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Foto del escritorVirginia Magi

"Sabía lo que quería y no me detuve hasta conseguirlo"

Actualizado: 4 may 2020

Ignacio Don sigue entrenando (y soñando) de la misma manera, con la misma pasión y con las mismas ganas con las que entrenaba (y soñaba) en Selva, su ciudad, en aquellas primeras practicas de fútbol. Buen tipo y mejor padre aun. Quizás, no sea de esos jugadores con una carrera muy extensa, pero si con una carrera profunda, donde el respeto y el cariño se anteponen a los resultados deportivos. Parte de la historia grande de Nacional y una parte de la Interprovincial. Agradecido y humilde. No cierra la puerta a una posible vuelta pero tampoco juega con la ilusión.


Vaya a donde vaya, “Nacho” siempre deja una huella.

Ignacio Don, ante Cerro en la Nueva Olla.

¿Cómo estas, Nacho?


Virginia, Muy bien, gracias a Dios.


¿Cómo vas llevando la situación que atraviesa el mundo hoy?


Estamos viviendo algo inesperado. Una gran pandemia que esta azotando a todo el mundo y Argentina y Paraguay no son la excepción. Estoy en Villarica, ciudad de donde es “Guaireña Fútbol Club”, club de la primera división del fútbol paraguayo al cual pertenezco actualmente. Estoy con la familia, con mi señora María Laura y con mis tres hijos; Laureano, Martino e Isabela. Siempre estamos en contacto con la familia que está en Argentina, hablamos por teléfono, nos escribimos a diario, tenemos un grupo y ahí estamos en comunicación constantes. Si bien estamos lejos, estamos unidos en espíritu y corazón por así decirlo. Estamos tomando las medidas necesarias de cuidarnos, de respetar las medidas sanitarias, la higiene, lavado de manos…y todos los cuidados que esta situación amerita.


¿La gente es consciente de la gravedad de este virus?


La gente es muy consciente y están tomando las precauciones necesarias. Creo que con eso estamos bastante bien, si bien hubo personas contagiados de COVID-19, no hay tantos comparados con otros países. Acá la Liga se pauso el viernes 13 de marzo, cuando las autoridades determinaron parar el fútbol debido a la situación actual.


¿Por qué este puesto?


La verdad es que desde chico siempre me gusto este puesto, pero creo que un poco tiene que ver también con la sangre. Mi viejo al igual que mi abuelo materno fueron arqueros, así que creo que eso me llevo a inclinarme por esto. Sentía dentro de mi que quería ser arquero. Recuerdo que en la segunda practica que tuve en el Club Atlético Selva, Santiago del Estero, de mi ciudad, empecé como arquero y desde ahí no me aleje más de los tres palos. Es un puesto que me apasiona. Me gusta. Y entreno día a día para poder crecer y mejorar.


¿Y en tus inicios a quien mirabas?


Cuando inicie lo tenía a Navarro Montoya como un arquero modelo, me gustaba su saque, los achiques, sus salidas…

De los puestos más jodidos que tiene el fútbol. Y solitario.

La gente ve al puesto de arquero así, de esa forma. En lo personal lo elegí porque me apasiona, me gusta, y no me pongo a pensar en el error y todas esas cosas, si no en trabajar para ir creciendo. La práctica hace maestros y la mayoría de las cosas que puedo hacer en el arco las entreno mucho.


El futbolista convive con el error. Está expuesto al error, más aun en tu posición. ¿Cómo lo trabajas? ¿Cuánto influye lo mental en este tipo de situaciones? Porque a pesar del error, en caso de que haya uno, inmediatamente el futbolista debe salir fortalecido para afrontar la próxima jugada.


Uno juega al fútbol y entrena para eso, para jugar y disfrutar del partido. Sinceramente trabajo para estar cada vez mejor en cuanto a rendimiento y no pienso en el error. No me detengo en eso. Si por ahí aparece, que siempre hay momentos donde el error aparece, trato de olvidar y seguir adelante. No podes quedarte con ese error en la mente porque te puede jugar en contra. Creo que con el tiempo, los partidos jugados, las experiencias uno va mejorando esa parte. Nadie nace sabiendo y el puesto del arquero hace que puedas ir creciendo día a día, con goles, con prácticas, con partidos, con errores… todo sirve para tener mas experiencia.


