Ricardo Lunari abre su casa, se relaja y conversa con nosotros en una charla de café. Asegura que el fútbol es más simple de lo que los propios protagonistas lo hacen parecer. A pesar de no estar dirigiendo actualmente, revela que sigue viendo y analizando partidos, para que la oportunidad que le llegue lo encuentre preparado. Cuenta el amor que siente por Centenario y confiesa que volvió porque se lo prometió así mismo. Humilde y de pueblo; así lo definen los que más lo conocen. El “Mono” no se olvida de sus raíces, de la gente que lo quiere y tampoco de aquellos que le dieron una mano durante su camino. Ser un ejemplo para sus hijos, es el principal objetivo de su vida.
¿Sos consiente de todo lo que conseguiste? La verdad es que uno no se da cuenta totalmente de lo que logro o consiguió. El hecho después de poder viajar, estar en contacto, que te manden saludos, te reconozcan en muchos lados, te hace pensar cuando estas tranquilo en casa, “la pucha, parece que eh conseguido grandes cosas para recibir este cariño y afecto”, pero creo que desde afuera se ve mucho más que desde adentro. Disfruto el cariño que me expresa cada una de las personas que me encuentran y me manifiestan su amor.
¿Dónde te encontras hoy? Hoy me encuentro como siempre, en mi pueblo; en San José de la Esquina. Es el lugar al que siempre regreso. Entre trabajo y trabajo como entrenador, mi vuelta es siempre al pueblo. Acá están mi familia, mis amigos y mis raíces. Así que cuando no estoy trabajando en algo que me gusta tanto como el fútbol, me van a encontrar acá.
Hace poco en una entrevista dijiste que tu idea de seguir en el fútbol no es por mucho tiempo más. ¿Por qué? Es verdad que dije que el fútbol o mi trabajo en el fútbol no es por mucho tiempo más. Sinceramente los años van pasando y por estar fuera de mi país, de mi pueblo, me eh perdido muchos acontecimientos, sobre todo los familiares que son aquellos que no se recuperan. Eso hace que cada vez que sale un trabajo, uno empiece a pensar en otras cuestiones que antes no eran tan importantes, como compartir cumpleaños, aniversarios; ese tipo de cosas que por estar afuera no pude asistir. Es por eso que, por el momento, mi idea es seguir algunos años más en la parte profesional de entrenador, pero ya no lo veo con tanto entusiasmo o pienso que será por muchos años más.
Esta profesión te hace viajar por muchos lugares. Pasar gran parte del tiempo lejos de la familia y los amigos. Pero siempre que se tiene un momento, se vuelve al pueblo. ¿El volver a irse cada vez cuesta más? Como lo dije anteriormente, el volver a irse cada vez cuesta más. Mientras esté trabajando y tengo posibilidades de venir a visitar a la familia y ver a mis amigos, no lo dudo. Después se hace más difícil poder irme. Siempre espero la oportunidad de venir al menos, tres o cuatro días, para alcanzar a verlos a todos y poder irme tranquilo. Sinceramente, no sé si es bueno o malo, pero cada vez que vengo, el volver a partir se hace muy difícil.
Contame un poco sobre “Plaza Bar”. Es un emprendimiento que tuvimos junto a mis hermanas, mis hijos y mis sobrinos. Las tres familias abrimos un bar en una esquina muy tradicional de San José. Lo hice con ganas de que este proyecto salga adelante, que sea un lugar agradable para la gente. Un lugar donde tomar un café, compartir una cerveza… Una cuestión un poco más casual, no es algo tan serio como para cambiarse de etiqueta para poder ir a comer, sino más sport. En este momento ya no pertenezco directamente a “Plaza Bar”, pero si siguen mis sobrinos y por supuesto toda la familia apoyando desde afuera.
¿Te interesa la política? Si, la política me interesa. Sobre todo como herramienta para tratar de ayudar a solucionar los problemas que pueda llegar a tener la gente, en especial la de mi pueblo.
¿Ser Intendente de San José puede llegar a ser un proyecto a futuro? Ser Intendente podría llegar a ser un proyecto a futuro siempre y cuando le pueda servir a mi pueblo que yo sea el intendente. No me molestaría poder trabajar junto a un grupo y no necesariamente ser el Intendente, sino uno de los colaboradores de un equipo que pueda lograr cosas importantes y estructurales, sobre todo para que San José pueda seguir progresando y la gente tener cada vez mayor confort en su vida.
