Las historias están para ser contadas. Y los personajes están para darse a conocer. En la región, por suerte, hay mucho de ello.
El presente sitúa a Andrés Lillini en México, viviendo una aventura que nunca imagino, que no espero, con desafíos constantes, difíciles, pero a los que les hace frente con su esencia, con los valores que sus padres, - y el pueblo -, les inculcaron. Asegura estar comprometido con el lugar donde está y ser un apasionado de esta profesión, “hay lugar para muy pocos y me toca a mi estar”. Un tipo simple, que todo lo que hace, lo hace con determinación, con pasión. ¿Qué sería de esta profesión sin pasión? Andrés habla de su cargo, pero también de él mismo. Un viaje donde el presente siempre nos regresa a San José.
¿Qué tal, Andrés?
Buenas tardes, todo muy bien por acá.
¿Qué es lo que más se extraña, si se extraña, del pueblo?
Los que más extraño del pueblo es mi casa. Extraño mucho mi casa, estar con mis hijos, Martina y Valentín, disfruto mucho con ellos el estar en el pueblo, y la familia, mis padres, mis abuelos, mis hermanos, mis amigos. La vida de San José es inigualable y siempre se extraña.
Leyendo un poco el historial encontré una similitud entre Maurizio Sarri y vos; ambos trabajaban en un banco cuando se les presento la posibilidad de introducirse de lleno en este ambiente, ¿lo imaginabas?
Entre Sarri y yo…sí, creo que es demasiada la diferencia – ríe -, Maurizio es un hombre que ha logrado muchas cosas y está en un nivel europeo muy alto. En cuanto a la pregunta, nunca imagine estar en esta situación. Uno va planteando cosas a medida que va sucediendo pero hay cosas que superan a uno mismo y esta es una de ellas. Así que adaptándome a lo diferente que es, es muy dinámico; hoy se está arriba, en algún momento también se está abajo y hay que estar preparado para las dos situaciones.
¿Qué te llevo a aceptar este reto?
Fue todo muy vertiginoso, porque un jueves a la noche el entrenador que estaba se fue por cuestiones familiares y el viernes me encontré con el equipo. Me lo pidió el presidente para ayudar y no dejo de ser un empleado del club. En estas situaciones hay que poner el pecho, entonces la aceptación fue para ayudar rápidamente, después sucedió lo que sucedió y acá estoy.
En la vida, sucede a veces, que las posibilidades nos buscan a nosotros antes de que nosotros busquemos – y encontremos – esa posibilidad…
Yo creo que las posibilidades te encuentran si las buscas. Soy de la idea o del pensamiento de que si algo me busca o me llega primero lo tengo que agarrar porque es una señal. Así me paso con Moscú; yo no busque a Moscú, Rusia me encontró a mí. No dude ante una decisión muy difícil, personal y profesional, tome ese desafío porque creía que siempre iba a ver un crecimiento en ambas cosas.
¿Cada propuesta es tomada – también - como un desafío personal, además de profesional?
Quería sumar cosas a mi vida en el fútbol y fuera de ella, creo que cuando uno adopta o incorpora muchas cosas crece como persona, como ser humano, y después eso te sirve para la educación de tus hijos.
El fútbol demanda su tiempo, a veces nos da, otras veces nos quita…
La verdad que te da muchas cosas lindas y te quita otras tantas. Trato de llegar a mi casa y nada de lo que sucede en las diez, doce horas que estoy en el club llevarlo a casa. Tengo una vida muy sana, sin ningún tipo de problemas porque mi señora no es alguien que vive pendiente de lo que yo hago, las lindas charlas de fútbol las tengo con Martina y Valentín a la distancia, ellos si son de estar pendiente, principalmente Martina, es muy crítica – ríe – porque le gusta mucho, y Valentín es un apasionado como yo de esto entonces realmente lo que hablo de fútbol es con ellos.
Me he perdido muchas cosas lindas de la familia, principalmente estar con mis abuelos, que es algo que extraño mucho, tres de ellos están vivos y cada vez que regreso a verlos es algo que en la cabeza me da muchas vueltas porque a ellos los extraño de verdad, muchísimo.
