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Foto del escritorVirginia Magi

“No todos los grupos logran conformarse en equipo y para salir campeón vos necesitas un equipo”

¿Para que agregar palabras cuando todo está dicho? José Luis Barra es Psicólogo y hace ya cinco años que está en San Lorenzo de Almagro. En medio de la situación que atormenta al mundo y entre paciente y paciente, José me concedió una conversación a distancia.



Sebastian Abdala, Jose Luis Barra, Juan Manuel Matanzo

José, ¿como lo está tratando esta pandemia, que al parecer, cada vez se extiende un poco más?


La pandemia en Capital Federal y en el AMBA que es como se dice es un poco distinto a lo que esta pasado en el interior. La verdad es que – la mayoría de la población – ya hace más de ciento quince días que estamos trabajando desde casa y eso, en algunos momentos, se torna difícil. Todos nos tuvimos que reconvertir, aprender a trabajar de una manera diferente. En mi caso, como Psicólogo, tuve que empezar a atender en clínicas a través de video-llamadas, a dar clase en contexto virtual, educación a distancia en mi rol de Profesor de la UBA (Universidad de Buenos Aires). Creo que al principio fue un desafío importante en la adaptación a este nuevo entorno, que con el tiempo se va haciendo un poco larga y tediosa, como para la mayoría de la población.

Desde la UBA estamos midiendo específicamente el malestar psicológico en la pandemia y cada medición, cuanto más dura la cuarentena, mas aumenta el malestar psicológico, al menos en la ciudad de Buenos Aires.


A pesar de este contexto, tratando de tomar lo positivo, trabajando lo más que se pueda y adaptándome a esta situación.


El trabajo bajo el contexto de pandemia.


Todos tuvimos que hacer un trabajo de adaptación importante y creo que la más difícil de todas fue la tarea como docente, dar clases de modo virtual para grupos grandes de estudiantes es complicado, y uno tiene que desarrollar la creatividad porque no es fácil sostener al alumno del otro lado de la pantalla. Uno tuvo que ser un poco actor, digamos, aprender a hacer videos, a filmarse con el celular… creo que, y es un chiste que siempre hago, todos nos convertimos en participantes de charlas TED (Tecnología, Entretenimiento, Diseño), como que todos aprendimos un poco a hacer las charlas más cortas, a adaptarnos a los tiempos, hubo que ser creativos, para dar clases, para ejercer la psicología clínica y muy creativo para sostener a los deportistas en los entrenamientos virtuales.


¿Hace cuento que ejerces la profesión dentro del ámbito deportivo?


Hace poco más de seis años que me empecé a dedicar a trabajar en el ámbito deportivo. Fue después de un posgrado que hice sobre una rama de la Psicología que es la Psicología Gestáltica, donde aprendí diferentes herramientas grupales y eso, sumado a capacitaciones especificas de Psicologías del Deporte.


¿Cuánto de Psicología tiene el deporte? ¿Y qué tan importante es la Psicología en el deportista?


En realidad tiene mucho. Hoy hay un acuerdo total entre toda la gente que participa en el deporte de alto rendimiento que el deporte está compuesto por cuatro variables; física, táctica, técnica y mental. Lo psicológico que conforma la variable mental es uno de los factores que inciden en el rendimiento deportivo. Los atletas que trabajan su parte mental tienen un plus y aumentan a su vez, su rendimiento en relación con los atletas que no la trabajan. Hay variables psicológicas como la concentración, motivación, el manejo del estrés, la ansiedad, que cuando un deportista las entrena y las sabe trabajar saca ventaja sobre el resto.


¿Cómo trabaja la Psicología en le vóley? ¿Influye en el rendimiento del jugador?


Es fundamental que un Psicólogo que trabaja en deporte primero sepa del deporte en el que trabaja. En cuanto a la influencia de la Psicología en el rendimiento del jugador, si, influye notoriamente. Un jugador que trabaja ciertos aspectos como la concentración, la motivación, está mucho más entrenado y cuenta con muchos más recursos para afrontar el alto rendimiento.


En el vóley, se trabaja depende el diagnostico que haga el profesional sobre el problema psicológico que haya que trabajar en el equipo. Hay veces que se debe trabajar la cohesión grupal, hay veces que se debe trabajar la motivación, la presión antes de una serie de Playoff o de un partido final… El Psicólogo trabaja de acuerdo al diagnostico que hace a partir de la observación de lo que cree que tiene que trabajar en cada equipo. En el vóley se pueden trabajar todas esas cosas, siempre de acuerdo al momento del equipo, a como está compuesto, en que etapa esta. Y también, muchas veces, se trabaja de manera individual con algún jugador que necesita trabajar alguna variable psicológica, que está pasando por un momento particular el cual no le permite desarrollar su máxima potencialidad. Me ha pasado muchas veces de que ves las estadísticas y decís, este jugador o jugadora tuvo un margen de error bastante alto, varios errores en el saque y es un jugador que no suele tener error de saque, entones se trabaja que es lo que está pasando, si el jugador tiene un factor externo que lo está desconcentrando, porque se desconcentra al momento de efectuar el saque, que tiene que hacer para concentrarse, se empieza a trabajar la concentración al momento del saque y así con infinitas debilidades. O por ahí pasa, que hay jugadores que no tienen el mismo rendimientos en una etapa regular de un torneo que en una semifinal o una final, entonces se trabaja específicamente con la mente en esos momentos. No solo en el deporte, cuando te toca dar el último final de tu carrera seguramente no vas con el mismo estrés con que vas en el primero o en mitad de carrera, o cuando defendes la tesis, las cargas simbólicas de las situaciones hay que saber procesarlas. Las finales no son iguales que un partido regular. Las finales se trabajan mentalmente.