Volvamos al fútbol. El jugador siempre vuelve – o casi siempre – al lugar donde empezó todo. Y vos, volviste a Centenario. Volver a jugar en Centenario era una deuda que tenía yo para conmigo mismo. Me fui a los 15 años, había debutado en la primera de Centenario en la Liga. Había alcanzado a jugar un campeonato regional para mi club y tuve la suerte de jugar junto a un ídolo como el “Pichu” Gasparini, el 9 legendario de Centenario. Era mi sueño jugar con él y por suerte pude hacerlo. Recuerdo aquel partido; perdimos 3-2 contra Elortondo; Pichu hizo un gol y el otro lo hice yo. Fue un sueño. Desde aquel momento que partí joven a las inferiores de Newell’s, me prometí y quise darme el gusto y la satisfacción de volver a jugar en Centenario. Gracias a dios, en la temporada 2003/2004/2005 me pude dar ese gusto. No solo eso, sino que también ser campeón con la camiseta que más amo.
¿Qué es Centenario para vos? Es mucho. Es el club, es la temporada de pileta en verano, es encontrarme con mis amigos, jugar al fútbol, al tenis, al básquet. Había muy poco que hacer cuando éramos chicos; existía la pelota que era lo más lindo para nosotros. Primero era la plaza, después el campito y al final terminábamos todos ahí. El club siempre fue muy importante. En ese lugar compartí con mi señora mis primeros mates, conocí a muchos de los que hoy son mis amigos. Son esas relaciones que gracias a la Intuición uno hace para toda la vida. Centenario fue mi segunda casa.
¿Vas a volver? Seguramente. Como tenía aquella espina clavada – que me pude sacar – de regresar a jugar en Centenario, tengo la esperanza en el futuro de volver al club. Como entrenador, como Presidente o integrando la Comisión Directiva. Estoy seguro que en el momento que yo decida terminar mi carrera profesional como entrenador y radicarme definitivamente en San José, voy a volver para trabajar en Centenario o para Centenario.
¿Cómo es Marcelo Bielsa como entrenador? Marcelo es una persona muy importante en cuanto a mi formación como jugador. El ayudo, seguramente, a que yo mejore algunas de mis falencias, a que pueda pulir algunos defectos que tenía. Y lo ubico como uno de los mejores entrenadores a nivel mundial. Y más allá de que tuve a Bielsa, un numero uno, no puedo olvidarme de otros entrenadores de la jerarquía de Ignacio Prieto en Chile, de Miguel Prince en Colombia y conociéndolo como lo conocí (desde los siete años) al Yayo Lombardi, estoy totalmente seguro de que él, de haber tenido otras oportunidades hubiera llegado a ser un gran entrenador a nivel Nacional, incluso Internacional. No creo que a Yayo le falte conocimientos y lo pongo a la altura de aquellos grandes técnicos que tuve en el fútbol mundial. Es por eso que digo que fui un afortunado en contar con entrenadores que me han ayudado mucho a disfrutar de la carrera que pude lograr.
¿Seguís en contacto con él? Bielsa es una persona muy especial, muy particular. Todos aquellos que tuvimos la oportunidad de trabajar con él, siempre tenemos una puertita abierta y algún contacto con él. Nosotros sabemos que cuando lo necesitemos, vamos a tener la posibilidad de hablar con él. Si bien hace un tiempo largo que no hablo con Marcelo, la puerta está abierta y el contacto se puede dar en cualquier momento.
¿Qué recordas de tu paso por Newell’s como jugador? Recuerdo muchas cosas. Fundamentalmente el hecho de crecer e ir superando etapas en las inferiores de Newell’s; desde la 4ta hasta llegar a Primera División, compartir momentos con Pochettino, Gamboa, Berizzo, Darío Franco, Batistuta… jugadores que brillaron a nivel mundial e incluso en la selección Argentina también, pero que nos fuimos formando juntos en las inferiores del club y eso hizo que se formara un gran equipo que de a poco Bielsa lo fue puliendo y gracias a todo ese trabajo de 4 – 5 años, en el ’92 Newell’s pudo ser campeón con el 95% de jugadores formados en la Institución. De aquellos tiempos lo que más recuerdo es el sacrificio que hicimos todos que juntos pudimos darle una estrella a Newell’s. Fue coronar un proceso duro, pero hermoso.
