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Foto del escritorVirginia Magi

“Se trata de ir superando los desafíos que se nos presenten”

El técnico de reserva suele trabajar en silencio, bajo la sombra. Pero que sea un trabajo silencioso no lo hace menos importante.


Emanuel Manfredi llegó a Centenario en 2014 para hacerse cargo del segundo equipo. Desde aquel día, la historia cambio, también el presente. Y su llegada, coincide con la etapa más gloriosa de esta categoría. ¿Casualidad? No lo creo.


Emanuel Manfredi, técnico de la segunda división de Centenario. (Foto: Centenario Web)

Empecemos por lo primero, contame, ¿cómo apareció el fútbol en tu vida?


El fútbol apareció en mi vida como un legado familiar. Crecí en una casa donde se respiraba fútbol. Mi abuelo integro la primera comisión directiva del club Arteaga cuando se fundó en el año ’42, y además de eso, también era arquero. Mi tío, empezó a jugar en Alianza (fue arquero de reserva y primera), y cuando deja de jugar queda a cargo de una escuelita de fútbol que se había armado en aquel tiempo. También, llegó a dirigir al primer equipo, fue canchero del club… es decir, yo mame todo eso de chiquito, fui arquero, mascota del club, entrenador de inferiores y llegue a reserva a partir del 2010 y a primera división en 2013. Ya en el 2014, llego a Centenario de la mano de Guillermo Gerardi.


Es decir, que desde el 2014 estás dentro de la Institución...


Si, desde ese entonces estoy donde me encuentro hoy. Dirigí reserva y quinta. En 2015, con la llegada de Ariel Damato, pase como entrenador de arqueros del plantel superior y a partir del 2016 ocupo el cargo de técnico de segunda división y ayudante de campo de primera.


Mencionaste quinta y dado a que la reserva es muy joven también, te pregunto; ¿Cuando uno tiene a cargo a jugadores chicos, el entrenador pasa a ser una especie de educador?


Creo que la tarea del entrenador, aparte de preparar jugadores de fútbol, es que tiene a su cargo a chicos que van a ser personas el día de mañana, entonces uno trata desde su experiencia de vida marcarles las pautas de convivencia, recalcar los valores. A partir de eso, pasas a ser un factor importante en el crecimiento de un jugador de quinta, de reserva. El rol del entrenador es muy importante. Es una tarea fundamental en el desarrollo; no solo como jugador, también como ser humano.


Hablemos de fútbol.


Analizando este Centenario se puede ver a un equipo que juega simple y de mitad de cancha hacia adelante muestra un juego más vertical… ¿Eso es lo que queres e intentas consolidar?


Yo considero que en el fútbol hay cuatro facetas; defender – recuperar – administrar la pelota – y atacar. Yo siempre intento que el equipo tenga la posesión de pelota. Todo sistema de juego depende de los jugadores que tenga. Y en este caso, como la segunda división sigue siendo una categoría de formación, uno puede darse el gusto de poder jugar como a uno le gusta y no adaptarse tanto a los jugadores que se tienen.


¿Cuál es la idea?


La idea de este equipo es salir jugando por abajo, tener control de pelota y una vez que se llega a tres cuarto de cancha contar con un ataque más directo. Y ahí sí dependemos de las características de los jugadores; si son rápidos, habilidosos… Si bien la idea principal es la posesión de pelota, eso es algo que va a ir cambiando dado a las características que tengan mis jugadores. Centenario tiene un ADN que te trasmite, pero igual así, depende mucho de lo que hay en el plantel.


Este año, el equipo tiene más juego. Si bien, el equipo es el mismo, a diferencia de este, el año pasado teníamos chicos que jugaban su primer año en reserva, ese cambio de categoría se notaba bastante. Este 2019, a raíz del título que se ganó en 2018, nos dio mucha más confianza para arriesgar, jugar, manejar las distintas situaciones que se nos van presentando. Lo que se busca es que los defensores se la den a los volantes, que los volantes a los delanteros, y no saltear esa línea de intermedio que haría que la pelota, en vez de tener posesión, se divida.


Y en los entrenamientos, ¿haces también hincapié en cuestiones técnicas?


El futbolista tiene que tener en claro que esta en una institución con un paladar especial. Una institución que tiene exigencia de buen juego y que ese consecuente te da la posibilidad de ganar.


