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Foto del escritorVirginia Magi

Siempre fue por amor a la camiseta.

Para el hincha, Julián describe a la perfección la esencia lanuda. Para aquellos que lo conocen de cerca, su amor por 9 de Julio roza la locura. Julián Uriarte, tipo sencillo y de pueblo, muestra la persona que hay detrás de aquel capitán eterno que estando hoy fuera del terreno, aún sigue siendo el líder de una generación que supo renacer y reescribir las páginas de una gloria eterna.


Julian Uriarte junto a sus hijos, Felipe y Mateo.

- ¿Dónde te encuentra la vida? ¿Y en este nuevo orden de prioridades donde se ubica el fútbol?


En estos momentos me encuentro en Berabevu, ya retirado del fútbol, con mi familia; mi mujer Evelyn y mis dos hijos, Felipe de diez años y Mateo de cinco. Para decir verdad el fútbol siempre estuvo en un lugar muy arriba en cuanto a mis prioridades, sin dejar de lado mi familia, por supuesto, pero el fútbol siempre lo tuve de chiquito allá arriba.


- ¿Qué te llevo a decir, hasta acá llego? ¿Cuesta mucho tomar esa decisión?


La verdad es que no, a mí no me costó para nada retirarme porque ya lo venía asumiendo. Mi problema fueron las practicas, un poco me agotaban, el invierno, ya habían nacido mis hijos, eran chiquitos, me empezó a costar, no solo por eso, también se me complicaba por mi trabajo, por el trabajo de mi mujer, así que de a poco fui asimilando que el retiro estaba cerca y eso hizo que no me costara tanto. En mi cabeza ya venía tomando la decisión de dejar de jugar, así que decidí largar y empezar con otras actividades.


- Dejaste de jugar, pero no así dejaste de estar dentro de la institución…


Por supuesto, sigo ligado a la institución. Estoy en inferiores con una división, con mis hijos, y ligado siempre al fútbol mayor, nunca me pude desprender de ello y tampoco lo voy a hacer. ¿Por qué? porque fue de chiquito mi pasión. Como me paso a mí, lo mismo quiero para mis hijos, que ellos también se sientan identificados con lo que yo hice por el club.


- Frenemos acá, volvamos al punto de partida, ¿te acordas cuando o por quien empezaste a jugar a la pelota?


Eso desde chiquito ya. Mi hermano, mi papa, en mi casa somos muy futboleros. Mi viejo muy ligado a 9 de Julio, fue jugador del club, entonces todo este sentimiento que hoy tenemos nosotros, lo heredamos de él. La pasión por el fútbol, por la pelota, el sentimiento sincero por el club, todo. Entonces, ¿cuándo o por quién?, todo empezó por mi viejo.


- El fútbol no deja de ser un juego, con más o menos responsabilidad, pero un juego al fin, ¿Cuándo fue que dijiste, esto es lo que quiero para mí?


Elegí el fútbol porque era lo que me gustaba. Probé cuatro años en Rosario Central, después me quedé libre, no tuve suerte, y volví al pueblo, al club. Seguí jugando, nunca bajé la cabeza, y pude escribir, junto a mi hermano, una linda historia en esta institución.


- Tu viejo es, sin lugar a duda, un símbolo de 9 de Julio. De chico uno juega a ser todo el tiempo e imagina, ya sea de una manera consciente o inconsciente, ¿jugabas a querer ser, algún día, una parte de lo que era él?


Mi papá fue jugador, tuvo la suerte de ser tricampeón, ganar la challenger, después salir campeón de nuevo. Imagina que él tiene cuatro campeonatos. Después con el tiempo se volcó a dirigente y hasta el día de hoy lo sigue siendo. Tiene 73 años y sigue ligado al club, tiene su vida ahí dentro. Y con mi hermano fuimos escuchando toda su historia, sus campeonatos, sus glorias, y uno siempre quiere ser como el padre, soñábamos con ganar - al menos – un campeonato, y por suerte con Andrés pudimos ganar tres. Entre todos tenemos siete campeonatos, podemos decir que los Uriarte le dimos al club todo lo que le podíamos dar. Por lo que creo que los tres estamos orgullosos.


- Decir 9 de Julio o decir Uriarte es casi lo mismo, van de la mano. Con el tiempo, al jugar, uno siente la necesidad de defender lo que nos dejaron, no solo en el futbol si no en la vida misma. Defender el legado, la historia. ¿Te sentiste presionado alguna vez por eso?


No sé si llamarlo presión, pero sí, siempre tuvimos esa necesidad, esas ganas de formar parte de la historia del club como lo hizo mi papa. Como dije antes, siempre quisimos tratar de ganar algo con estos colores, y por suerte lo logramos. Seguimos el legado de mi viejo, y creo que como el entró en la historia de esta institución, nosotros (junto con mi hermano) también lo hicimos.