Tuviste que hacerte cargo de la primera en 2014; fueron 7 partidos. ¿Cómo definís esa etapa? Cuando Alfredo Berti renuncia al primer equipo me toca hacerme cargo, interinamente, de la Primera durante 7 partidos. Momentos inolvidables teniendo a mi cargo un plantel de lujo. Había jugadores de la talla de Heinze, Bernardi, Maxi Rodríguez, Trezeguet, Ever Banega, Pablo Pérez… Un equipo espectacular y poder tener la suerte d dirigir esos monstruos para mí fue muy importante y por suerte los resultados me acompañaron; ganamos 3, empatamos 2 y perdimos 2. Newell’s venia de una crisis y pesos puntos nos hicieron terminar el campeonato con tranquilidad. Fue una prueba muy linda y una experiencia muy valiosa para mi futuro como técnico.
Es inevitable mencionar Newell’s y no hablar de su presente. Newell’s está pasando un momento de mucha incertidumbre, porque las cosas en aspecto económico y deportivo no están saliendo y esto hace que todo el mundo este cuestionando la actual conducción. Nosotros como ex jugadores y por el cariño que le tenemos a la Instituciones esperamos que Bermúdez y la Comisión Directiva puedan encontrar el camino para una salida que sea auspiciosa para el club. No se están haciendo bien las cosas y eso hace que uno lo mire con poco optimismo. Hay mucha gente valiosa en el club que quiere lo mejor para la Institución. Y repito; ojala que se iluminen y puedan encontrar el camino para que Newell’s vuelva a ser ese equipo que fue hace unos años atrás.
¿Qué te llevo a ser entrenador? Creo que el ser entrenador es una consecuencia del amor y la pasión que siempre tuve por el fútbol. Cuando empecé a darme cuenta que me quedaba poco tiempo como futbolista, me empezó a interesar el tema de la dirección técnica porque era, creo, lo más parecido a lo que uno pude aspirar terminando una carrera como futbolista. No podemos estar más adentro de la cancha, pero de esta manera vamos a estar cerquita, trabajando, contribuyendo a la mejora de los jugadores, a buscar la composición táctica ideal. Entonces de a poco me fue interesando cada vez más, me fue gustando y después cuando tuve que dejar y empecé a entrenar, note una pasión que no creía tener. Ahora disfruto. Y repito; daría todo lo que tengo para volver a entrar a una cancha como jugador, pero el cuerpo ya no lo puede hacer y lo más parecido es ser entrenador.
¿Siempre supiste que querías ser eso? La verdad que no tenía muy en claro el hecho de ser entrenador, pero como dije anteriormente, a medida que se me iba terminando mi carrera me empezó a interesar cada vez más. Y cuando estaba cerca de retirarme, ahí si sabía que el próximo paso era ser técnico. Sinceramente no fue una cuestión que lo pensé por muchos años, sino ya al final de mi carrera.
¿Qué es lo primero que un entrenador debe trabajar? Creo que lo primero que uno tiene que hacer como entrenador cuando llega a un club, es evaluar qué tipo de jugadores tiene; su capacidad y talento. Y a medida que uno va conociendo a los jugadores, tiene que ir adaptándose al sistema táctico que le va a convenir. Uno puede tener una base, una idea de fútbol, pero si después no se tienen los jugadores adecuados para llevar adelante esa idea, la idea fracasa. La mayor actitud que tiene que tener un entrenador, sobre todo al principio, es determinar que tiene y con qué elementos cuenta. Y a partir de eso, elegir de qué manera va a jugar su equipo.