Nosotros entrenamos parte técnica, táctica, también la estrategia y la coordinación – sobre todo en inferiores – que está a cargo del profe Carlos Arelo. En el entrenamiento nosotros nos adecuamos a eso, donde el futbolista tiene todo a disposición; entrena lo técnico que a su vez tiene un juego con los tres factores (técnico – táctico – estratégico). Hay un trabajo mancomunado de la parte física hasta la parte técnica.


Se le da mucha importancia al manejo de perfiles, al golpe en el pase corto, pase largo, al cabezazo, a todas las cuestiones técnicas que requiere un jugador de primera división.


¿Cuentan con una planificación de trabajo?


Nuestro cuerpo técnico sabe en la semana lo que va a trabajar, ya sea en quinta o reserva, con el aliciente de que este año en reserva hay muchos chicos que están estudiando en Rosario y eso nos complicó a la hora de contar con todo el plantel como torneos anteriores. Un problema que se va a agudizar en el futuro porque cada vez son más los chicos que se van. Si bien el club nos da la posibilidad de contar con dos autos para viajar, al ser muchos, esos dos autos terminan siendo poco y no alcanza. Esto de no poder contar con todos, es un tema que creo, que lo estamos manejando bastante bien. Y a la vez, eso termina siendo un tema general, no solo lo sufrimos nosotros.


Dependiendo la posición se otorga una función, pero, ¿qué tan importante es que el jugador conozca su posición dentro del campo?


En el fútbol existen roles y funciones de cada jugador dependiendo su posición. Eso, es parte de la estrategia. Hay partidos que por necesidad de un resultado o características del rival, uno da la orden de que – por ejemplo – vayan los dos marcadores de punta al ataque… Es fundamental que cada jugador conozca su rol, su función y entienda el rol que tiene su compañero dentro del equipo. Y en determinadas situaciones resolver rápido.


¿El desobedecer la función dentro del campo puede concederle ventajas al rival?


Yo considero que la tarea fundamental de un técnico es ayudar a que el jugador resuelva cada instante, determinadas situaciones de un partido. Todos tienen que saber el “porque” de un movimiento del compañero, para actuar de manera rápida ante cualquier determinación que aparezca en el juego. Sucede que a veces, uno varía las posiciones en las que coloca a sus jugadores; por ejemplo el caso de Bevilacqua; en quinta y reserva jugó de mitad de cancha hacia adelante y en primera esta como marcador de punta… Martín fue un chico que escucho mucho en su formación y hoy eso está dando sus frutos. Cada tanto se acerca con ideas, con su forma de ver el fútbol, y que termina reflejando lo importante que es que el jugador, cada tanto, abra su cabeza. Y que es, a su vez, una tarea fundamental del entrenador hacer que su jugador conozca el juego.


¿Respetar cada función te lleva a ser un equipo más equilibrado?


El equilibrio te lo da el equipo en sí; en la manera de atacar y defender, que no se note una diferencia abismal a la hora de defender si el equipo ataca y viceversa. Yo siempre digo que se ataca mientras se defiende y se defiende mientras se ataca. Hay que buscar esa particularidad para que el equipo entienda que cuando yo ataco, defiendo y cuando defiendo, debo contar con una vía de escape para iniciar un contra golpe.


¿Cómo trabajas la parte defensiva y ofensiva?


Como mencione antes, contamos con una planificación del profe o de los entrenadores – en este caso, Marcelo – para ir trabajando. Generalmente, en pretemporada, se trabaja un tiempo determinado. Este año se decidió trabajar por líneas separadas. Ya en competencia, los trabajos pasan a ser más en equipo, porque entendemos que el futbolista tiene los conocimientos necesario de la manera en la que se defiende y ataca. Pero a su vez, tenemos un día determinado donde cada uno va con su grupo y trabaja específicamente lo que tiene que ver con la función que corresponde; los movimientos, las distintas soluciones que tienen determinadas jugadas.


El tiempo que le dedicamos a cada sector depende de la semana de planificación y el tiempo estipulado para eso.


¿Intentas siempre jugar con un mismo sistema? ¿O eso lo ves dependiendo el rival que tengas enfrente?


