Walter Ribonetto, o “Tino”, como así lo conocen, creció en un pueblo llamado Corral de Bustos, en la Provincia de Córdoba. Lugar tranquilo al que vuelve siempre que puede. El destino de la vida lo volvió a poner en el mundo profesional. Esta vez, como entrenador. Una etapa que arranco en Liga Regional y desemboca en la máxima categoría de fútbol argentino.
¿Quién es Walter Ribonetto? Esa es una pregunta para el otro, (risas). Hombre de fútbol. Un tipo que hace lo que le gusta con mucha pasión.
¿Qué haces cuando tenes tiempo libre? Algo que no falta, la siesta. Hacer actividades con las nenas y esposa. También, trabajos relacionados al entrenamiento. Mirando todo, menos fútbol.
¿Volver al pueblo te desconecta? Siempre es bueno despejarse un poco. Cuando tengo más de dos días libre, me vengo al pueblo. Ahora se hace un poco difícil, pero teniendo cuando tengo tiempo, siempre vengo a ver a la familia.
¿Por qué decidiste ser entrenador? Desde el comienzo ya sabía que ser entrenador era lo que iba a ser una vez que deje de jugar. Quería seguir ligado al fútbol.
¿Qué te hace ser mejor en este oficio? Trabajar día a día. Estar en todos los detalles. Manejo de grupo, algo fundamental. Ser frontal. Pero eso tampoco te garantiza ser el mejor.
¿Cuáles son los fundamentos básicos que un entrenador debe trabajar? Personalidad. Credibilidad. Honestidad. Capacidad. Saber manejar las diferentes situaciones, entre otras cosas.
¿Tener una idea de juego es lo que te identifica del resto? Todos los entrenadores tienen su idea de juego, pero lo más difícil e importante es llevarla a cabo, ejecutarla. Y eso depende mucho de los jugadores. No siempre es posible.
¿Qué es jugar bien? Primero, se debe tener buenos jugadores para llevar a cabo la idea. Buena posesión de balón, equipo amplio para atacar. Tener profundidad, presión alta y recuperación tras perdida. Y obviamente, crear situaciones de gol y poder concretarlas.
¿Qué tan importante es saber controlar el balón? El control y el pase es esencial en este juego. Saber jugar a uno o dos toques marca la diferencia.
Pase y control. Algo que parece sencillo, pero que no lo es. Como lo exprese anteriormente. A la mayoría de los jugadores les cuesta eso. Hay en el fútbol de elite si no tenes buen control y pase no progresas. Por supuesto que eso es algo que se debe trabajar en divisiones juveniles. Muchos llegan a Primera División sin ese trabajo; ya se: pase, perfiles, trabajos específicos…
¿Qué tan necesario es saber jugar con el balón y saber jugar sin él? Las dos cosas son importantes. Con el balón, porque tenes que decidir qué acción vas a realizar. la decisión que se toma debe ser la más correcta posible. Y sin el balón, para darle opciones de pases al poseedor de la pelota. Ya sea en desmarques, ocupar espacios, en diagonales, entre otras.
¿El entrenador debe adaptarse a sus jugadores o al revés? Muchas veces, uno como entrenador, llega a un club y tiene una idea que llevar a cabo, pero no siempre por elección de los jugadores uno la puede realizar. Ya sea, porque el entrenador llego a mitad de torneo o porque bajaron en tres fechas al DT anterior. En ese caso, te adaptas a lo que tenes y le vas dando tu idea en la medida que puedas. Y también, viendo la situación del equipo; si está peleando el descenso, si tiene jugadores de no tanta jerarquía, por ejemplo.
Es necesaria la rebeldía en el jugador para poder crear, ¿coincidís? Si, por supuesto. Se necesita rebeldía, carácter, impronta y personalidad.
¿Qué es lo que se aprende en el potrero que no te da el fútbol profesional? El potrero somos nosotros en este fútbol. El chico, desde muy pequeño, ya mama fútbol. Uno aprende a ser pillo, bicho, caradura, ventajero… por algo el jugador argentino juega en todas las ligas.
¿Cuál es tu mayor reto como entrenador? Ser a futuro, cabeza de grupo. Tengo ese anhelo en el fútbol de élite. Antes lo hice en juveniles y Liga.
¿Cuánto influye la opinión publica en las decisiones de un entrenador? Uno puede escuchar de todo, pero la decisión la tenes vos como entrenador. Eso no tiene por qué influir. En todas las decisiones que tomes, debes estar convencido. Muchas veces no va a ser la ideal, o quizás sí, pero en todas convencido.
¿Por qué cada vez son menos los clubes que apuestan a un proyecto a largo plazo? No existen los proyectos a largo plazo. Hoy mandan los resultados. Ningún directivo se la juega por ese proyecto, porque después los líos los tienen ellos con sus hinchas.