¿Tener una identidad de juego es lo que te diferencia del resto? Tener una identidad propia hace a que cada club sepa qué tipo de equipo es. Boca, va por el lado de la garra. River, por el lado del buen juego. Es decir, a lo largo de la historia cada equipo fue forjando una identidad. Entonces, no es lo mismo un Centenario que un Independiente. No es lo mismo un 9 de Julio, que un Federación. Cada equipo tiene su propio ADN y yo creo que se debe respetar, porque sinceramente uno nace en el club que le toca y empieza a mamar su identidad y eso te hace que te enamores de ese club. Es por eso que cuesta tanto cuando un equipo quiere cambiar su filosofía. Me parece que ir contra la historia, es muy difícil. Con tiempo se puede lograr, pero es difícil. La paciencia de un entrenador que quiera cambiar esa filosofía no sería bien vista, salvo que los resultados sean contundentes e inmediatos.
Hace poco, Pablo Aimar, en una entrevista para “A la contra” hizo mención a que toda idea tiene un hincha. ¿Coincidís? SI, es así. Toda idea tiene un hincha. Y el primer hincha, es uno mismo. Es decir, yo estoy convencido que este va a ser el sistema que voy a usar con un equipo y ya tengo a mi primer hincha, que soy yo; porque estoy totalmente seguro de lo que tengo, lo que quiero y pretendo con el equipo. Mi forma de ver el fútbol por la influencia que eh tenido de grandes entrenadores siempre me va a hacer pensar, fundamentalmente, en el arco contrario. Y eso, me va a hacer tratar de formar inmediatamente un equipo ofensivo, que crea opciones de gol. Hay dos o tres formas de encarar el fútbol. O dos o tres tipos de entrenadores. Hay algunos, que les gusta especular y contra-golpear y hay otros, que les gusta ir a buscar y proponer. Yo estoy por el ir a buscar y proponer, porque estoy convencido de que prefiero perder por ir a buscar y no por cuidarme. Vuelvo a decir; mi primer hincha soy yo y voy a morir con esa idea. Pase lo que pase, lo más importante es el arco de enfrente.
¿Qué tan importante es saber jugar con el balón y saber jugar sin él? Es fundamental saber jugar con el balón o sin el balón. Hay muchos jugadores que necesitan el balón; el caso de Messi, Ronaldinho, Riquelme; jugadores que saben manejar el balón de una manera, pero necesitan el contacto para tenerlo siempre a disposición. Y hay otros, que se saben mover muy bien al espacio, ocupar las sorpresa, la aparición por los costados. Es decir, esos jugadores son tan importante como los que están con el balón, porque la periferia que te da mirar el balón te hace perder la vista sobre otros lugares. Entonces, ahí están estos jugadores que sin el balón aparecen por sorpresa y terminan definiendo una jugada o cerrando un partido. Son fundamentales tanto uno como el otro.
Son pocos los clubes que dejan los resultados de lado y apuestan a un proceso a largo plazo. ¿Por qué pensas que pasa eso? Hoy es fundamental el resultado, porque son los que avalan la propuesta, el proyecto. Sinceramente antes lo que avalaba un proceso eran las ideas, los objetivos, las cuestiones que uno prometía a largo plazo. Ahora, el resultado es lo más importante y hace que se termine a los cuatro o cinco partidos que las cosas no salen. Lamentablemente es el fútbol de hoy y nos tenemos que adaptar. En el mundo hay casos como el Arsenal y el Manchester en Inglaterra; equipos que mantuvieron por muchos años a sus entrenadores y lograron una cantidad de títulos impresionante. También tienen el poder económico para poder soportar esos años donde las cosas no salen y esperar a que lleguen los buenos momentos. En el fútbol argentino, y de la región sobre todo, no hay tiempo. A los pocos partidos que el equipo no consigue resultados, se termina el proceso.
Hablemos de vos, ¿Qué haces en tu tiempo libre? Me gusta mucho ver partidos, analizar, tratar de actualizarme con los entrenamientos; estar siempre preparado por si aparece alguna oportunidad. Me gusta jugar al tenis, me gusta mucho leer. Hay muchas cosas que me gustan hacer, pero cuando estoy en San José, lo que más me gusta es poder disfrutar de mis amigos y mi familia. Repito; siempre preparado a que suene el teléfono y llegue esa oportunidad que uno está esperando. Más allá de eso, el tenis y la lectura son las dos cosas que más hago cuando tengo el tiempo para hacerlo.