El sistema de juego depende de los jugadores. Hemos variado muy pocos sistemas en quinta y reserva. Desde que asumí, con el correr de los años pudimos mantener una idea y un sistema muy parecido. En mi experiencia con Alianza, en cambio, si eh variado bastante de acuerdo al rival y a las situaciones que se nos presentaban.


Acá mantenemos una línea bastante parecida por la necesidad del club, por características de jugadores, pero más allá de eso, hemos cambiado; no tanto el sistema, si no la estrategia de como presionar, si tenemos que esperar o salir jugando en la salida… descubrir la situación de cada momento. Considero, que el sistema depende del rival, de los jugadores que tenga, de las situaciones que cada partido determina, y el descubrir esas situaciones es un desafío que creo, que a todos los entrenadores nos gusta.


Jugar el partido antes de que se juegue, analizar.


Los jugadores cambian, pero el estilo sigue siendo el mismo. La idea, sigue siendo la misma. ¿Por qué pasa eso?


Creo que con el paso del tiempo hemos logrado mantener una idea. Ser un equipo competitivo, dar lo mejor en cada partido para intentar ser el mejor a fin de año, que ese fue el primer objetivo que nos propusimos en 2014 cuando asumí en el segundo equipo.


Centenario venia de varios años sin salir campeón y lo pudimos conseguir en 2016 y con la mayoría de los chicos que hoy forman parte del plantel superior. Y el poder mantener eso en el tiempo fue una alegría inmensa, un objetivo cumplido y el hecho de seguir manteniéndolo es un desafío superior.


Creo que ayuda que yo esté en quinta – categoría de inferiores más cercana a la reserva –, la misma manera de entender el fútbol, de buscar los mismos objetivos, hace que el traspaso sea mucho más simple.


¿Cuál es la idea de este proyecto?


La idea del proyecto es otorgarle a la primera división la mayor cantidad de jugadores del club posible, con ideas futbolísticas sólidas, con entendimiento del juego y con objetivos claros.


El promedio de edad del primer equipo es muy joven, y se le suma – a su vez – que la mayoría son jugadores nacidos en la cantera, ¿Qué te produce el verlos ahí? Dado a que la mayoría pasó por vos.


Si, el promedio de edad de ambas categorías es joven.


Somos unas de las reservas más jóvenes y ver jugar en primera a la primer camada de quinta que tuve (categoría 98 – 99), me llena de orgullo. El ver que pude potenciar o ayudar, desde mi lugar, a crecer en el camino a este grupo de jugadores me hace muy feliz. Y eso me lleva a creer que más allá de los títulos, la tarea del entrenador de quinta o reserva, es ser un eslabón importante en su carrera futbolística.


Uno cuando lo ve de afuera, piensa; estos chicos no se conforman nunca, siempre van por más. ¿Cuál es la motivación en este caso?


La motivación que hemos conseguido mantener en el tiempo es intentar ser los mejores cada año, en cada partido. Intentar mantener la vara lo más alto posible y mejorarla.


En la vida hay que intentar ser cada día un poquito mejor, darse cuenta de los errores que se cometen y de las virtudes que se tienen. El potenciar nuestras virtudes y achicar el margen de error nos lleva a ser un poco mejor cada día.


Lo que estamos viviendo en reserva es importante. Es un sueño, algo maravilloso. Sabemos que mantener este proyecto cuesta, tanto los chicos como nosotros le dedicamos mucho a esto, disfrutando y poniéndonos nuevos objetivos. Elogiándonos pero no abusando del éxito, de la victoria, porque sabemos que convivimos con la derrota constantemente. Tenemos que disfrutar lo necesario y pensar en lo que viene, porque el partido más importante que tenemos, es el siguiente.


¿Cómo se hace para mantener motivado a un grupo de chicos que viene saliendo campeón todos los años?


Si bien me gusta implementar alguna charla, alguna imagen o video motivacional, la motivación pasa por uno mismo, de intentar ser mejor cada día, de saber que estamos compitiendo y que no hay nada que nos motive más que eso, de que podemos llegar a ser el mejor. Particularmente, no suelo conformarme con lo que hice como entrenador, y quiero mejorar con el tiempo. Trasmitir que los chicos sean mejor día a día y eso es difícil, porque muchas veces se puede y otras no. Generalmente, el jugador de fútbol se esfuerza, compite y de vez en cuando gana. Nosotros ganamos más de lo que hemos competido sabiendo que nada es para siempre y eso nos hace estar preparado para disfrutar cada momento de alegría que te da el fútbol.