¿Entendiendo que el error es parte del juego y es una posibilidad, más allá de la responsabilidad que tenga en el puesto, hace que la confianza - ante situaciones de adversidad - se recupere más fácil?

Cuando ocurre un error durante un partido, el arquero es el que tiene un poquito más de tiempo que el resto para pensar. El jugador de campo corre, disputa el balón, salta, en cambio el arquero está fijo, observando la jugada. De todas maneras, no podemos detenernos a pensar mucho sobre el error que paso, porque nos puede costar caro. Hay que reponerse cuanto ante y concentrarnos en lo que esta pasando y en lo que está por venir. Esa es la mejor manera de salir adelante y no cometer otro error.


¿Tiene que ver con una cuestión de carácter también?


Yo creo que uno debe ser positivo, salir adelante y afrontar lo que está sucediendo en el partido. Bajonearse puede ser tremendo en este tipo de situaciones. Hay que mirar al frente y ya pensar en cómo resolver la siguiente jugada.


¿Cuánto duele la crítica? ¿Y hasta qué punto se soporta?


El jugador enseguida sabe si jugo bien, mal, si se equivocó o no… por lo general nosotros, los arqueros, - y me refiero a nosotros porque lo he hablado con varios compañeros y a muchos les pasa lo mismo -, siempre que me hacen un gol, pienso en la forma que lo podría haber evitado. Hay veces que sirve, pero hasta un cierto punto, si no te podes volver loco pensando siempre en eso. Con respecto a la crítica de la prensa o de los hinchas, vuelvo a lo de siempre; trabajar mucho y estar preparado.

En mi caso nunca me paso de pensar que tal persona me está criticando de mala leche o con mala intención, en eso no me detuve a pensar tanto sinceramente, ja.


¿Qué necesita un arquero para triunfar? ¿Existe una receta para eso?


No sé si existe una receta. A lo largo de mi vida, de mi carrera, entrene con muchas ganas, con esfuerzo, con humildad. En el camino me encontré con varios obstáculos, obstáculos que pude superar con pasión, determinación. Sabía lo que quería y no me detuve hasta poder conseguirlo.


Hay miles de chicos que sueñan con llegar a ser alguien, ¿Qué les diarias?

Esta pregunta tiene un poco que ver con la anterior. ¿Qué les diría a los chicos? les diría que disfruten, que hagan lo que les guste. Si tienen el deseo de ser arquero, o de ser profesionales, que trabajen duro, que sueñen, que sean perseverantes, que trabajen con humildad, que con Dios todo es posible.

Comienzo.


¿Cuándo eras chico soñabas con ser profesional?


Empecé a jugar porque amo el fútbol. A los 14 años me fui a probar a Boca Juniors. Después de esa prueba me entusiasme muchísimo y desde aquel día decidí que quería jugar profesionalmente. Jugar en un equipo de primera. Si bien uno sueña con jugar siempre en un equipo de su país, en ese momento no sabía que iba a poder triunfar en otro país (Paraguay).


Imagino que el camino transcurrido para llegar hasta donde estas hoy no fue nada fácil…


No fue fácil pero lo disfrute siempre. Lo transite con muchas ganas, a pesar de que siempre hay problemas o desencantos en la carrera de un futbolista, pero seguí adelante por el amor que le tenía al fútbol, tal es así que cuando me fui a jugar a la Liga Chañarense (en Belgrano de San José de la Esquina), seguía contando con la ilusión de aun poder tener una chance de jugar en primera, profesionalmente.


¿Qué te hace seguir jugando a esta edad?


Lo mismo de siempre; el amor a lo que hago. Tengo muchas ganas de entrenar y de jugar.


¿Qué aporto Belgrano en tu carrera? ¿Qué recuerdos tenes del club?