- A falta de uno, fueron dos los que mantuvieron en alto el apellido en la historia de nueve. ¿Cómo era jugar con Andrés, tu hermano?


Jugar con mi hermano fue un sueño cumplido, más aún haber ganado tantos campeonatos juntos para el club. Jugar con él fue muy fácil, por supuesto que tuvimos como todo jugador discusiones, éramos compañeros-hermanos, pero adentro de la cancha si teníamos que discutir discutíamos, siempre por lo mejor del club y del equipo, después una vez fuera de la cancha volvíamos a ser hermanos. Y así como pasaba con mi hermano, también pasaba con muchos jugadores, pero todo quedaba ahí dentro. Nuestra camada era muy pasional, lo vivíamos de esa manera, y creo que eso nos sirvió para marcar un poco la historia que se estaba contando, de todo lo que hemos logrado.


- ¿Cómo lo ves hoy? ¿lo aconsejas?


Lo veo jugar ahora y me hace acordar a mí, porque con la edad que tiene y la experiencia que tiene ahora me recuerda a mí en mi último tramo de carrera, mis mejores años fueron los últimos diez, de los treinta a los cuarenta. Y a él lo veo muy parecido, juega con una tranquilidad, con una experiencia de haber ganado lo que gano y todo eso lo vuelca dentro de la cancha. Aconsejar, creo que no le puedo aconsejar nada. La mayoría de los consejos y experiencia se agarran jugando. Y para ser sincero, la verdad, Andrés está haciendo un campeonato espectacular.


- ¿Sentís, y esto es bien personal, que tu viejo está orgulloso de ustedes?


Si, los tres nos sentimos orgullosos. No hay nada más lindo que salir campeón siendo hermanos y que tu viejo sea quien te de la copa para poder levantarla los tres juntos. Pudimos cerrar el vínculo de los Uriarte con 9 de Julio de padre e hijos de haber sido campeón y aportar a su vez nuestro granito de arena para, (y en), la historia de este gran club.


- Y en cuanto a vos, ¿Quién crees que es Julián Uriarte para el hincha de 9 de Julio?


Creo que la gente se siente identificada, conmigo y con toda esa camada que supimos llegar a la gloria. Si bien yo era uno de los más grandes, la gente se siente identificado con todos. Y la verdad que sí, me gusta, nos gusta, que la gente, el hincha, nos recuerde todo lo logrado, las finales… uno no quiere que el otro lo halague, pero a veces es lindo que te hagan sentir como ídolo, como una leyenda de la institución.


- Sos el emblema, junto a Serafini, de una generación que conoció y volvió a la gloria, ¿sos, o son, consciente de eso?


Jugar con Jony fue un privilegio. Junto con el éramos los más grandes y a su vez era como que llevábamos la bandera del club, los más chicos nos seguían. Jonatán tenía una personalidad y generaba un respeto que no es fácil conseguir en esta Liga. Gracias a dios, también es considerado ídolo y leyenda de esta institución. Por suerte ambos pudimos lograr esos campeonatos, acariciar la gloria.


- ¿Se han detenido a hablar sobre lo que se consiguió y se mantuvo?


Siempre hablamos, nos acordamos de partidos, de una cosa, de otra… La verdad que lo más lindo que el fútbol te deja son las amistades y los recuerdos vividos, con jony y también con aquella base local que teníamos.


- El hincha ve reflejado en vos la esencia pura que caracteriza al jugador de 9 de Julio.


Describí en una o dos palabras lo que tiene que tener un jugador para representar esta institución.


Jugar en 9 de Julio para el jugador del pueblo no es tan difícil, porque de chico vienen mamando los campeonatos logrado, por gente que ha contado sus experiencias, sus historias… así como nos pasó a nosotros, ahora los más chicos van adquiriendo todo lo que logro esta camada. Y el que viene de afuera, tiene que conocer la historia de este club, hacernos cargo de esa historia, contárselas y pelear cada campeonato. Siempre digo que 9 de Julio tiene que estar compitiendo todo el tiempo, es un club que por lo general está siempre ahí, peleando campeonatos, y aquel que venga tiene que saber que acá se viene a competir y sin lugar a duda dar lo máximo de cada uno.


- ¿Por qué juagabas, Julián?


Jugábamos porque nos gusta el fútbol. Y también porque mi viejo nos trasmitió a todos esos valores. Con mi hermano jugamos siempre por amor a la camiseta, nunca quisimos que el club nos de nada, jugamos por ese amor a la camiseta que nos trasmitió el viejo desde chico. Y eso mismo hare yo con mis hijos, trasmitir el mismo amor que me trasmitió mi viejo.


