Dicen por ahí, que cuando no sabes a dónde vas, lo mejor es dejarte llevar. Y yo me dejé llevar. A diferencia de eso que dicen; sabía para donde tenía que ir. Siempre lo supe. Nunca dude.
Fueron meses de espera. Meses de trabajo; de pensar en el “cómo y cuándo”. De pensar a que jugador invitar. Meses de diagramar el formato del partido en sí. Me pase días enteros imaginando que “profesional” iba a venir. Días enteros imaginando a ellos; a los que surgieron de nuestra cantera, vestir la camiseta de Federación. Imaginando a mis primos juntos, compartiendo equipo y campo de juego.
Y si digo que no soñé como iba a ser esa noche, miento. Cada día de estos últimos cuatro meses, me la pase soñando la noche del 29 de diciembre… una noche única. Especial.
A veces, las palabras sobran. Me quedo con la emoción de mis viejos, de mis amigos, de los jugadores y de la gente. Me quedo con todos esos “felicitaciones y gracias” llenos de emoción.
Esta idea no la hubiese podido llevar a cabo sin el apoyo de mi familia y de mis amigos. Sin la predisposición de cada uno de los futbolistas nacidos en el club. Sin la ayuda de otras personas; comisiones, jugadores (cada uno de los que formaron parte de esa noche) y cuerpo técnico.
A todos; MUCHAS GRACIAS!
Virginia Magi
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