En el transcurso de este camino – que aun no termino – te detuviste en algunas paradas; Newell’s, Morelia, Boca Juniors, Rusia… ¿Qué te dejo en lo profesional, - y porque no también en lo personal -, la experiencia de formar parte de instituciones como estas y poder aportar lo tuyo para el futuro de las mismas?
En lo personal, estar en estas instituciones donde fui pasando, fue muy diferente, cada una aporto cosas diferentes, me marco mucho la formación en Newell’s Old Boys, aunque no haya jugado en primera división, agradezco mucho haber pasado por sus divisiones inferiores; a los trece años fui a vivir solo a una pensión en Rosario donde ahí, uno crece de golpe, aprende muchas cosas, buenas y malas, entonces aprendes a cuidarte… En lo profesional he sumado, esencialmente en Boca Juniors y Rusia, cosas de mucho valor para el proceso de formación de jugadores porque son clubes muy, muy grandes, donde la presión esta desde chiquito, y eso hay que saber manejarlo, el contexto, entonces te van aportando cosas, especialmente, la solución de problemas, el manejo de los entrenadores que eran todos ex futbolistas profesionales, alguno de mucho nombre. Acá en Pumas ya estoy más maduro, todas esas experiencias anteriores me han servido para estar más sólido en las decisiones y en lo que le tengo que expresar al entrenador para su crecimiento.
La experiencia que se adquiere con el paso del tiempo termina de formarnos, nos brinda la seguridad necesaria para jugar en este ámbito, en este territorio.
A medida que uno va creciendo en esta profesión va recibiendo golpes muy duros y está en la capacidad, en el intelecto de cada uno, después al final es una cuestión de capacidad. Yo creo mucho en la capacidad de asimilar los errores y no volverlos a cometer. Yo digo que experiencia no es aquel que tiene muchos años pero comete los mismos errores siempre, experiencia es aquel que año tras año evoluciona y va cambiando su forma para ser mejor y a su vez, hacer mejor su trabajo.
El estar en el extranjero mucho tiempo te hace también conocer diferentes idiosincrasias donde después te podes sentir más seguro en algunas cosas. Hay diferencias culturales a la que uno se tiene que adaptar y es sumamente importante que ahí estés muy capacitado porque esto requiere mucha profesionalización. No te olvides que trabajar con jóvenes es formar futuro de muchos jugadores que tienen una gran ilusión, tenemos que estar preparado y para estar en este territorio bien firme.
Contémosle al que lea esta nota como se dio tu llegada a Pumas.
Yo estaba de auxiliar de Mario Siaqua en Olimpo de Bahía Blanca donde habíamos hecho un primer torneo excelente, nos salvamos del descenso, un grupo de jugadores magníficos. Empezamos el segundo semestre en el año 2017, el equipo no venía bien, hable con Mario y le comunique que en diciembre no iba a continuar en el cuerpo técnico, hacía dos años y medios que veníamos trabajando juntos, donde de paso agradezco todo lo que he aprendido con él. No se dieron las cosas, y en el mes de Octubre recibí un llamado – increíblemente – del Director Deportivo de Pumas que me conocía de mi etapa en Morelia, hacía tiempo que no hablaba con él, y me comento la idea de que en la cantera de Pumas hacía falta un Director, el había pensado en mi, le agradecí pero le dije que no podía tomar el trabajo en ese momento porque estaba en un compromiso laboral y no iba a dejar hasta que termine, que era diciembre. Me respondió que hasta diciembre no podían esperar y nombraron a un director de divisiones menores y profesionales. Eso fue un miércoles, el domingo jugamos, perdimos y Mario tomo la decisión de dejar el cargo. Nos fuimos. El lunes siguiente estábamos decidiendo el regreso, me volvió a llamar este señor diciendo que habían sacado al entrenador de la primera división de Pumas, y se dio el mismo caso en el que estoy yo ahora, el cargo volvió a quedar acéfalo. El se entero que habíamos perdido, había leído los periódicos, me pregunto si estaba interesado y mi respuesta fue positiva. Hable con mi esposa, mis hijos, nos pareció importante el desafío, yo ya había pensado en volver a divisiones menores y la verdad que era una oportunidad de oro.