Sos muy familiero. SI. Gracias a dios tengo una familia grande; tengo dos hermanas, siete sobrinos – que junto a mis dos hijos forman 9 nietos -, a mis viejos por suerte los tengo acá en San José. La familia de mi señora también es grande; cuatro hermanos y unos cuantos sobrinos más. Todo eso, hace que seamos muy familieros. Gracias a dios podemos seguir con esa tradición de juntarnos en Navidad – Año nuevo; son esas fiestas familiares que todavía persisten y no se cambian por nada.
¿Qué sentís cuando escuchas a tus hijos decir que sos un padrazo? Más allá de todo el cariño que eh recibido en distintos lugares de la gente a lo largo de mi carrera como jugador y ahora como entrenador, indudablemente, lo principal es recibir el reconocimiento de mis hijos. Que mi familia me reconozca en alguna de mis facetas como padre o esposo, tiene mucho más valor que todo los otros halagos. Sinceramente, vale muchísimo más cada palabra de mis hijos y mi familia, que todo lo demás. Por supuesto, que todos son bien recibidos. Ojala que mi familia este orgullosa de mi; tanto mis hijos como padre, y mi señora como esposo. Ese es mi gran objetivo.
Sos un tipo que jamás se olvida de sus raíces, ni de la gente que lo quiere. ¿Es así? Es muy difícil olvidar las raíces y olvidarse de la gente que a uno lo quiere, porque cuando a uno lo quieren, indudablemente, es algo reciproco y también empieza a querer. Yo tengo muchos conocidos en el mundo del fútbol, muchos “amigos”. Pero para ser sincero, mis amigos de la vida, aquellos que son de fierro, están acá en San José. Y acá, es donde vengo a buscar esa paz y tranquilidad que solamente me da el estar en mi pueblo.
Me contaron que sos un poco obsesivo con el trabajo. Hoy en día uno tiene demasiadas herramientas para poder preparar los partidos. Uno tiene que estar atento, porque por no mirar un partido uno no ve las características del equipo que va a enfrentar. Y esos pequeños detalles como; el no saber que hay un jugador que con una pelota parada puede definir el juego, y por no mirar un video, terminar perdiendo ese encuentro, hace que te pongas a pensar mucho. Hay que tener en cuenta todas esas cosas. De acuerdo al club en donde uno esta, las herramientas y las posibilidades económicas con la que cuenta, tiene aún más formas de preparar el partido.
Y también muy divertido. ¡Hasta tenes un chiste para cada palabra! El tema del humor a mí me acompaño durante toda mi vida; desde chico, como jugador, con amigos. Entonces, ¿Por qué voy a cambiar ahora que me toca ser entrenador? El chiste, la broma, sirve muchas veces para descontracturar un poco a los jugadores, para que se relajen y quitarles esa seriedad que por momentos se convierte en miedo. Cuando el jugador está nervioso, un chiste lo afloja y lo hace ser espontaneo y lo hace estar más tranquilo de cara al partido. El humor es una herramienta muy importante, sobre todo por mi forma de ser, que me ha dado muchos resultados.
El hincha de Millonarios, Atlas, Universidad Católica, y de todos los otros equipos por donde pasaste te muestra su afecto constantemente. ¿Qué sentís? El cariño que uno siente del hincha cuando me toca ir a otros lugares sinceramente a uno lo reconforta mucho. Es una cosa muy linda para el corazón de cada uno. En cada uno de los equipos donde me toco estar, fui dejando un pedacito de mí. Y esa entrega, quizás, la gente lo reconoce y me lo devuelve con afecto. En todas las formas que puedan manifestar su cariño lo hacen; a través de las redes sociales, en un aeropuerto cuando me toca viajar… Ese amor no se compara con nada. Uno lo disfruta y trata de seguir siéndole fiel a esos colores que tanta satisfacción me dieron a lo largo de toda mi carrera.
¿El gol de Chilena a Rene Higuita fue uno de los más lindos en tu carrera? ¿O hay más? Sí. El gol de chilena o de media chilena que le hice a Higuita es uno de los goles más lindos que hice. Si uno habla con la gente de Millonarios de Colombia, seguramente recordaran este gol. Si hablamos con la gente de Universidad Católica de Chile, recordaran un gol que le hice al Sao Paulo en la Copa Libertadores de 1993. La gente de Newell’s, recordara el gol que le hice a Platense aquel año que salimos campeón en el 92’. Tal vez, tuve la suerte de no convertir muchos, pero sí bastante lindos. Por supuesto, ese gol a Higuita, está entre los mejores. En Centenario también tuve la oportunidad de convertir goles muy lindos. Si me piden uno, me quedo con el que le hice a 9 de Julio de Berabevu en unos cuartos de final, en cancha de ellos.
