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Foto del escritorVirginia Magi

"¿Por qué juego? Juego porque me apasiona el fútbol"

Juan Martin Brstilo es un jugador con esencia. Es potrero. Es quién (siempre) encuentra libertad dentro de un campo de juego, en el espacio. Brstilo es, también, el pibe que priorizo – de chico – la amistad sobre lo que pudo ser, y a su vez, quien supo brillar – junto a sus amigos de toda la vida – en el club que lo vio nacer. El que lo forjo. Y al cual volverá el día de mañana. El diez es, aún sin ser del todo consciente de lo que genera en ellos, ese jugador al cual los más chicos juegan a ser.


El presente, a Juan, lo sitúa a casi quince kilómetros de su lugar, en otro club, con nuevos proyectos, pero con la misma pasión de aquel niño que al salir de la escuela jugaba a la pelota hasta hacerse de noche... En este viaje, comparte la vida, consejos, y muestra la persona detrás del jugador.


Juan Martin Brstilo, Unión Deportiva, Los Molinos.

¿Cómo estás, Juan?


Todo bien, por suerte.

¿Dónde te encuentra la vida hoy? ¿Con que intenciones o sueños?


La vida me encuentra viviendo acá, en Arequito, a unos 14 kilómetros de Los Molinos, mi lugar, junto a María Soledad, mi mujer, y Olivia, mi hermosa hija. Me encuentra también con algunos proyectos laborales. Y con esto de seguir incursionando en el fútbol que es lo que más me apasiona y lo que hago desde hace tanto tiempo…


Muchos consideran que el fútbol tiene mucho de la vida. Y viceversa. Otros, en cambio, no. Para vos, cuanto tiene el fútbol de la vida, y cuanto, la vida del fútbol.


Creo que el fútbol y la vida se complementan. Por lo menos en mi caso, estoy todo el día viendo fútbol (programas, competiciones, partidos), trato de seguir mucho, porque me gusta, pobre mi señora que lo padece desde el día que me conoció, ja. Ella siempre me ha seguido a todos lados, se ha comido frio, calor, viento… todo. Siempre al pie del cañón alentando para que a uno le vaya bien. Si hablamos de mi vida tenemos que nombrar al fútbol.


Vamos al comienzo; ¿de dónde nace este amor por jugar a la pelota? Porque lo tuyo es eso: amor por la pelota.


Empecé a jugar a la pelota a los cuatro años, ahí en el baby fútbol de mi pueblo, en Los Molinos, y la verdad que desde aquel día no pare. Ininterrumpidamente siempre estuve compitiendo, en realidad primero divirtiéndome, después más de grande comencé a competir. Me acuerdo que de chico era salir de la escuela, agarrar la pelota y empezar a pelotear afuera, o juntarme con mis amigos e ir a la canchita. También iba a entrenar. Todos los días jugaba a la pelota y de ahí arranco esta pasión que, todavía sigue estando, y que espero que dure por mucho más.


¿Alguna vez, ese amor por la pelota, te llevo a considerar la posibilidad de ir más allá de lo regional? De probar, de intentar, en el ámbito profesional… ¿O eso es algo que nunca te quito el sueño?


La verdad es que profesionalmente siempre me va a quedar la espina de saber qué hubiese pasado. Fui muchas veces de chico a pruebas, tanto en Newell´s, Central, Boca, Lanús, Vélez, fui a varias, siempre quedaba en las pruebas, pero cuando llegaba la hora de firmar y de irme a vivir a otra ciudad más grande, y solo, ahí era el momento donde medio que reculábamos con mi familia. Después, de grande uno se da cuenta que tiene que hacer el esfuerzo de chico para poder llegar. Porque no es fácil.


Se te ve rodeado de amigos, priorizas el grupo humano. Y dicen que, si el fútbol es con amigos, mejor.


Si tuve la posibilidad de jugar en semi-profesional o (casi profesionalmente) en Sarmiento de Chaco que estuve dos años y medios, y en Sportivo Las Parejas, jugando el Federal A. Fue una experiencia muy linda, la verdad. Pero ya de grande, como dicen, va pasando el tren y si no te subiste a tiempo, es muy difícil. Pero en ese momento, uno opto por las amistades, por estar en el pueblo, y a estar un poco más cómodo a hacer ese gran sacrificio que conlleva llegar a jugar en un club de Primera División.


“Todos se quieren parecer a Juan”


Cuando somos chicos nos encontramos jugando a ser, todo el tiempo. En las tardes de potrero o en las prácticas en el club. Así como vos, de seguro, jugabas a ser… Hoy por hoy, los más chicos juegan a ser vos. ¿Sos consciente de lo que generas en ellos?


