No hay día en que Juan Pablo Caffa no piense en Murphy. En todos estos años y en los miles de kilómetros que lo separan de su lugar, la distancia no pudo – ni tampoco podrá – impedir que el diez piense en los suyos y en el lugar que lo vio crecer. “Con la ilusión de volver, voy buscando el camino”, expresa Antonio Lizana – cantante español – en una de sus tantas canciones. Hay quienes afirman que uno siempre vuelve a los lugares donde fue (y es) feliz. Juan Pablo asegura, convencido, que en el verde césped del Centro Recreativo Unión y Cultura, fue el chico más feliz. Quizás, en esta ilusión de cumplir con un deseo pendiente, Caffa esté buscando el camino que lo traiga de regreso a casa, aunque sea, unos minutos más.
¿Cómo estas Juan? ¿Cómo estas llevando esta nueva etapa?
Estoy bien, mucho mejor de lo que esperaba. Las cosas se dieron muy rápido, como casi todo en mi carrera, y no tuve tiempo de pensar todavía, a día de hoy, que no voy a volver a jugar. Sé que voy a estar bien.
¿Se extraña la rutina diaria de antes?
Todos los días. Como dije cuándo lo anuncie, es algo que voy a extrañar todos los días. Habrá nuevos desafíos, esta vez desde otro lado, pero sigo dentro del fútbol.
Hablando un poco sobre la realidad que está atravesando el mundo con respecto al Covid-19, en Estados Unidos la situación no parece nada buena, vos que estás ahí, que vivís el día a día, ¿cómo la ves? ¿Cómo lo estás sobrellevando?
Es una situación muy particular porque es un país muy grande. Yo estoy en Denver, Colorado; y casi no llegan novedades de New York o Seattle que son las dos ciudades más complicadas. Algunos Estados hicieron lockdown (cierre de emergencia), otros no. Es preocupante, recomiendan quedarse en casa pero no es una obligación, lo cual ves mucha gente haciendo deporte o ir de picnic y no son buenas señales.
¿La gente allá es consciente de lo que está sucediendo?
Es difícil medir eso, en cierto punto sí, pero mucha gente sigue diciendo que es una gripe normal más contagiosa. Mucha gente es consciente, otra se niega a serlo, se darán cuenta cuando todo se retrase, más aun las actividades culturales o los trabajos que no son esenciales tarden cada vez más en volver.
Mantenes contacto permanente, imagino, con tu hermano que está en Londres y con el resto de la familia en Argentina, ¿Cómo están ellos? ¿Se cuidan con las medidas establecidas?
Ellos están bien, estamos todos en contacto permanente. En realidad, yo estoy más preocupados por ellos que por mí, pero sé que están tomando las medidas necesarias para cuidarse y cuidar a los demás.
Acá parecería, (y quizás en otras partes del mundo también pasa), que todavía algunos no comprenden la gravedad del asunto, ¿Por qué crees que será? Falta de concientización, exceso de confianza, viveza, tal vez… ¿Qué le dirías?
Yo no podría decirles nada. Al principio todos estábamos un poco así, luego nos dimos cuenta de que era muy grave. Aquellos que siguen sin creer, si no se cuidan ellos por lo menos que lo hagan por quienes quieren.
Volviendo a vos y a la decisión de dejar de jugar, ¿Qué te hizo pensar que era momento de dar un paso al costado?
Tuve una reunión clave con mis representantes en la cual me ofrecieron el puesto de trabajo donde me estoy desempeñando ahora. Fue una charla muy buena y eso me llevo a pensar que quizás sería mi último año dentro del campo de juego.
¿Te apoyaste en la familia para determinar si era o no el momento de hacerlo, o fue algo que analizaste solo y se los comunicaste una vez tomada la decisión?
Sí. Cualquier decisión que tuve fue consultada por mi familia y amigos más cercanos, siempre.
Varios aseguran que el futbolista no está preparado para la vida después del retiro, ¿es tan así? ¿O hay un poco de exageración en eso que se dice?
Muchos suelen llevarlo muy mal los primeros meses, otros no. En mi caso me ocupé rápido, no tuve tiempo a procesarlo de golpe sino que lo fui viviendo con los días, de a poco. También me fui preparando cuando estudie Marketing Deportivo en el Johan Cruyff Institute, y eso es algo que me sirvió mucho.
El pueblo, la infancia.
Sostengo que los clubes son escenarios de sueños y que sin ellos, los pueblos suelen encontrarse un poco vacíos. Y si me baso en eso, puedo decir (y asegurar) que “Centro Recreativo Unión y Cultura” fue el tuyo cuando eras chico…
¿Qué soñabas ser?
Siempre digo que Unión y Cultura es el club de mis amores. Ahí, fui el chico más feliz jugando a la pelota con mis amigos por el club que me vio nacer. ¿Que soñaba ser? Realmente no soñaba ser ninguna estrella, ni nada de eso, vivía el presente, disfrutaba los partidos y esperaba el siguiente con más ganas. Jugaba los sábados en inferiores y cuando iba a reserva, también jugaba los domingos.