Intentar ser los mejores cada torneo, cada año. Creo que eso, es lo que más te motiva.


¿Cuál es la clave para transformar a un equipo, en equipo ganador?


No creo tener la receta de hacer un equipo ganador. Lo que sí creo, cuando un grupo entiende, domingo tras domingo, que tiene la posibilidad de intentar ser mejor cada partido, y que si ya ganó un domingo se pone como objetivo ganar el próximo, te lleva a ser un equipo ganador. La victoria sin base sólida no sirve de nada. Lo repito, no sé cómo se hace un equipo ganador, lo que sí sé, es que esto se trata de ir superando los desafíos que se nos presenten. Aquello que se logró en el pasado, fue lindo, pero es pasado, lo próximo es lo verdadero; un torneo o un campeonato, y hay que proponérselo.


De tu primer entrenamiento en el club hasta ahora, ¿seguís siendo el mismo?


Creo que en la vida, todo reconocimiento es la experiencia. No soy el mismo del primer día en que llegue, pero si con las mismas ideas, quizás más profundizadas y mejoradas. Seguramente hoy soy mejor entrenador de lo que fui el primer día. Y con el paso del tiempo seré mejor entrenador que ahora. Y el día en que decida abandonar esto y no dirija más, seré mejor de lo que fui. Uno aprende de la experiencia y el tiempo muchas veces te enseña a desarrollar la toma de decisiones. En esta profesión uno convive con el error porque muchas son decisiones que se toman a corto plazo; uno lo que puede hacer es analizarla en la previa del partido pero la toma de decisiones es en el momento, decisiones de tiempo corto; a veces se acierta y otras no.


¿Qué cosas te enojan? Hablando siempre dentro del contexto del fútbol.


Tengo un carácter fuerte y como todo argentino, me gusta que las cosas sucedan rápido. Tal vez, tenga que aprender a hacer un poco más paciente. Me enoja que no den el 100%. No solo en el fútbol, también en la vida. Y en ese sentido, como jugador no fui tan bueno, porque si las situaciones eran negativas, me bloqueaba. A raíz de eso, aprendí que hay que dar el cien por cien siempre, porque eso en la victoria te llena y en la derrota te deja tranquilo.


Si das el máximo, después de una derrota, al apoyar la cabeza en la almohada sentís tranquilidad porque sabes que lo diste todo y entendiste que el rival fue superior. Si no te brindas al máximo, te queda la sensación de que podrías haber hecho algo más… El estar tranquilo te hace encarar la semana de otra forma, te lleva a intentar mejorar los errores que se cometieron.


El fútbol es un juego que se piensa mucho. Y el error está al alcance de la mano. ¿Qué me enoja? Cuando un jugador por ciertas cuestiones, ya sea fastidio o enojo, no del 100%.


¿Qué tan importante es contar con un grupo unido?


Muy importante. Uno tiene como motivación ser mejor cada día y en eso, se deben manejar los egos. Trabajar para que el “nosotros” este por encima del “yo”. Tener en claro que mi compañero me hace mejor y yo le hago mejor a él. Y cuando eso sucede, es fascinante. Por suerte, en lo que eh dirigido, me ha tocado ver que se mejoren el uno al otro.


El otro día escuche una entrevista en donde Pep Guardiola decía que aquellos equipos que tengan buenos suplentes a nivel humano, son equipos campeones. ¿Coincidís?


Guardiola es un referente. Al menos, a mi entender. No intento copiarlo porque no creo que esté en condiciones de hacerlo. Si lo escucho. Y considero que para ser campeón, primero tenes que tener buenas personas. Contar con un grupo que deje el “yo” detrás y ponga “el nosotros” como bandera.


No comparto con aquellos que dicen, “yo salí campeón”. Comparto, que es algo que también me identifica, el decir “somos campeones”.


El plantel es amplio pero solo once juegan de arranque. Otros van de suplentes, y algunos, ni siquiera están. ¿Es difícil hacer que aquel jugador que no juegue o aquel que quede fuera, entienda la decisión?