Se comunico conmigo a la mañana siguiente para escuchar mi respuesta y a su vez, para decirme que debía viajar a México para tener una entrevista con el Presidente. El viernes de esa misma semana viaje, estuve hasta el domingo y el lunes regrese a Argentina con el contrato firmado. El 15 de octubre se cumplen tres años de mi llegada.
Muchos consideran que las canteras son el corazón de una institución. ¿Qué tan importante es, dentro del equipo de trabajo, contar con gente que surgió de la cantera?
Pumas es un club muy especial, es diferente a todos. Tiene valores muy arraigados. Tiene una playera que cuenta con un peso muy importante, y tiene una forma de vivir, de sentir el fútbol muy particular. Cuando llegue conocía esta naturaleza, esta filosofía, y opte por quedarme a todo entrenador de la casa. Porque pensé, quien mejor que ellos, yo le voy a dar la metodología, las formas, los voy a guiar por el camino de lo técnico, de lo táctico, pero que mejor que ellos para trasmitirle a los jóvenes que necesita un jugador de Pumas para vestir esta camiseta en primera división. Y nos ha salido muy bien. Yo creo que el entrenador identificado, formado con la institución ha mamado desde muy chico las ideas y hoy, todos los entrenadores que tenemos, son ex futbolistas formados en casa y el 80% jugo en la primera de Pumas. Entonces, la trasmisión del concepto de lo que es pertenecer a esta institución la llevan a cargo ellos y es lo mejor que nos están pasando.
Pumas se nutre mucho de ello, ¿cierto?
Si, Pumas se nutre mucho de la cantera, históricamente, tuvo un lapso de siete, ocho años que no ha pasado eso, que ha caído, con el tiempo se reactivo y hoy estamos tratando de resurgir con estos jóvenes que están debutando. Acá, siempre el sentimiento acompaña mucho al desarrollo del futbolista, el sentimiento por este club, es por eso que decía de que es un club particular; la efervescencia, la pasión, la Universidad Autónoma de México que es única, tiene más de trescientos mil alumnos y cada uno de esos alumnos cuando se reciben sienten una pasión muy grande por haber pertenecido a esta Universidad… Es un todo. Universidad, equipo de fútbol, de fútbol americano, todos tienen la misma pasión. Este sentimiento es único. Cuando aquel que juega acá le toca irse, él mismo valora mucho su formación acá adentro.
Hablemos un poco de “Fuerzas Básicas”, ¿en que se basa el proyecto en sí?
El proyecto se apoya en la captación. Yo creo que si no hay captación de futbolistas no hay proyecto. Lo que nosotros tenemos es un área de captación llamada inteligencia deportiva donde esta todo el desarrollo de análisis de los rivales de todas las divisiones, seguimiento de jugadores internacionales y las visorias; la captación de jugadores a nivel nacional para división menores, y lo mismo para primera división. Yo diagramo como se lleva a cabo eso, que es la primera parte, la base de esta pirámide. Y ahí vamos nutriendo los equipos anualmente de jugadores de una forma muy organizada. El club tiene presencia en todo el territorio mexicano muy fuerte, entonces cuando hay pruebas de jugadores son muy masivas y eso nos ayuda mucho.
¿Cómo es la metodología de trabajo?
Es muy particular, la vengo perfeccionando desde que estoy en Monarcas Morelia, pero no he cambiado los conceptos. Mensualmente le entrego esa metodología de trabajo al entrenador de cada división. Cada metodología está dividida por edades y se dividen en técnico-táctico-físico. Luego están todas las áreas de apoyo que no son de cancha; área de desarrollo social que se basa en el seguimiento del colegio, la atención a los padres de familia, donde también está el área de nutrición. Después tenemos el área de psicología y coaching, donde los chicos son atendidos y tenemos el área de medicina, que es la prevención principalmente de lesiones y hoy más que nunca, con esto del Covid-19, todo lo que son los protocolos de sanidad. Asimismo tenemos dentro del departamento de desarrollo social lo que es pensiones; contamos con dos pensiones, y también escuela propia de la UNAM, así que los chicos estudian aquí…
Pumas es un club que te brinda de forma integral todo.