Y, me da un poco de vergüenza, no me gusta, aunque es algo bueno que los chicos quieran ser como uno y lo sigan. En el 2013 cuando nos tocó salir campeón, la gente estaba muy eufórica, los chicos nos pedían autógrafos…por ahí eso era raro, porque uno tal vez quiere, o le pide, autógrafos a los profesionales y los chicos se identificaban mucho con nosotros. Eso te da felicidad. Y te sorprende al mismo tiempo.


¿Imaginabas esa admiración hacia vos?


Me pone muy feliz que se acuerden de uno. Y ahora que no me toca estar, veo a muchos de ellos jugando en primera, y defendiendo la camiseta como la defienden, y la verdad, es que me pone muy contento.


¿Qué les dirías?


Les diría que, si de verdad quieren ser jugadores de fútbol, que lo intenten, que no bajen los brazos, que, con trabajo, humildad y sacrificio, si se dedican pueden llegar tranquilamente a cualquier club. Que, si son chicos, se diviertan, respeten a sus compañeros, a los rivales, al cuerpo técnico y que disfruten. Que disfruten cada vez que juegan a la pelota, porque es uno de las cosas más linda que hay.


Y a ese pibe de 14-15-16, que intenta gambetear y la pierde, o se equivoca, ¿Qué le diarias?


Que intenten, más allá de que no es un puesto fácil, que se diviertan, ante todo, porque el fútbol es un juego. Y que sigan intentando. Siempre. Si la perdieron una vez, que la pidan, encaren, y la vuelvan a perder... Que sean felices jugando al fútbol, que de eso se trata esto, más allá de que ganar es importante, a esa edad es lindo disfrutar.


Eduardo Galeano decía ser un mendigo del buen fútbol, y cuando eso ocurría, agradecía sin importar cuál era el club o país que se lo ofrecía. Dentro de la región, sos de ese tipo de jugador que lleva al hincha – propio y rival – a agradecer, al disfrute y al deseo de poder, algún día, tenerte. Un amor general que no consiguen todos…


Ahora de grande tengo la suerte de tener varios amigos, en varios equipos, tanto dentro como fuera de la cancha. Pero en una época, cuando jugas, por ahí no te gritan cosas muy lindas, viste, pero sabemos también como es el folklore del fútbol. A veces te enojas, porque uno tiene sentimientos, pero todo aquello queda en la cancha, en el partido de ese día. Hoy por hoy tengo relaciones por todos los pueblos, gente conocida con la que puedo compartir un café, charlar de fútbol o de la vida misma, en cualquier lado, y eso es bueno.


El que gambetea, arriesga. Vos lo haces todo el tiempo. Se acostumbró a regañar – de alguna manera – al jugador creativo. ¿Por qué crees que es? ¿Tiene que ver con el presente del fútbol donde solo está, o eso parece, permitido ganar y no intentar, no arriesgar? ¿O no?


Siempre existen jugadores creativos, de mi estilo, que van a intentar una gambeta, una asistencia o hacer un gol. Y está bien que siga existiendo. Hoy en día el fútbol está un poco más físico, y siempre se necesitan jugadores de este estilo para tratar de ir a ganar el partido. No creo que se lo regañe. Quizás, a veces (por) una jugada de más que uno puede llegar a ser, pero siempre intentando dar lo mejor para el equipo y que se pueda obtener los tres puntos, la victoria.



Gambetear es una decisión que nace de tu instinto, es parte de tu estilo, de tu esencia, ¿es algo que también se habla con el entrenador?


En mi caso, no trato de meterme con el entrenador. Si escuchar lo que él quiere que yo haga, y así intentarlo. Después no me pongo a charlar sobre esas cosas, porque trato de bancar lo que él me pida adentro de la cancha, y tratar de hacerlo de la mejor manera posible. Pero no, no suelo hablar sobre eso con los entrenadores.


Diciembre de 2013, año mágico. ¿Verdad?


2013. La verdad que sí. ¡Qué año! El mejor año que nos pudo haber pasado a varios de nosotros. Salir campeón y con amigos de toda la vida. Íbamos a la escuela juntos, salíamos de la escuela e íbamos a práctica, y si no teníamos práctica, íbamos a jugar al fútbol… Después vinieron chicos de afuera que se acoplaron muy bien al grupo, que además de ser buenos jugadores, eran excelentes personas. Y también el cuerpo técnico. Se dio un año redondo. Que creo también que vivimos uno de los mejores años de nuestras vidas, que nos va a quedar en el recuerdo para siempre.


Ese año poder ver a todo el pueblo en la cancha, terminar el día dando vueltas, en caravana, fue algo mágico, histórico.


¿En ese Unión Deportiva se pudo ver tu mejor versión?