En un grupo todos son importantes; el capitán, el referente, el 9 que hace goles, el arquero, el que rechaza y el jugador que está sentado en el banco de suplentes esperando que a sus compañeros les vaya bien. Y aquel que queda afuera también, porque necesitamos que apoye desde el otro lado. Es por eso, que es tan importante entender que esto es un juego en equipo y no individual. Y entender, también, que el éxito es de todos y no de uno solo.


Decirle a un chico que se queda afuera es la parte que no me gusta de ser entrenador. En Centenario aprendí a convivir con esa toma de decisiones y sigue siendo difícil porque en ese momento el jugador te detesta y pasa a ser normal que te deteste, porque todo jugador quiere jugar y sentirse protagonista.


¿Cómo manejas ese tipo de situaciones?


Me resulta difícil y es algo que aún estoy aprendiendo. Hay que saber cómo decir las cosas. Y cuando uno se encuentra en un club, que hace varios años que esta, se vuelve más difícil aun. Uno trata de ser más compinche con aquel que no juega tanto, porque con el que juega es más fácil. Al que juega le das la camiseta y se siente libre, contento… Es la parte de la profesión que menos me gusta pero que a la vez, debo asumir.


Entre un torneo y otro, ¿Cuál pasa a ser el objetivo principal del grupo?


Los objetivos son claros: intentar ser mejores de lo que fuimos en el pasado. Es difícil de conseguir porque hay rivales que juegan, cada torneo tiene su dificultad; hay muchos chicos que saltan a primera y convivir con eso termina siendo un crecimiento, tanto para el jugador como lo es para mí el descubrir que chico de quinta esta para jugar en el primer equipo y ayudarlo a consolidarse. Lo mismo cuando uno de los chicos baja de primera a reserva, intentar acompañarlo para que el golpe no sea tan duro.


¿Qué les pedís a tus jugadores antes de cada temporada?


Mis jugadores me hacen mejor persona, mejor padre, marido, amigo, mejor entrenador. Así lo entiendo. Yo te doy y vos me das. Y cada año que pasa nos proponemos disfrutar de lo que hacemos, que nos guste de la forma en que lo hacemos y ganar, porque como argentino no hay nada más motivante que eso. Pensamos lo hermoso que sería ser campeón otra vez, nos lo proponemos y cuando lo conseguimos, nos miramos, nos expresamos y ya nos ponemos a pensar en lo que viene.


¿Qué te hace seguir acá?


Centenario me dio, en la parte futbolística, un montón de cosas. Siempre dije que estaba muy identificado con Alianza y eso es algo que recalque desde el primer día en que llegue acá. Soy hincha de Alianza prácticamente desde que nací, tengo a mi hijo jugando ahí en el club, y por el trabajo debo sacrificar el no verlo jugar.


No sé hasta cuando seguiré pero estoy muy conforme y agradecido a Marcelo Luciani por el lugar que me da en primera como rol de ayudante de campo y entrenador de reserva, como así también se lo agradezco a Eliano Ruffini por la participación que me dio el año anterior, en la misma función. Creo que voy creciendo. Siento que el gran objetivo es ser mejor cada día y considero que eso me está pasando hoy como entrenador. Mientras dure eso, durara mi estadía en Centenario.


A su vez se vuelve un poco difícil porque uno no vive esto…


Nosotros no vivimos de esto y uno hace un esfuerzo grande. Siempre agradezco a mi mujer, quien en silencio me está apoyando en todo lo que hago. Cuando uno siente que todo está en su lugar, todo seguirá igual. Por supuesto, que mi continuidad esta también en lo que quieren los dirigentes.


Mencionaste a Alianza y me diste a entender que ese, es tu verdadero lugar. ¿Soñas con regresar?


Sueño con volver a Alianza, porque fue el club que me formo como persona y como jugador, y que a su vez, fue la institución que me hizo amar este deporte. Sostengo y lo vuelvo a decir que el tiempo te hace mejor. Es por eso, que creo, que cuando vuelva, volveré mejor de lo que me fui.


Mientras tanto disfruto el estar acá en Centenario, agradezco de ser parte de la historia del club. Es algo que valoro y me enorgullece mucho.



Virignia Magi

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