diario deportivo de la zona. Y si, rara vez un defensor convierte un gol por abajo, sobre todo si ese gol tiene el valor de un campeonato. Acá, una excepción. Ahora… ¿coinciden conmigo con que él era especial?


Antes de seguir decido hacer una pausa, voy a la cocina y preparo el mate – algo que nunca falta en mi casa -, se acerca mi vieja, Patricia, y se suma a la charla. ¿Qué hacen?, pregunta. Le cuento que papa me está contando la noche en la cual Federación salió campeón. ¿Cuál? ¿La del ’87 o la del ’89? la del ’87 ma, la vez que el Code metió el gol que aseguro el campeonato. Asienta con la cabeza y de alguna manera avala todo lo que mi viejo me contó hasta el momento.


Mi vieja en el ’87 tenía unos 25 años. En aquellos tiempos pertenecía a la “comisión damas” - un grupo que se encargaba de recaudar fondos a través de rifas, eventos, cenas entre otras cosas para que el club pudiera abastecerse -. Ella como las otras personas que integraban esa comisión de alguna manera ya forman parte de la historia ranera.


La gente no paraba de cantar, recuerda mi viejo. El tema decía algo así como: “Si si señores de corazón, porque este año desde la rana, desde la rana sale el nuevo campeón…” Mi vieja decide también agregar algunos recuerdos que se le vienen a la mente de aquella noche. Entre momento y momento pregunto por el Code y aquel gol que termino quedando en la historia del club - Federación ataca por la banda derecha, Arteaga termina cometiendo falta a favor del equipo local. Se prepara Jorge Magi para ejecutar esa pelota parada. Toma carrera, no mucha, y patea….la pelota pasa toda la barrera, y por atrás aparece Edgardo Magi, su hermano, para anticipar al arquero y empujar el balón al segundo palo para el 2 – 1, que terminaría siendo el resultado final. La gente estallo, el “Code” se levanto rápido del suelo y salió corriendo hacia el banco de suplentes para abrasarse con el resto de sus compañeros, apretando fuerte los puños y gritando con el alma: GOL.-. Tal vez a ustedes le parezca raro, pero cada vez que me cuentan esa jugada se me hace imposible no imaginarme esa ocasión: la falta, la corta carrera de Jorge, la aparición del Code por detrás, el gol y la gente estallando de felicidad… Absolutamente todo.


Puedo seguir agregando aun más cosas a este relato, pero prefiero parar acá. No me quiero extender tanto con otros momentos – importantes, como lo es cada uno de los que se fue dando durante el partido de aquella noche cálida del mes de noviembre – y dejar de lado el verdadero motivo por el cual me atreví a escribir estas líneas. De todos modos, en cada pausa que me he tomado, trataba de buscar un cierre. Algo que explique “porque” el Code era especial. Perdón, es especial. Y en esa búsqueda entendí que la mejor forma de decirles a ustedes, lectores, lo especial que es aquel muchacho de pueblo que a sus 27 años jugaba de 6 en el Club Atlético Federación, es contarle algo que todavía no hice. Sin mucho más que agregar: el “Code” es MI VIEJO.


Virginia Magi

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