¿Cuál fue el partido más importante? Yo creo que de acuerdo al momento que uno está viviendo y al lugar, hay partidos que fueron importantes. En Newell’s, el más importante fue la final en el ’92. En Católica de Chile fue la final que ganamos ante Colo Colo por 3 a 0, donde tuve la suerte de convertir. En Millonarios, cuando clasificamos a la Libertadores. Es decir, a nivel profesional, esos fueron los más importantes. Y a nivel regional, hay dos partidos que para mí son muy significativos; uno fue en el ’85, cuando debute e hice un gol con el club del cual soy hincha. Y el otro, cuando le ganamos la final del campeonato 2004 a Arteaga. Ese día pude ser campeón y sentir el cariño y el afecto mutuo que tengo con la gente de Centenario.
Hablemos de la actualidad. ¿Cómo ves al fútbol argentino? Lo veo espectacular, hermoso. Uno puede ponerse a ver cualquier partido del fútbol argentino; ya sea desde un partido de primera hasta aquel que le parezca de menos importancia, y va a ver cosas nuevas, que sorprenda. Eso hace que el fútbol argentino siga siendo de gran interés para todo el fútbol mundial. Y tal es así, que se ve en todo el mundo. Para nosotros, es un orgullo. Y más allá de los resultados circunstanciales, de triunfos o derrotas, que puede tener la selección Argentina, podemos estar tranquilos porque nuestro fútbol goza de muy buena salud. Lo tenemos nosotros, hay que cuidarlo y disfrutarlo.
Hoy en día se consume mucho fútbol. ¿Qué opinión tenes con respecto a los medios? El fútbol ha evolucionado mucho. Y los medios; tanto gráficos, como la radio, televisión y redes sociales, se hacen mucho eco de todo lo que está rodeando al fútbol. Se ve fútbol las 24 horas del día y eso es muy importante; por la publicidad, la trascendencia. Si uno está jugando en una liga como la nuestra, la Interprovincial, como ahora los partidos salen televisados y se suben a las redes sociales, chicos de esta Liga puede llegar a tener oportunidades en el fútbol profesional, como ya ha pasado. Es fundamental el tema de la difusión que pueda tener este deporte a nivel local y regional. También creo que ayudara a futuro a nuestros jugadores que el día de mañana puedan transcender y ser quizás, figura en el fútbol nacional y porque no, internacional.
¿Por qué cuesta tanto hablar del juego? Cuesta mucho hablar del juego porque los técnicos y jugadores somos muy celosos. Creemos que no tenemos que abrir el abanico, para que no nos saquen nuestros conceptos, nuestras ideas y el fútbol es mucho más amplio que eso. Uno puede hablar, compartir opiniones, intercambiar diferentes conocimientos con otras personas, que siempre te van a hacer crecer en esta profesión donde uno aprende todos los días. Creo que también hay mucha gente con limitaciones, sobre todo de conceptos, en cuanto a la posibilidad de incorporar nuevas ideas que los limitan también a la hora de explicar el juego y las situaciones que se van dando en cada uno de los partidos. Tenemos que ser mucho más abierto, más explícitos, para que la gente que no entiende demasiado el juego, de a poquito pueda hacerlo. No es una ciencia, el fútbol es simple. Y solo lo complicamos nosotros con palabras y modismos que usamos cuando no sabemos explicar claramente de que se trata.
