Tipo simple y bueno, según aquellos que lo conocen de cerca aseguran que es respetuoso y de poco hablar. Tímido en el afuera pero dentro del campo pide la pelota y se hace cargo. Ale Otero se atreve a hacer una pausa más en su juego para conversar de la vida y de fútbol.
¿Cómo estás, Ale?
Hola Vir, ¡un placer poder hablar con vos finalmente! Muy bien Gracias a Dios, disfrutando los últimos días de vacaciones en mi querida Punta Alta, y ya preparándome para lo que va a ser mi próximo desafío.
¿Dónde (y cómo) te encuentra la vida hoy? ¿Con que deseos? ¿Con que sueños?
Actualmente, ya me encuentro entrenando, y listo para lo que se viene. Ha costado mucho tomar la decisión de irme de mi club, y saber cuál iba a ser mi futuro. Pero por suerte se destrabo la situación de mi pase y pude ir al club Bella Vista de Bahía Blanca. Luego de varias charlas y mucha ansiedad por saber dónde iba a jugar finalmente aquí estamos.
Tuviste también otras ofertas…
Si, tuve varias y de diferentes clubes, entre ellos Rosario, que es el clásico rival de Sporting, mi club. Que ellos se interesen en mi particularmente me llena de orgullo, significa que uno viene haciendo bien las cosas, y sobre todo que siempre les tuve mucho respeto, así que les agradecí de corazón. Pero finalmente estoy aquí en Bella Vista, muy feliz. El cuerpo técnico y los chicos me han recibido genial. Desde mi parte voy a intentar dar todo lo que tengo para ayudar al equipo a tener un gran año.
(A veces) es necesario empezar del comienzo para entender. ¿Cómo llega el fútbol a la vida de Alejandro Otero? ¿Por quién?
Bueno como para comenzar, mi familia por parte de mi padre son todos futboleros, y la parte de mi madre, son más del campo, paisanos, je, así que por suerte tengo esas dos raíces que disfruto mucho.
Y en cuanto a cómo comencé con el fútbol, jugando de chiquito, en el barrio, hasta que un día mi papá me llevo a Sporting, el club que iba a ser el club de mi vida. Mi mamá se inclinaba más por Rosario (qué es el clásico) pero por suerte fui al rojinegro. Después, con el tiempo, la hicimos a mama hincha de Sporting, jajá.
¿Qué primer recuerdo te viene de aquel niño que, a sus seis años, daba inicio a este sueño?
De esa época, tengo muy lindos recuerdos. Muchos. Desde jugando en el potrero de mi barrio (la nueva bahía blanca) con todos mis amigos, a los que hoy en día sostengo y con los que sigo compartiendo mucho, a ir a jugar, con mi club, en el renault 12 de mi familia a todas las canchas. Ahí ya empezaba a darme cuenta de cuanto amaba el fútbol, vivía todo el día con la pelota.
Cuando somos chicos uno juega a ser, todo el tiempo. ¿A quien jugabas ser cuando jugabas a la pelota?
En esa época estoy seguro que admiraba a mi papá como jugaba, y hoy en día también. Pero mi ídolo siempre fue Juan Román, y por siempre va a ser él. Siento que no va haber nadie que juegue con su estilo, es el último 10.
También, como anhelo, el que crece en el club sueña con salir campeón, llegar al primer equipo, debutar en la primera de su club, conseguir la gloria máxima. ¿Te paso?
Recuerdo muy bien cuando era chico y fui a ver un clásico importante que nos tocó perder, y al ver tanta tristeza ese día en la gente, en ese momento soñé, y me dije a mi mismo, yo quiero estar ahí, ayudando y saliendo campeón con Sporting. Soy alguien que no tiene mucha memoria, pero hay cosas que quedan en mi mente. Lo que siempre supe de chico, es que iba a ser futbolista, nunca se me cruzó otra cosa.
¿Hoy en día, a eso, lo ves reflejado en los mas chicos?
