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Foto del escritorVirginia Magi

No todos pueden o saben “convencer”

El juego, termina siendo lo esencial de este deporte. Y eso, el actual entrenador de Belgrano, lo sabe. Su paso por Colombia le dejo una gran experiencia y confiesa que la puerta aún no está cerrada. El presente lo encuentra acá, lejos de lo profesional, pero con la misma pasión de siempre. El Beto, como así se lo conoce, se hizo una pausa y charlo con nosotros.


¿Quién es Beto Bulleri?

Soy una persona apasionada en todo lo que emprendo. En especial, en las cosas que me gustan y a la cual me dedique; como es el fútbol, al que le doy el tiempo necesario que me demanda cada situación y lugar en el cual estoy trabajando, pero siempre hay prioridades, como la familia. Me considero una persona muy sociable, con valores inculcados de una familia que hacia culto de eso, y por sobre todas las cosas, muy amigo de mis amigos.


¿Qué te llevo a ser entrenador de fútbol?

Ya en mi última etapa como jugador empecé a sentir esa sensación de analizar y vivir el fútbol desde otro lugar; tal vez, algo más complejo y pedagógico que el que significaba jugarlo solamente. Así, empecé a trabajar en infantiles y juveniles en los mismos clubes donde jugaba. Eso me sirvió de mucho para saber cómo expresarme y dirigirme hacia un grupo. Estar en inferiores fue una enseñanza muy buena y placentera por la cual considero, que todo técnico debe pasar.


¿El poder convencer es una de las condiciones indispensable que se debe tener para ser entrenador?

Creo que una de las principales virtudes que debe tener un técnico es entrenar trabajos de campo o entender el juego desde la teoría. Tal vez, muchos lo puedan hacer, pero transferir toda esa teoría y práctica al jugador es lo más fácil. Entonces, uno debe prepararse muy bien para trabajar esa situación. No todos pueden o saben “convencer”.


¿Qué te quedo de tu paso por Colombia?

Me quedo la experiencia adquirida de haber dirigido un grupo de profesionales, con otras costumbres e idiosincrasia, lo que me obligo a mí a trabajar aún más en mi forma de llegarles y convencerlos, no solo de una idea de juego, sino que también de nuestra metodología de entrenamiento totalmente distinta a la que estaban acostumbrados. Por suerte, esos cambios fueron tomados positivamente y con una predisposición excelente por parte de los jugadores como así también, dirigentes y el mismo periodismo local. Creemos haber dejado una puerta abierta para el futuro.


Sistema y estilo, son cosas diferentes.

Pienso que son cosas diferentes pero que tienen una relación entre sí. Un sistema es la disposición que le da un técnico a un equipo pensando en las características de cada jugador y pensando en asociaciones para poder llevar una estrategia adelante. Y el estilo, define como queres que ese sistema o estrategia, se lleve a cabo. Si vos tenes un estilo definido, lo podes usar con cualquier sistema. Es estilo siempre tiene relación con la forma que tengas vos de convencer a tus jugadores y darles las herramientas necesarias para que lo lleven adelante.


¿El jugador debe saber jugar con todos los esquemas posibles?

Sí. Y eso se debe enseñar en divisiones inferiores. Se le debe dar todas las herramientas e información posible al jugador para saber adaptarse cuando llegan a un nivel profesional o semi-profesional. Siempre saca ventaja el jugador versátil o poli-funcional que el jugador solamente posicional.


Y eso es algo que se debe trabajar en inferiores…

Exacto. Tenemos que preparar desde tempranas edades a jugadores que entiendan el juego. Hacerlos pensar, generar entrenamientos para situaciones reales del juego, entre otras cosas. Y para eso, los entrenadores de divisiones inferiores, deben prepararse, capacitarse y actualizarse permanentemente.


¿La forma de ganar deja de ser importante?

Particularmente creo que eso depende del pensamiento de cada técnico. Para mí, las formas siempre son importantes, ya que me da la información de saber si mi equipo está haciendo las cosas como las trabajamos y pensamos. El ganar como sea no debe ser una consigna para los entrenadores, ya que ese pensamiento puede traicionarlos en la busca del funcionamiento como equipo. Funcionamiento que le dará al técnico un camino de victorias más certeras que una victoria “como sea” y efímera.


Hablemos del juego. Marcelo Bielsa, en una de sus charlas, hacía hincapié en la importancia del juego asociado en ofensiva. Saber desmarcar, no para el que tiene el balón, sino para aquel que no lo tiene…

En el fútbol de hoy, el saber encontrar espacios, línea de pases, asociaciones, transferencias rápidas, son las claves en las que cualquier entrenador hace hincapié. Saber encontrar al tercer hombre mientras dos ejercen posesión y que a su vez, ese tercer hombre provoque una demarcación o línea de pase es fundamental.