Lo que se busca encontrar.
Pretendemos encontrar un jugador formado humanamente, que sea fuerte de la cabeza, porque esta profesión es muy difícil, al fútbol no juega el que quiere, juega al que lo elijen, entonces tenemos que estar preparándolos para un futuro que, si no es en el fútbol, que sientan el privilegio de haber pasado por estas fuerzas básicas, que les deje una enseñanza de vida y principalmente que no hayan dejado de estudiar, porque al final de todo el estudio es lo más importante.
¿Qué tan necesaria es la competencia interna para el desarrollo del futbolista?
Estoy convencido de que si no hay competencia no existe un desarrollo del futbolista. A mejor competencia, mejor desarrollo. El futbolista tiene que competir. Esto es un juego, es fútbol, donde hay dos equipo que se enfrentan, entonces mayor sea tu competencia, mayor sea tu rival, mejor será. Nosotros tratamos de que el jugador crezca mucho compitiendo diariamente. Es muy importante para nosotros el entrenamiento. Tenemos entrenamientos muy intensos en todas las divisiones, lo hacemos meter al jugador en un lindo programa de competencia diaria, porque al fin y al cabo, cuando lleguen a primera división no hay tiempo para tratar de que esta competitividad se mejore. Tienen que llegar ya competitivos, tienen que saber ya la importancia de ganar, de competir al máximo de sus capacidades.
En la vida todos tenemos sueños. Y esta bueno tener sueños. Pero también es importante diferenciar entre sueño y realidad. ¿Cómo se trabaja la realidad en la ilusión de los más chicos?
Las ilusiones se trabajan de forma medidas, por eso tenemos un departamento de cinco psicólogos y coaching que nos acompañan desde los diez años hasta primera división, porque las ilusiones son muy altas, no solamente del niño, también del grupo familiar, y a veces desmedidas. Como mencione anteriormente, cuando llega el momento de la elección final, algunos quedan fuera y eso es un golpe muy duro. Desde el primer momento nosotros recibimos a los padres de familia, les entregamos una carta donde se le cuenta toda la realidad de un proceso formativo y luego hacemos una presentación formal de todo lo que es el club, y lo que será la estancia del niño aquí. Todos los años son evaluados, vienen jugadores nuevos, se van aquellos jugadores que vemos que no han tenido el perfil para esta institución, entonces las ilusiones a veces son altas y a veces decaen. Lo primero que hay que hacer es no mentirles, decirles la verdad de cómo van sucediendo las cosas y hacerlos vivir constantemente con los pies sobre la tierra. Hacerles saber que se están formando, que todavía nadie tiene seguro nada y que esto es una carrera de resistencia, no de velocidad. Y a los padres, hacerles entender que el niño está en ese lugar, para que tampoco ellos crean falsas expectativas.
La esencia del jugador.
Nunca hay que dejar que la esencia del jugador se pierda, es el talento, es la forma misma del jugador, es lo que ha nacido. Esa esencia tiene que ser nutrida y perfeccionada, no cambiada, porque es al final un ser humano. Es lo que lo ha hecho llegar acá y es lo que lo hará trascender.
Dos preguntas sobre el medio, ¿Cómo ves al periodismo de hoy?
El periodismo ha crecido mucho, ha evolucionado mucho, se ha perfeccionado, muchos ex futbolistas – en todo el mundo – están trabajando en la televisión, los análisis de los partidos hoy son hechos por gente que ha jugado. Creo que a veces es un poco desmedida la crítica en algún sentido, pero es un trabajo, y no es un tema fácil para nosotros que estamos de este lado, pero se acepta porque es un trabajo digno y profesional que se hace, que el fútbol necesita, porque tampoco hay que sobrevalorarlo. Al final somos todos iguales, estamos todos dentro de una misma rueda que tenemos que alimentar con lo mejor de uno mismo.
¿Por qué cuesta tanto hablar de fútbol?
Quizás cuesta hablar de fútbol porque vende más lo otro, el problema, la pelea, las cuestiones personales a lo mejor son mejores títulos que desmenuzar un partido en un anisáis táctico.