Llegue a Belgrano en febrero del 2004. Había quedado libre de Rosario Central y hacia seis meses que estaba entrenando y jugando en la primera local rosarina. Llegue al club porque necesitaba minutos, necesitaba jugar. Si aun quería tener chances de llegar al profesionalismo, necesitaba continuidad. Y Belgrano me la dio. Me dio la chance de jugar, que era lo que necesitaba, la gente me recibió de la mejor manera, con mucha calidez, hospitalidad, con el tiempo hice muchos amigos en esa institución. Cada vez que jugaba era feliz. Jugar me hace feliz, no importa en qué equipo lo esté haciendo, siempre me hará feliz jugar.

Recuerdo que los jueves viajábamos a entrenar a San José, íbamos todos, los chicos de Rosario y los de San José que estudiaban en la ciudad. Hicimos un hermoso grupo, que eso después te sirve al momento de llevar lo trabajado a la cancha. En ese año y medio que estuve jugando en Belgrano me sentí muy feliz. Valoro mucho que me hayan dado la chance de poder jugar, como así también el cariño y la amabilidad con la que me trataron.


De Belgrano pasaste a Nacional. Un día estabas en la Interprovincial y al otro en el fútbol paraguayo, ¿lo imaginabas?


Cuando empezó el 2005 tuve la chance de probarme en un equipo profesional de Argentina pero no se me dio, entonces era como que la ilusión de poder jugar en la primera división del fútbol profesional era difícil. En ese momento dije, “voy a seguir jugando hasta que me canse, hasta que este viejo, ya sea en la Interprovincial o en alguna otra Liga en caso de que se dé…”, pero al poco tiempo surgió la posibilidad de ir a Nacional (Paraguay) y no lo dude. Hable con la gente del club, le comente la situación y se pudo dar.

No lo imaginaba pero era lo que había soñado toda mi vida.


Nueva etapa, tiempo de cambio y adaptación. ¿Costó?


Cuando llegue, llegue con muchas expectativas a un país diferente pero con costumbres bastantes parecidas a las nuestras. Acá hace mucho más calor, la etapa de frío en la que me toco llegar casi que no hacia frío, pero después cuando llego el calor si lo sufrí. En cuanto a la ciudad me adapte bien, no me costó, si bien soy de Selva (SDE), venia de estar casi ocho años en Rosario, venía detrás de mi sueño y eso me lo hizo fácil. Lo que si sufrí y me costó un poco fue adaptarme a las prácticas. En Nacional entrenábamos todos los días y en San José yo entrenaba los jueves con el equipo, y después en la semana me entrenaba solo, tampoco era de ir mucho al gimnasio entonces la adaptación me costó unos cuatro meses más o menos para poder estar a la par de mis compañeros.


Campeón en tres ocasiones y finalista de Libertadores en 2014 (vs a San Lorenzo), ¿te sentís parte de la historia grande de Nacional?


Me toco salir campeón en el 2009 después de 63 años de sequía para el club, en el 2011 y en el 2013, lo que nos dio la chance de jugar la Libertadores en 2014, donde nos tocó perder la final, pero creo que fue una etapa muy importante de la historia de Nacional. Me he sentido muy feliz, con mucho cariño de parte de toda la gente. Es el club que me dio la oportunidad de jugar profesionalmente. Estoy muy identificado. Tal vez, tendrías que preguntarle a la gente por mí para saber lo que piensa. (Sonríe)


¿Podemos decir que fue una de las etapas más importantes en tu carrera?


Sin dudas. Es el club que me dio la posibilidad de ser profesional, que me brindo todo, y en el que más tiempo jugué. Conseguimos resultados inimaginables, increíbles. Cuando llegué, Nacional era un equipo que hacia uno, dos años que había ascendido de la intermedia (segunda división), empezó a pelear por meterse en Copa Libertadores y en esos diez años que estuve logramos gritar campeón tres veces y llegar a una final de Libertadores con lo que eso significa.

¿Qué te llevo a empezar los trámites para la nacionalidad paraguaya?


En el 2011 cuando un técnico de la selección paraguaya me habla de la posibilidad de poder nacionalizarme para estar considerado en las convocatorias del seleccionado, pero no solo por eso, también por el trato de la gente, por el cariño. Por todo eso decidí empezar el trámite de la nacionalidad.