¿Hoy la mayoría desmarca para el que tiene la pelota?

No puede haber desarrollo de juego ofensivo si no hay desmarques. Principalmente entre líneas rivales, y para eso también deben estar preparados los jugadores, para hacer controles orientados y rápidos, para así permitir la aceleración cuando se rompen líneas rivales.


¿Coincidís conmigo con que el pase es un elemento fundamental de este juego?

Coincido. Y la recepción, también es un elemento fundamental para el desarrollo del juego.


¿Qué tan importante es pasar bien el balón? ¿Y saber controlarlo?

Esa es la principal tarea en divisiones inferiores; control y pase, son las claves en la formación del jugador.


¿El jugador siempre tiene que recibir perfilado?

La recepción se trabaja en inferiores y después viene el perfeccionamiento de eso. El control orientado y saber que un pase no tiene que ser fuerte o suave, sino que tiene que ser “justo”. Justo, porque tiene que tener el tiempo adecuado para que el compañero resuelva según la situación que se le presente cuando reciba ese pase.


El saber controlar y girar, te permite que el juego no pierda fluidez y tenga continuidad, ¿cierto?

Sí. Eso permite que el juego siga progresando, que puedas romper una línea defensiva rival. Siempre que el control sea orientado favorece a la fluidez y circulación del juego.


El pase, el control, son fundamentos básicos del fútbol. ¿En la etapa formativa se debe hacer más hincapié en eso?

Si, como mencione anteriormente. Son elementos fundamentales de este juego.


Hablemos de la actualidad. ¿Qué te hizo volver a Belgrano?

Lo que me hizo volver a Belgrano fue su gente.


Contame como se dio ese contacto…

En mi primer paso por el club se generó una relación muy linda con todos los que forman parte de la familia “Pirata”. Y particularmente, hoy tengo una relación de amistad con quien hoy es el presidente del club, Román Menichelli, quien fue en aquel entonces el que me trajo por primera vez. En esta ocasión, se dio la posibilidad de que yo no estaba trabajando a nivel profesional y que el equipo no estaba atravesando un buen momento futbolístico. Cuando me llamaron, accedí con total placer por la relación que me vincula a Román y a esta institución.


¿Cómo encontraste al grupo?

Al grupo lo conozco muy bien, y ellos me conocen a mí, eso ya es una ventaja. Siempre tuvieron muy buena predisposición para conmigo. Solo hizo falta una charla inicial y de lineamientos claros. Después, solo quedaba ponerse a trabajar.


¿Cuesta más insertarse cuando uno se incorpora a un equipo a mitad de torneo?

En este caso no, porque como dije anteriormente, nos conocíamos mutuamente. En otros casos, cuando llegas a un lugar nuevo, no digo que sea difícil, pero cuesta un poco más. Y más aún, si el técnico anterior tiene formas metodológicas distintas a la que uno puede presentar. Ya ahí, se requiere más tiempo.


Belgrano termino con otra cara el apertura. ¿Consideras que los jugadores se adaptaron rápido a tu idea? Más allá de que aún se debe seguir trabajando…

Considero que se terminó bien, que se cambió la cara pero que se debe seguir por ese camino. Profundizar más los conceptos y mejorar el funcionamiento. Los nuevos, que son los chicos que vienen de Rosario, se adaptaron rápidamente a la idea y eso hace que también se faciliten las cosas.


Tus equipos se caracterizan por tener tenencia y ser ofensivos… Principalmente lo que busco es que mis equipos sean protagonistas, más allá de su estructura o de los jugadores con los que cuento, mi intención es jugar el mayor tiempo posible en campo rival. La tenencia es solo una secuencia del juego. La tenencia, me gusta cuando se usa para provocar espacios para poder atacar; de nada sirve la tenencia sin profundidad. Y tampoco se puede ser ofensivos si no se tiene equilibrio. Eso tiene que ver con las transferencias ataque-defensa y defensa-ataque, para eso busco que mis equipos sean cortos. De esa manera, los jugadores hacen recorridos cortos al momento de la perdida en la posesión.


¿Cómo trabajas la recuperación?

Intentamos generar hábitos primeramente. Un concepto que trabajamos mucho es que el jugador presione tras la perdida, que no retroceda (es más fácil correr cinco metros hacia adelante que cincuenta metros hacia atrás). Eso es parte de un proceso de trabajo, a partir de que el jugador adopta ese estimulo podemos ver en qué sector queremos recuperar la pelota. Nosotros, particularmente, hablamos de Zona 1, 2, 3… eso es inherente a cada técnico y a la estrategia delineada para cada partido.


Hoy se ve mucho que los centrales salen jugando. ¿Eso también lo trabajas?