Hoy importa más el resultado que cualquier otra cosa. Seguramente, y nos podía pasar a nosotros. Si en el arranque hubiésemos perdido cinco partidos seguido, hoy estaría en mi casa y en boca de todos. El fútbol es así; si la pelota entra sos un fenómeno, si pega en el palo y sale, un desastre.
¿Cómo ves al fútbol argentino? No cambio mucho. Más físico que técnico. Hoy se equiparo con los clubes grandes que antes era lo que marcaba la diferencia. La Copa Argentina es el ejemplo.
Godoy Cruz fue la gran revelación del torneo, ¿cómo controlaron la ansiedad del grupo con el correr de los partidos? El reflejo del entrenador y el Cuerpo Técnico son los jugadores. Siempre trabajando de la misma manera, nada cambio. Darle tranquilidad para que ellos puedan ejecutar lo mejor posible. Y hacer valer la experiencia; la ayuda de los mas grande hacia los chicos.
¿Cuál era el principal objetivo del equipo? Convencimiento de lo plasmado. Presión alta. Salir a jugarle de igual a igual a todos. Recuperación tras pérdida, transiciones simples. Ser prácticos. Tener intensidad y orden.
Estuvieron cerca de coronarse… La idea de Diego, era la misma que tenía todo el Cuerpo Técnico; en principio meternos en Copa Sudamericana. Arrancamos varios puntos abajo del primero y fuimos haciéndonos fuertes, sobre todo de local. Y empezamos a ganar en canchas difíciles como Central, Estudiantes, San Lorenzo. Comenzamos a creer en ellos, en nosotros, que podíamos pelear hasta el final y lo logramos. Nos convencimos que si se podía.
Hoy en día se consume mucho fútbol. ¿Qué opinión tenes con respecto a los medios? Es lo que vende. Es imposible abstenerse de eso, pero esta en uno que quiere ver o escuchar. Muchas cosas son mentiras. Pero no todos los periodistas son de la misma forma.
¿Por qué cuesta tanto hablar del juego? Porque la gente quiere escuchar lío y no hablar del juego. Pasa a otro plano. Así, como en la vida diaria; no se marca lo bueno, siempre lo malo.
Hablemos un poco de actualidad, ¿cómo fue tu llegada al club? Mi llegada se dio porque conozco a Diego desde Lanús (en el 2002). Él estaba como entrenador en la Reserva de Godoy Cruz y necesitaba un ayudante, me llamo y a fin de año nos pusieron a cargo del primer equipo.
¿Cuál fue el contacto con Diego Davobe? ¿Se conocían de antes? Si, lo tuve como entrenador de arqueros. Fue en el 2002 con Chiche Sosa y en el 2005 con Pipo Gorosito. También, en el año 2001 el dirigió el último partido ante Belgrano de Córdoba porque le toco reemplazar al técnico que se había ido.
Godoy Cruz, es uno de los clubes que se destaca por su evolución en estos últimos años. ¿Cómo lo ves vos ahora que estas adentro? Ordenado. Tiene una infraestructura maravillosa. El predio de esta Institución es de los mejor de sudamericana. Se trabaja tranquilo. En juveniles creció mucho Godoy Cruz. Están muy bien de la mano del Gato Odra. Hay buenos proyectos, jugadores.
Me comentaste que el cuerpo técnico de Primera División, cuando tienen la oportunidad, siempre va a los partidos de las categorías inferiores. ¿Están en contacto permanente con lo que pasa en inferiores? En todo momento. Las inferiores entrenan también en el predio. Siempre y cuando podamos, vamos a las jornadas los días sábado, como así también vamos a ver la Reserva.
Volvamos a vos y a tu etapa en la Liga Interprovincial. ¿Qué recordas de tu paso por Independiente? Tengo los mejores recuerdos. De volver y salir bicampeones. Ganar la copa. Crecer como entrenador. Y que el club juegue la Copa Santa Fe, hacer debutar muchos jóvenes. Y también, el trabajo realizado en inferiores.
La Interprovincial no es una Liga fácil de ganar, sin embargo vos conseguiste dos campeonatos; 2014 y 2015. No es fácil para los jugadores, ni para los entrenadores, sin embargo tenía ese equipo una idea futbolística que no estaba acostumbrado. Le dimos nuestra impronta, funcionamiento, carácter, orden. Intentar jugar siempre.
¿Volverías? Hoy disfruto de este momento que busque. Veremos hasta donde podemos llegar en este camino. Nunca sabemos que nos depara el destino. Hoy te digo que no, más adelante no lo sé.
¿Qué cosas te quedan pendiente? Nada. Di todo desde mi vuelta. Todo lo que estaba a mi alcance. Fueron muchas cosas positivas y eso creo que quedo a la vista; desde los que conformaban mi grupo de trabajo hasta los propios jugadores, que día a día son los más importantes.
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