En estos últimos años, los más chicos se han unido mucho y ya son parte de la familia que es Sporting, cuando el equipo entra a la cancha son muchos los que quieren entrar con los jugadores, y son felices así. Se nota mucho su cariño, y por lo que siempre escucho la mayoría quiere jugar en el club y salir campeón. Uno a veces no es consciente, pero ellos miran mucho a los más grandes y tratan de seguir sus pasos.
¿Qué son las inferiores en un club de pueblo, o no tan pueblo, como Sporting? ¿Qué tan importante es?
No tan pueblo. Es una ciudad muy linda y tranquila aquí, y nuestro club siempre se caracterizó por tener buenas inferiores, y escuelita. Somos una familia y eso no tiene que cambiar nunca, más allá del resultado, acá lo que importa es que los chicos vengan a ser felices, ya van a tener tiempo para competir cuando sean grandes, eso es lo que siempre les digo. Y ojalá que el futuro de Sporting sea jugar con chicos nacidos en nuestra escuelita. Hay que ponerse esa meta.
El fútbol suele tener destinos que no esperamos, o si, tuviste la chance de ir a Olímpo y debutar en la primera del fútbol argentino. ¿Qué sentiste?
La verdad fue un sueño, algo impensado, que creo que son deseos que, si uno lo piensa, no son tan lindos como cuando los vivís. Ya con 17/18 estaba jugando en primera en Sporting, y a fin de 2012 me fui a Olimpo. Siempre quise jugar contra Boca, River y los grandes clubes de primera, ver cómo era su nivel. Durante seis meses lo hice en la Cuarta División de AFA. Luego, el día de mi cumpleaños, el 6 de julio, me avisaron que subía al plantel de Primera División. Fue un cambio muy fuerte el hecho de pasar de la Liga del Sur a Primera División. A partir de allí fueron todos sueños que gracias a Dios cumplí y me van a quedar para toda la vida. Desde tener la oportunidad de jugar en la bombonera contra Boca y que este Juan Román al lado, hasta debutar oficialmente en Primera. Más allá del debut oficial lo que más me sirvió a mi fueron los años que pasé ahí, mejorándome como jugador, y como persona, porque tuve la suerte de estar en un plantel de gente que eran ejemplos para mí.
¿Podemos considerar que este debut, fue uno de los días más felices?
Si. Obviamente fue uno de los más felices, junto al de salir campeón con mi club. Ese día era una sensación de paz, recuerdo que fue en Mendoza y que mi familia no pudo estar, pero por supuesto que no se lo iban a perder, lo vieron por televisión, y estoy seguro que derramaron lágrimas mientras miraban. Así como estuvo mi familia pendiente, siempre mis amigos me han acompañado demasiado. Soy hijo único y tengo la suerte de tener muchos amigos. Al igual que tanta gente querida de Punta Alta que me brindan su cariño.
¿Qué tan fundamental fueron tus viejos en aquellos tiempos?
Siempre han sido importantes a lo largo de los años, tan solo por el hecho de acompañar. Eso es lo mejor que pueden hacer los padres, acompañar y apoyar cualquier decisión que tomen sus hijos. Y así fue, yo nunca me sentí obligado a nada, y tuve esa libertad de poder decidir si me iba como en ese caso que me fui de Olimpo, o no.
Cuando la cosa no va como queremos, o se pone un poco jodido, uno se aferra en ellos para seguir…
Si, como todas las personas creo, a veces pasamos por procesos. Y siempre, hablo desde lo personal, ya sea en las malas o en las buenas tengo presente a Dios, siento que todo pasa por algo y que su plan es perfecto.
¿Qué tan importante es la familia?
Mucho. Cuando las cosas no van como queremos, siempre tuve a mi familia y a mis amigos presentes. No me olvido de nadie, por eso soy muy agradecido.
Estuviste por Independiente, por Brown, pero la vida, el destino, quisieron que vuelvas acá. A casa. Quizás esas vueltas llegan en el momento que tienen que llegar, ¿no crees?