En realidad, los centrales, deberían traer ese concepto del juego, incorporado desde inferiores. Eso se trabaja siempre, pero no le podemos pedir a un jugador que salga jugando si nunca se les enseño el “por qué, para que, y el cómo”. Cuando ya son grandes, se hace más difícil o lleva más tiempo incorporar los conceptos. El salir jugando es una fase del juego que no solo implica a los centrales, también debe haber movilidad de todo el equipo para que, como dije en puntos anteriores, se provoquen líneas de pases que puedan hacer progresar esa salida.


¿Estudias al rival de turno?

Solamente cosas puntuales. Creo más en lo que mi equipo pueda desarrollar en base a lo que trajimos. Pero siempre es importante conocer el rival; más si ese equipo, tiene jugadores de jerarquía o un funcionamiento adquirido. Uno, con esa información, puede planificar una estrategia.


Hace unos días, en referencia al Mundial, leí que alguien se preguntaba “¿Once de memoria o cambiar depende el rival?”, ¿un entrenador, por más de que ya tenga sus once en la cabeza, cambia depende el rival de turno? En tu caso, por ejemplo…

Cuando tenes la posibilidad de contar con variantes (tanto en cantidad como en calidad), uno puede pensar en variantes según el rival o la estrategia que se lleve a cabo. En Belgrano, sabemos que tenemos un equipo muy corto, y que las variantes son chicos de división reserva y quinta división, entonces buscamos ensamblar una idea y potenciarla con los recursos que tenemos.


¿Hoy se arriesga menos por miedo al error?

Si, totalmente. Pero eso es culpa de los entrenadores. A los chicos hay que enseñarles a convivir con el error desde las inferiores, para que cuando lleguen a Primera, ya les sea familiar esa situación.


¿La pausa en el juego siempre es necesaria?

No se puede jugar siempre a una misma velocidad. Siempre debe existir la pausa; que debe ser el paso previo al cambio de ritmo. Para eso, es importante que el jugador entienda el juego, porque debe saber interpretar cuando se debe usar esa pausa. Cuando acelerar o desacelerar según lo requiera la jugada.


¿El entrenador se debe adaptar al jugador? ¿O al revés?

El entrenador al jugador. Y el jugador al entrenador. Debe ser mutua esa relación. Se debe mirar bien le contexto donde uno desarrolla la idea, y saber la idiosincrasia donde uno trabaja para que esa adaptación sea fluida y productiva en pos del beneficio del equipo.


Volviendo a Liga, ¿cambio algo en comparación a los años que estuviste anteriormente?

La verdad, solo presencie cuatro partidos, lo cual no puedo expresarme demasiado. De todas maneras, la encuentro mucho más pareja y con poca valorización del juego. Veo que en algunos equipos se busca ganar como sea y se deja de lado el cómo, que es lo que le da atracción al juego, que no debe dejar de ser un espectáculo por lo cual la gente, en muchos casos, viaja para ver buen fútbol.


La limitación de cupo, de alguna manera, te obliga a mirar más las divisiones inferiores, trabajar en ellas y potenciarlas.

Creo que sí y lo veo bien. Nosotros en Belgrano, hace ya tres años y medio que cambiamos la metodología de trabajo. Eso permitió potenciar a los jugadores del club, que son el patrimonio mismo del club, y que en tiempo corto, esos mismos chicos vean realizada la posibilidad de jugar en la primera de su club con un sentido de pertenencia, una idea y un modelo de juego adaptado por el club desde ese momento. Hay que invertir más en fútbol juvenil. Los chicos son el futuro. Los dirigentes que no entienden eso, estarán dilatando parte del patrimonio de los clubes.


¿Pensas, que con el cupo, equipos con planteles cortos, tienen más posibilidades?

Es algo muy relativo, pero creo que empareja las diferencias estructurales y económicas que existen entre los clubes de la Liga. Insisto, el secreto está en invertir en divisiones inferiores.


Para finalizar, ¿Qué le dirías al hincha “Pirata”?

Gracias. Siempre voy a estar agradecido a la hospitalidad y el trato que me brindaron. Y por sobre todas las cosas, que me dejaron formar parte de esa “gran familia”; es así como decimos los que nos sentimos parte de Belgrano.


¿Un sueño?

Uno nunca deja de soñar. Cuando era chico mi sueño era jugar a nivel profesional y lo pude cumplir. Otro de los sueños, que era dirigir a un nivel profesional, también lo cumplí, en una liga respetada como la colombiana. Hoy por hoy, renuevo sueños; mantenerme en el profesionalismo, y uno más cercano, poder llevar a Belgrano a lo más alto; por su gente, por los dirigentes que tanto esfuerzo hacen y por sus jugadores.

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