Te fuiste de muy pibe, ¿sentís que te quedaron cosas pendientes?
Y me fui perdiendo la final de la liga. Me fui llorando en mi último partido. No sé si me quedo pendiente salir campeón, pero si quizás, volver a jugar con la celeste unos minutos. Eso puede ser.
El pueblo se asocia con el campito, con el potrero. No hay pueblo que no tenga algún terreno vacío donde los más chicos jueguen a la pelota, se diviertan. En una nota, Riquelme asegura que el potrero te enseña cosas que en el profesionalismo no se aprenden, ¿coincidís? ¿Qué te enseño a vos el potrero, el jugar en el pueblo?
Nosotros teníamos uno que se llamaba EL Rectángulo, era larguísimo pero angosto. Jugar en el potrero te enseña a medir espacios, a jugar en cualquier tipo de superficie, a controlar pelotas que vienen con un conejo adentro, entre otras cosas.
¿Qué tan influyente fue (y es), en la adaptación y crecimiento de la carrera, lo que uno aprende en ese lugar?
Yo iba literalmente cuatro veces por semana, ya sea con mis amigos o solo. Siempre me gustó mucho, nunca dije que no a un picado o a lo que fuese; centros, torneo de penales, mete gol entra, lo que sea. Fue mi base. Aun ya estando en el club yo seguía yendo a el rectángulo para seguir mejorando cosas que por falta de tiempo, en el club no podía hacer.
Paremos la pelota en Unión y Cultura.
Que hoy la base de Unión, en una liga tan competitiva como lo es La Venadense, sea mayoría de jugadores locales es una muestra de que no solo se apuesta a las inferiores, si no que también se están haciendo las cosas bien.
¿Cómo ves el trabajo que se está realizando en Unión y Cultura?
Unión y Cultura siempre tuvo un excelente trabajo en inferiores; por los técnicos y por los chicos. No vi nunca el sentido de pertenecía que tiene la gente del pueblo con el club. Difícil de explicar, es algo que se transmite de generación en generación. Temíamos que ese sentido se termine algún día, pero se ve que es completamente lo opuesto, porque además el club sumo muchos deportes que antes no se practicaban. Hoy no solo chicos, sino muchas chicas pueden jugar hockey, fútbol femenino, etc.
Tú viejo relata los partidos cada domingo, ¿hablas con él sobre el equipo, la campaña, el presente de los jugadores?
Sí, claro. Mi viejo no puede estar ni un día sin hablarme de Murphy. Mucha gente sabe el amor que tiene él hacia el club, aunque creo que no saben realmente lo que mi papa ama a ese club. Maco es veterinario pero cuenta las horas para el domingo poder ir a relatar a la celeste.
¿Eso no te hace querer estar un poco más cerca de ese verde césped?
Siempre estuve cerca. Con mi venta al Betis al club le entro dinero lo cual permitió que pudieran hacer vestuarios nuevos. De vez en cuando hemos donado materiales y en 2016 mande un juego de camisetas para el equipo de primera. Siempre, de alguna u otra manera, estuve cerca.
¿Qué les dirías a esos chicos que hoy están en el lugar que vos hace tiempo estuviste y tienen los mismos sueños?
Que disfruten. Yo disfrutaba, honestamente no pensaba ni tenía presión de ser profesional. De jugar en Murphy a ser jugador profesional hay un camino realmente muy largo y complicado.
Note ilusión en el jugador, en el hincha, con la posibilidad de volver a verte vestir esos colores.
Es algo que me ilusiona a mí también, pero no es fácil. Vivo en otro país, muy lejos y no sé cuándo es que pueda ir. Ojala que pronto y pueda, aunque sea, cumplir ese último sueño.
Frena un instante y mira hacia atrás, ¿Qué ves?
Tengo la imagen de todos deseándome suerte en Boca Juniors, mientras yo solo quería llorar por la final que habíamos perdido. No tuve tiempo de cambiar el chip, al otro día ya estaba en Casa Amarilla entrenando.
¿Cambiarias algo de todo lo que viviste?
No, fui un afortunado y agradecido de todo lo que me toco y elegí en su momento.
Para ir cerrando…
¿Dónde te encuentra la vida hoy?
En Denver, Colorado, USA. Estoy trabajando para la empresa de representación TwentyTwo Sports Management (www.twentytwo.tv), dentro de lo que es el mercado americano, MLS y USL.
Es un desafío importante porque como mencione antes, me acabo de retirar y enseguida me puse a trabajar para la agencia, cuya responsabilidad es muy grande.
¿Murphy es el lugar que siempre te vera regresar?
Murphy es mi lugar. Siempre voy a volver.
Virginia Magi
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