Entrando un poco en la actualidad, ¿esperabas ser quien esté a cargo del primer equipo o es algo que te sorprendió?
No lo esperaba, no lo pensé, no trabaje para eso, no lo busque. Si me sorprendió. Y me tengo que adaptar porque ahora soy yo el líder de un grupo, de un cuerpo técnico. Estas cosas suceden, pero para ser sincero, no lo esperaba para nada, no estaba preparado, me adapte muy rápido, trate de sacar todos mis aprendizajes rápidos porque esto no para, cada siete días hay que dar resultados y esta institución es sumamente grande y hay que estar en la vanguardia.
El arranque fue excelente…
Si, tuvimos un arranque excelente, fuimos creciendo, nos hicimos muy fuerte, un grupo muy valiente, sano, joven. Entrenamos mucho, aguantan, son nobles. Ellos han puesto al equipo en esta situación, de estar entre los primeros lugares. Y ahora viene la parte más difícil que es mantenerse. El torneo mexicano es muy competitivo, hay equipos que en la recta final aprietan y siempre terminan estando arriba, así que nosotros debemos tener la capacidad de saber que eso no lo vamos a dejar y eso es sumar calidad al trabajo que estamos haciendo.
¿Es descabellado pensar que aquello que empezó en interinato termine como oficial?
Fui interino, había quedado con el presidente que sería por los primeros cinco partidos, porque ahí teníamos una jornada triple para que la directiva tome con tranquilidad la decisión de traer a alguien nuevo. Se fueron dando las cosas, el grupo hablo conmigo, con el presidente, también los jugadores querían que yo no abandone y se oficializo hasta el final del torneo.
Después de diciembre no sé qué es lo que voy a hacer. No me he enfocado en esa decisión, no la pienso tampoco, trato de no salirme de lo que estoy haciendo porque esto depende de mucha concentración, me demanda mucho tiempo, es el análisis de muchas cosas y trato de estar en eso.
¿Cómo se recupera el prestigio?
El prestigio en el fútbol se recupera ganando. Estando arriba, peleando y dejando una imagen bien solida en la cancha. No hay otra manera, creo, de que no sea apuntalado a este prestigio que esta institución tiene ganado.
“Es un león que estaba dormido y que ahora empezó a caminar…”
¿El león empezó a correr ya?
El león camina, no corre aun. Creo que nos falta madurar, el equipo, fuerzas básicas, está madurando y esa maduración es caminar, creo que vamos a empezar a correr cuando se consolide esto con un proceso digno de divisiones menores, donde haya dos o tres edades juntas que apuntalen al primer equipo y que el primer equipo gane cosas importantes.
Por ahora está caminando.
¿Pensas a veces en regresar?
Si. Pienso en regresar a San José porque tengo mi casa, porque creo que es mi lugar, porque tengo a mi gente. Pienso en regresar porque me hace feliz estar ahí. Soy una persona que disfruta mucho como se vive, de la gente. Estoy muy agradecido de haber nacido ahí en San José.
Para cerrar, ¿Qué te lleva a ser quien sos?
Nunca he bajado los brazos, soy alguien que se nutre mucho de lo positivo, que nunca le ha dado importancia a las envidias, a las miserias de los seres humanos cuando no te desean cosas buenas, me alimento de esa negatividad como cosa positiva. He tomado decisiones duras en mi vida. Si me creo un hombre valiente, de superar retos importantes, pero nunca perder la base de educación de mis padres. Hablo con ellos y hay cosas que me dicen que todavía,- a los 45 años -, me están educando y eso no me hace perder a donde estoy. Tengo valores inculcados, si no los hubiese tenido, si no hubiese sido una persona de bien, seguramente esta profesión me hubiese dejado de lado porque no tengo un apellido importante para estar soportando muchas cosas. Siempre me maneje bien, trabajador, comprometido con el lugar donde estoy y un apasionado de esta profesión, porque hay lugar para muy pocos y me toca a mi estar, es por eso que todo lo que hago lo hago con mucha pasión.
Virginia Magi
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