Hoy por hoy, el jugador, está constantemente con el celular, subiendo fotos a las redes y demás. En tus tiempos no era tan así. ¿Cómo se controla? Creo que luchar contra el celular es luchar contra la tecnología, los adelantos. Contra todo lo que sea evolución. Y uno no puede luchar contra eso. Uno trata de controlarlo de la manera más coherente; es decir, el celular se utiliza durante este horario, a tal hora pasa el médico – en la concentración –, después dejen el celular y dedíquense a descansar porque mañana deben estar al 100%. Uno trata de conversar, pero es insólito y muy poco frecuente quitarles el teléfono, cortarle la PlayStation. Son cuestiones normales de esta época que vivimos. Con el jugador siempre hay que conversarlo, llegar a un punto de acuerdo y tratar de que él, dentro de la incomodidad que representa para un entrenador que los jugadores no estén descansando como lo hacíamos nosotros, uno intenta llegar a un punto de equilibrio para que no solo el futbolista este concentrado en el partido sino que también se sienta cómodo.
¿Les aconsejas? Sí, siempre y cuando el jugador me lo permita. Hay jugadores con el que uno puede hablar y sabe que le va a llegar hasta el fondo. Hay otros, que uno sabe, que lo que le cuentes o aconsejé le va a entrar por un oído y salir por el otro. Mientras allá uno que escuche, que le sirva un consejo, vamos a estar ahí. Y sé que el día de mañana, cada una de las personas que uno ayudo, va a reconocer eso de por vida. Yo, cada consejo que me daba el Yayo Lombardi, Bielsa, Prieto siempre lo reconocí y eso me hizo agarrarle cada vez más afecto. Porque ellos estaban ayudándome a que sea mejor.
¿Cómo ves a la selección Argentina? Si tomamos en cuenta el último resultado de la selección Argentina ante España en Madrid, podría decir que la veo muy mal. Pero sinceramente, no la veo tan mal. Creo que a pesar del resultado que es muy feo, que vendría a ser como una especie de catástrofe perder 6-1, hay que pensar que es un partido que se está buscando otra cosa. Argentina no estaba buscando ganar desesperadamente para algo, simplemente era un partido de preparación para medir fuerza contra un equipo candidato como es España. Lamentablemente nos tocó patinar. Puede ser un buen llamado de atención meses antes del mundial, para que el cuerpo técnico evalué y valore antes de dar la lista final. Yo tengo mucha confianza en los jugadores que tiene la selección y estoy totalmente convencido que se hará un buen mundial. Ojala se pueda llegar a lo más alto. Tenemos al mejor jugador del mundo, y si se lo rodea bien como paso en Brasil, creo que Argentina va a tener sus chances.
¿Crees que está pagando caro la mala gestión de AFA en estos años? Siempre que las gestiones, sobre todo, en el plano dirigencia son malas, en algún momento repercute en el resultado de todos los procesos. Es lo hablábamos antes sobre Newell’s; las cosas al no estar bien manejadas desde el aspecto directivo, puede tener derivaciones en lo deportivo. Lo que sucede en AFA es de la misma manera. Lamentablemente hubo una serie de desprolijidades y cuestiones que no se supieron manejar bien y por momentos se pagan las consecuencias. Si la AFA se hubiese manejado de otra manera y lo hubieran cuidado un poco más, quizás Gerardo Martino en este momento podría seguir siendo el entrenador de la selección Argentina. Pero lo que se le hizo en los JJOO de Brasil, no brindándole ningún jugador para que pueda armar un equipo competitivo fue un papelón y se pagó caro. Ahora esta Sampaoli, al que le deseamos lo mejor porque todos queremos que al seleccionado le vaya bien, pero indudablemente que los errores dirigénciales terminan teniendo efectos negativos en los resultados a largo plazo de los procesos.
¿Por qué Mono? En Colombia se le dice “Mono” a los rubios, entonces desde que llegue, en el año ’96 como jugador, fui el “Mono” para toda la hinchada de Millonarios. Y cuando regrese en 2014 como entrenador, volví a ser el “Mono”. La verdad me llamaba la atención y me daba mucha risa cuando me decían así, pero me lo decían con tanto cariño que más allá de que me guste o no el apodo, yo sé que para ellos soy el Mono Lunari.
¿Quién es Ricardo Lunari? Por lo que pienso y deseo, Ricardo Lunari tiene que ser una buena persona. Alguien que mis hijos puedan tomar como ejemplo. Demostrar con hechos y actitudes que hay que ser buena gente, llevando una vida de buenas costumbres, una vida sana. Tener respeto hacia las otras personas y siempre que se pueda, darle una mano a quien lo necesite.
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