Tal cual, sí. Como siempre digo, todo pasa por algo. Luego de un paso por el federal, en Independiente, sentía las ganas de volver, de estar cerca de mi gente querida. Y de lograr cosas importantes con mi club que aún no las había podido conseguir. Por eso volví.
La vuelta fue en 2017, en el clausura. Volviste, la rompiste y fuiste campeón. Cumpliste con tu palabra…
Si. volví el último semestre de 2017. Llegamos a la final junto con un gran equipo, lo que ya era un deseo muy grande para mí, pero no se nos dio ese año. Y ahí es cuando digo que todo pasa por algo. Al próximo año decidimos continuar por el mismo camino y por suerte, lo logramos. Primero en 2018, luego en 2019. Formamos grandes equipos, con cuerpos técnicos de primer nivel, y conseguimos lo que hacía más de veinte años Sporting no podía.
Se lo prometiste a tu vieja.
Cuando volví le prometí a mi mamá que íbamos a salir campeones. Gracias a mis compañeros pude darle esa alegría a ella.
Metiéndonos en el terreno de juego, arrancaste como enganche, pero hoy te consolidaste como un mediocampista completo al que no le falta nada. ¿Por qué el cambio de puesto? Me dicen que faltaba un doble cinco, te probaron y quedaste….
Toda mi vida fui enganche, y con los últimos años y mi experiencia en diferentes clubes, más lo que es el fútbol actual, pude mejorarme como futbolista. Y adquirir sacrificio para marcar, mas personalidad, y aprender a jugar un poco más atrás. Como un doble cinco o a veces un volante central. Hoy en día sigo aprendiendo, aún me queda mucho por mejorar. Un técnico me dijo una vez que el mayor nivel futbolístico se encuentra entre los 28 y los 33 años, espero que sea así, je.
¿Dónde te sentis más cómodo jugando?
Hoy en día donde más cómodo me siento es como un doble cinco, o cinco solo. Mis características de juego me llevan a jugar en esa posición, yo necesito estar en contacto con la pelota siempre y hacer jugar a mis compañeros, sino me vuelvo loco. Por eso juego en el centro del campo, cuando me ha tocado jugar en otras posiciones, por ejemplo, por las bandas, no me siento bien ni cómodo.
Volviendo a tu vuelta a Sporting. ¿En que cosas crees que creció aquel Alejandro de 2017 a este de hoy?
Uno con los años va forjando su personalidad, y, sobre todo, lamentablemente va creciendo. Hoy en día cerca de los treinta. he cambiado mucho al Ale de hace unos años. Sé que hoy uno tiene más responsabilidades, quieras o no ya sos un ejemplo para los chicos en todo lo que hagas, sea en lo futbolístico o en la vida misma. Y toca hacerse cargo de eso, de ayudar a los juveniles, tratar de que se sientan cómodos dentro de la cancha, y que solo se ocupen de disfrutar. Que la presión, los insultos que a veces hay y todo lo demás la tengan los más grandes, así he aprendido yo.
Además de todo eso, voy pisando mi último tramo de la carrera y quiero seguir consiguiendo cosas, lo que lleva mucho esfuerzo y mayor dedicación al que era hace un tiempo. Los años no vienen solos y todo cuesta un poquito más.
¿Por qué te vas? ¿Por qué la decisión de dar un paso al costado?
Está fue la decisión más difícil de mi vida, y llore bastante por ello. Pero han ocurrido diferentes situaciones que no me gustaron. La gente, mis amigos y mi familia saben que si era por mí me quedaba a vivir en Sporting, pero sentí con el corazón que era el momento de un cambio y de tener nuevos desafíos. Sporting es mi casa y sé que aún me quedan sueños por conseguir acá. Y si Dios me lo permite voy a volver para conseguirlos. Como lo dije en la publicación de mis redes, estoy eternamente agradecido por todo el cariño. Yo solo intento ser una buena persona, y recién después viene lo futbolístico. El rojinegro y los hinchas, los tengo para siempre en mi corazón.