Por el campeonato te diría que sí. Porque fue uno de los momentos más lindos que me tocó vivir. Pero después tuve buenos años; 2009 anduve muy bien, en 2018 cuando regresé de Resistencia (Chaco) anduve muy bien. 2007 en Chaco también… Pero por el logro en sí, y sí, me quedo con el de 2013.


Si bien el presente te encuentra en otro sitio, parte de vos sigue estando ahí. Porque hoy puede decirse que siempre habrá un Brstilo en Los Molinos que haga sonreír, con sus goles, al aficionado…


¡Si! Sigo a mi hermano, Matías, en cada encuentro. Después de los partidos hablamos, le pregunto cómo le fue, trato de ver los partidos luego… Me pone muy contento, por él, y también por todos los chicos. En el 2019 llegaron a la final, estuvieron muy cerquita de volver a salir campeones, están dejando a Los Molinos muy bien parado. Lo sigo siempre y me pone muy feliz que le vaya tan bien porque se lo merece.


Hablando de presente, ¿qué fue lo que te llevo a elegir este destino para este nuevo desafío? ¿Cuáles son las expectativas?


Este año me decidí por Belgrano (Arequito). Hacía mucho tiempo que me venían buscando, pero por distintos motivos, nunca se había podido dar. Este año me llamaron, arreglamos rápido, y me puso a disposición del cuerpo técnico para tratar de dar lo mejor. Las expectativas que tenemos son altas, porque es un club que pelea todos los años, y además se armó un plantel que es bastante competitivo. La idea es pelear arriba para estar en los puestos finales. Ojalá se nos pueda dar, y así poder darle una alegría a toda la gente de Belgrano. Disputar la final sería una de las cosas más importantes.


Esta situación epidemiológica nos interrumpió – bruscamente – el día a día. ¿Cómo la llevaste?


Todo este tema del Covid, la verdad, fue una locura. Una incertidumbre muy grande el no saber cuándo se iba a arrancar, cuando empezaban los entrenamientos, que torneo se iba a jugar… Estuve muy ansioso. Es más, al principio estuve entrenando, y después caí – como todos, creo – en no tener ganas de hacer nada. Igual, nunca, nunca, me replantee no jugar más. Porque si fuera por mí, jugaría toda la vida. Voy a tratar de jugar hasta donde el cuerpo me dé, y me deje, tampoco vamos a ser hipócritas y tapar a los otros chicos más chicos. Pero mientras haya cuerda, le vamos a meter con todo. (risas)


Los clubes de pueblo, quienes fueron los que más sintieron esta pandemia, necesitan al hincha, al socio, para subsistir, para salir adelante. ¿Crees que hay lógica en la decisión de un límite de 200 personas, cuando se trata de un deporte al aire libre?


Para ser sincero, esto me parece una vergüenza; que no habiliten el público, o que solo vayan 150 personas a la cancha, - mientras que los bares están llenos, los casinos abiertos, y ahora escuche que en el really pueden ir 3000 personas –, me parece una falta de respeto. No se entiende tampoco la decisión. No sé si tienen algo en contra del fútbol en sí, pero es una vergüenza. Ojalá abran la cabeza, escuchen a la gente, que muchos de ellos viven del fútbol. De esto. Y si vos le limitas la gente a la cancha, el club no puede recaudar.


Volviendo a vos y al juego, que, por cierto, ya son varias temporadas de fútbol y sentir. ¿Por qué jugas?


¿Por qué juego? Juego porque me apasiona el fútbol. Me apasiona entrar a una cancha. Me encanta. Hasta el día de hoy se me pone la piel de gallina y me da unos cosquilleos cuando esta por empezar el partido. Me encanta la gente, el ambiente…. Es lo mejor que me paso en la vida y espero que por mucho tiempo más siga ligado al fútbol.


Frena un instante y mira hacia atrás; ¿Qué ves?


Miro para atrás y veo que muy mal las cosas no se hicieron. Hoy tengo muchos amigos, una familia, una hija… Confieso que estoy muy orgulloso de las cosas que hice. Me veo disfrutando de lo que viene. Disfrute de lo que paso. Siempre para adelante, metiéndole, con las cosas buenas, con las malas, con aciertos, con errores, pero siempre tratando de ser buena gente.


“Volvemos porque parte de nosotros sigue estando ahí, donde todo comenzó, aunque nosotros no lo estemos”.


Unión Deportiva es tu lugar, ¿Pensas en regresar?


Si. Unión Deportiva es mucho para mí. Por más que ahora no este, siempre uno piensa en el club que lo formo, en el que dio sus primeros pasos. Ahí estuve casi veinte - veintidós años, y seguramente cuando me retire, cuando ese día llegue, será ahí, en Unión Deportiva. ¿Por qué? Porque es mi casa.




Virginia Magi

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