El 2014 fue un gran año para vos en lo futbolístico, ¿te ilusionabas con la posibilidad del seleccionado?


Creo que fue mi mejor año en Paraguay, solo que como la selección no había clasificado al Mundial se encontraba con un Técnico Interno. Pero creo que si en ese momento - cuando me nacionalice -, había una competencia, ya sea eliminatoria o Copa América, me iban a tener en cuenta, ya que en aquel tiempo se hablaba muy bien de mí.


En 2015 si, ese año jugué para el seleccionado en los Juegos Panamericanos de Toronto. Si bien fue un torneo Sub-23 y el técnico no era el mismo que dirigía al seleccionado mayor en su momento, fue una experiencia increíble.

¿Es tarde para creer que aún existen posibilidades?


Siempre puede haber posibilidades. El tema es la continuidad. En la etapa de Nacional venia de un tiempo largo jugando y en los dos últimos equipos donde jugué no, venia jugando muy poco, y eso quizás me juegue en contra. Veremos que sucede. Cuando pase todo esto y retomemos el fútbol, espero poder jugar, seguir con continuidad y andar bien. Eso es lo que hoy en día pienso hacer; tener continuidad y hacerlo de la mejor manera. Después si viene un llamado, bienvenido sea.


Hablemos un poco de la actualidad.


¿En qué momento de tu carrera te encuentra el presente? ¿Y dónde?


Hoy estoy en Guaireña Fútbol Club, que es un equipo del interior. La ciudad se llama “Villarica del Espíritu Santo”. Guaireña ascendió el año pasado, en diciembre se pusieron en contacto conmigo y el 25, justo en Navidad, se dio todo para que sea nuevo jugador de la Institución. En enero empecé a entrenar y después del primer partido me mude a la ciudad con mi familia y es en donde actualmente nos encontramos.


Agrego que me sentía muy bien en el presente, volví a tener continuidad después de mucho tiempo, en estos ocho partidos sentí que fui creciendo en cada uno de ellos. Después paso todo lo del virus… tengo fe de que vamos a salir pronto de esta situación, que se va a arreglar y que nuevamente podremos estar entrenando y jugando a la pelota.


Para ir finalizando…


¿Cada cuánto venís a Argentina?


Dos veces al año. Por lo general lo hago en Mayo – Junio y luego en Diciembre para ya estar de regreso los primeros días de Enero para comenzar la pretemporada.


Siempre que podes te acercas hasta San José a saludar a los chicos. ¿Qué te hace regresar?


Siempre voy. Mi señora es de San José, mi hermano Mauricio también vive ahí con su familia. Hice muchos amigos y cada vez que voy trato de pasar la mayor cantidad de tiempo con la familia y los amigos. También suelo visitar a la gente de Belgrano que me ha tratado de la mejor manera. Estaré eternamente agradecido siempre por todo lo que me han brindado. Es algo de lo que no me voy a olvidar. Me hago un tiempito y paso por la cancha para saludar a los chicos, y confieso que me agarra nostalgia por lo que pasamos en esos casi dos años que estuve ahí.


¿Volverías?


¿A Belgrano? Sí, claro. Belgrano me dio siempre lo mejor, lo que estaba a su alcance, y mucho cariño, aun no sé qué haré cuando deje de jugar profesionalmente, no tengo decidido si voy a seguir jugando de manera amateur o no. Veremos.


¿Te quedan sueños pendientes?


Me siento muy feliz de tener esta hermosa familia, de tener grandes amigos, de haber tenido la chance de poder jugar al fútbol, la bendición de estar sano y de seguir queriendo hacer cosas en la vida. Para todo lo que uno quiere hacer, uno debe seguir soñando. No hay nada de lo que me arrepienta. Eso me hace estar tranquilo y feliz hoy en día.


¿Quién es Ignacio Don?


Una persona sencilla, sociable, amigable, muy familiero. Alguien que no solo se preocupa por el bienestar de su familia y amigos, si no de todas las personas. Así me defino.



Virginia Magi

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