El otro día me encontré con una foto donde estas vos, en la escuelita de fútbol, firmando autógrafos, camisetas. Pregunte, pero de igual manera la admiración que te tienen los más chicos esta a la vista. Todo lo que me dijeron me rectifico lo que pensé al verla. ¿Te sorprende el amor de ellos?
Si, me sorprende mucho, me llena el alma cada vez que me pasa una situación así. Son deseos que uno tiene de chico, y ahora estar viviéndolos es una alegría muy grande. Yo no sé porque me tienen tanto cariño, soy un chico normal. Pero siempre intento estar para ellos, con un saludo, con un aliento o un consejo.
¿Qué les dirías? ¿Qué consejo le darías?
Lo que les digo a los chicos cada vez que tengo la posibilidad de cruzarlos y hablar. Que disfruten, que todo llega. Hay que disfrutar el camino, por más difícil que a veces parezca. Este es el deporte más lindo, y hay que divertirse. Cuando son chicos no importa el resultado para mí, lo más importante es que vayan aprendiendo y viviendo a full esa edad, de escuelita infantiles, menores, porque es una de las mejores edades de la vida.
¿Por qué jugas, Ale? ¿Qué te lleva a seguir jugando?
Juego porque amo el fútbol. Juego porque alrededor del fútbol gira mi vida y mis sueños. Yo le debo todo a la pelota, por eso siempre digo que es mi mejor amiga.
¿Qué es el fútbol para vos?
El fútbol es mi vida. Dependo mucho de este deporte, así sea para estar feliz o triste, y eso no está bueno. Con los años voy madurando y dándome cuenta qué hay cosas más importantes, pero a veces es difícil. Siempre hablo con mis amigos este tema. El día que termine mi carrera, probablemente siga ligado al fútbol, porque no me veo haciendo otra cosa.
Y el amor de la gente, del hincha, ¿Te sorprende? ¿Logras dimensionar lo que sos para el hincha de Sporting?
A veces logro dimensionar y otras no. En el fútbol, lamentablemente, no hay tiempo para frenar, la carrera pasa rápido, y uno tiene que preocuparse por seguir mejorando y consiguiendo cosas importantes. Pero siempre soy un agradecido con Dios por todo lo que me dio y por lo que me da.
Pausa el juego un instante y mira hacia atrás, ¿Qué ves?
Si miro para atrás veo a un chico de rulitos lleno de sueños, que siempre quiso jugar a la pelota y dedicarse a esto. Y si hay algo de lo que estoy orgulloso, es que nunca cambie mis valores. Siempre desde que soy chiquito tuve mucho respeto y humildad. Así este en diferentes clubes, o en diferentes categorías del fútbol argentino. Hoy en día estoy feliz donde estoy, y siempre apunto a tener un buen año y seguir creciendo.
Tu vieja me asegura que aún te quedan sueños por cumplir…
Muchos sueños, sí. Uno de los tantos es llegar a jugar hasta los 40. Ese es el que más difícil lo veo, pero lo voy a intentar. Otro es ascender con Sporting a un federal A. Y otro, reciente, es salir campeón con Bella Vista este año.
Uno siempre vuelve al lugar que nos hizo (y hace) feliz. Haré la pregunta que, de seguro, muchos se hicieron y hacen en casa. ¿Pensas en regresar otra vez?
Sí, claro. Quiero volver, es mi casa. Volver, cuando Dios quiera, y poder retirarme ahí.
¿Quién es Alejandro Otero?
Una buena persona, simple, que ama el fútbol y tiene el privilegio de hacer esto que tanto ama.
Para cerrar, ¿Queres agradecer?
Si me permitís, en principio solo quiero agradecerte a vos por estar pendiente a través de todos estos años de mi carrera y hacer esta nota, que – sin duda – es una de las mejores de mi carrera hasta el día de hoy. Desearte lo mejor en tu profesión porque se nota la gran persona que sos, y también asegurar que ya nos vamos a cruzar en alguna cancha. También, a mis amigos, a mi familia, y a toda la gente que me tiene cariño. Siempre agradecido, de corazón.
Virginia Magi
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