- ¿Te sorprende la admiración, el cariño, que hay para con vos?


Si. La verdad es que la gente me admira mucho, no solo a mí, a mi hermano, y también a toda esa camada que supimos, en 2011, volver a la gloria tras una sequía de veinticinco años. Después de esa época peleamos siempre finales y ganamos tres campeonatos, quizás por eso la gente se siente identificada con nosotros.


- ¿imaginabas ser con el tiempo lo mismo que tu viejo fue en el suyo?


Nunca lo pensé. En el momento que empecé a jugar yo, el club no atravesaba buenos momentos económicos y lamentablemente no fueron buenos años deportivos. Después, con el tiempo, empezó a ir acomodándose, comenzamos a jugar finales…me acuerdo que de la final del 2002 en adelante 9 de Julio siempre compitió. Y no, nunca me imaginé ser lo que mi viejo fue, nunca me imaginé ganar tres campeonatos. Estoy más que orgulloso y complacido de casi empatar a Pelusa, mi papá.


Hablemos de vos, de tu vida y de lo que sos.


- ¿Qué es lo que más extrañas de aquella rutina diaria que hoy ya no está? ¿y qué es lo que más te gusta de esta nueva?


¿Lo que más extraño? Los domingos. Eso, sí. Llegar al domingo, prepararme el bolso, ir a la cancha, cambiarme y jugar. Eso es lo que más extraño. Y lo que más me gusta de esta nueva etapa es, sin dudas, acompañar a mis hijos. Lo hago con total amor, sincero, por ellos y por el club. Me gusta acompañar a mis hijos y volcarles los mismos valores que me volcaron a mí.


- En la liga pareciera que nos conocemos todos, pero muchos se quedan solo con la imagen dentro del campo, o eso creen que es el fiel reflejo de lo que uno es fuera, ¿Qué cosas del jugador te caracterizan fuera y cuáles no?


Yo dentro de la cancha defendía mis colores, mi club, como cualquier futbolista lo haría. Sé que fui un jugador poco querido por los otros clubes, pero yo hacia mi trabajo; defender mi escudo. Tenía una forma de jugar que quizás a muchos no les gustaba, pero era lo que más me convenía a mí, al club, a mi equipo. Afuera soy totalmente distinto de lo que era adentro. Una vez que terminaban los partidos era una persona normal, pero dentro de la cancha me ibas a ver dejar todo por lo que me tocaba defender.


- Pausa el juego y mira hacia atrás, ¿Qué ves?


¿Qué veo? Que no me puedo reprochar nada porque me brinde al máximo. No solo por haber tenido la posibilidad de salir campeón, si no por haber dejado la vida por este club, como dije antes, siempre por amor a la camiseta.


- Que le diría este Julián consagrado a los más chicos que desean llegar a ser, un poco al menos, de lo que son ustedes.


Les trasmitiría a ellos lo que me trasmitió mi viejo. Después esta en cada uno querer aceptar o no. A mis hijos sin dudas de que si, les voy a aconsejar a que jueguen por amor al club. Lo mismo les digo a los chicos que tengo en inferiores. 9 de Julio tiene una historia, y un sentido de pertenencia que hay que hacérselos saber a los más chicos para luego plasmarlo dentro del campo de juego.


- ¿Cómo es Julián como padre?


Creo que soy un buen padre, hablando de la vida cotidiana. En cuanto a lo futbolístico, creo que soy un poco hincha coco, porque le exijo más de lo que tendría que exigirles, más aún con Felipe que es el más grande, después me arrepiento. Le exijo demasiado y al rato me digo, para qué, pero es como mencione antes, les voy a inculcar a ellos el sentido de pertenencia que nos caracteriza.


- ¿Qué pensas que ellos dicen de vos?


Deben pensar lo mismo que pensaba yo de chico con mi papa. Querer ganar algo como gano el padre, jugar por amor al club… Ojalá que puedan seguir una carrera futbolística. Y si no se da, no importa. Todo padre futbolero quiere que su hijo juegue al fútbol, si se da mejor, y si no que siguen con lo que les hace feliz en su vida.


- Para cerrar, ¿Quién es Julián Uriarte?


Una persona sencilla, normal. Común y corriente, como cualquier chico de pueblo. Una persona que antes jugaba al futbol y que trato de brindarse por completo al club y que ahora es un padre que tratara de ser el mejor padre posible. Y que tratara, también, de hacer que sus hijos sigan con esta carrera y así poder lograr cerrar este nuevo vínculo de los Uriarte y la historia de 9 de Julio.



Virginia Magi

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