Pongamos en contexto actual al lector. ¿Cuánto hace que estas en San Lorenzo?


Hace cinco años que estoy acá en San Lorenzo. Llegue porque me convoco un dirigente del club, quien me presento con Mario Gallego, Director de Deportes, que a su vez es el entrenador del equipo de vóley. Trabaje desde un primer momento con el primer equipo de vóley femenino, uno de los mejores equipos del país. Y este año, por segundo año consecutivo, tuvieron medalla de Bronce sudamericana. Obtener el Bronce en el torneo sudamericano de vóley femenino es importantísimo porque el Vóley Argentino está más abajo que el vóley brasilero, y poder salir tercero, debajo de dos equipos brasileños, es un logro muy importante para el equipo y también, para todo el Vóley Argentino.


No estás solo en el vóley…


Me sume también a la primera de Hockey femenino, fue un proceso de trabajo bastante lindo y largo. Empecé a trabajar con el cuerpo técnico cuando el equipo recién había ascendido de la primera C a la primera B, el objetivo era poder mantener la categoría, algo que el equipo de hockey nunca había podido hacer, y después de un par de años de trabajo finalmente en el 2019 las chicas pudieron ascender a la primera A. Un logro histórico para el hockey de CASLA. Aun queda pendiente el debut en la segunda mejor liga del mundo – como dice Marcelo Garrafo – después de la holandesa.

En 2018 me sume al plantel del Futsal y ahí trabajamos mucho lo que es la concentración. Ahí me sumo por pedido del director técnico, Facundo Ruscica, quien había visto mi trabajo en el vóley como en otras áreas. El notaba que había que trabajar en la concentración del equipo porque había momentos que, en ciertos partidos importantes, el equipo por ahí no lograba la concentración y dinámica que ese deporte requería. En ese equipo trabaje con grande deportistas, por ejemplo Damián Stazzone (jugador del seleccionado argentino y Campeón del Mundo), Brian Steccato, Mariano Quintairos, Eduardo Villalba, todos cracks. Un gran equipo que por suerte ese año pudo salir campeón. El futsal es un deporte que está en crecimiento en Argentina, en Europa está muy instalado, al igual que en Brasil, pero acá ya casi que es profesional.


¿Cómo interviene un psicólogo deportivo en un equipo?


El psicólogo deportivo puede intervenir como integrante del cuerpo técnico, puede intervenir asesorando a una jugadora individualmente o puede intervenir asesorando directamente al entrenador. En mi caso, – si bien fui parte de otros cuerpos técnicos como comente anteriormente –, hoy formo parte del cuerpo técnico del vóley, pero a su vez estoy a cargo del área de psicología del departamento médico del club, dentro del área de los federados. Es decir que asesoro a jugadores, entrenadores…


¿El trabajo es en conjunto con el resto de los profesionales que integran el plantel?


Si. Claramente lo que hace la diferencia es el trabajo interdisciplinario. Trabajamos constantemente en conjunto con el preparador físico, el kinesiólogo, el traumatólogo, el entrenador… y vamos viendo en que cosas se debe avanzar. Cada uno desde su especialidad aporta su visión y hace que el trabajo de todos mejore el trabajo final.


Usted asegura que el trabajo interdisciplinario da mejores resultados.


Creo que el trabajo interdisciplinario aumenta las posibilidades de un equipo. Un ejemplo que a mi encanta decir, que también tiene que ver con él porque creo que da mejores resultados, es el tema de lesiones. Cuando uno tiene la posibilidad de trabajar con un traumatólogo, un kinesiólogo y puede ver a un jugador que repetidamente se lesiona, puede abordar la parte física, orgánica, y también la parte psicológica de que le pasa a ese jugador, si tiene algo psicológico que hace que se lesione. Esta comprobado que cuando uno tiene alguna psicopatología o algún trastorno en el estado de ánimo el sistema inmunológico se deteriora, bajan las defensas y te lesionas. Hay un montón de casos, por ejemplo el caso de Iniesta, que además es bueno que estos casos se cuenten y los jugadores lo digan porque crean conciencia sobre la salud. Iniesta estuvo un año tomando medicación porque tuvo una depresión severa, entonces, en el deporte de alto rendimiento muchas veces hay trastornos psicológicos que no se detectan y luego esos trastornos influyen sobre el sistema inmunológico, bajan las defensa y generan lesiones. Cuando uno tiene la posibilidad de trabajar en conjunto, puede abarcar el aspecto de la salud del jugador de una manera mucho más amplia y efectiva.


El deporte individual no se trata igual que el deporte colectivo, ¿cierto?


No. Lo colectivo se aborda de una manera diferente porque cuando vos tratas cosas colectivas, tenes que tratar la suma de las partes, todas las subjetividades de las personas que hacen al equipo, o como suelo decir yo, todas las identidades de las personas que terminan dándole la identidad grupal al equipo. Con lo cual, los trabajos individuales son totalmente diferentes a los trabajos colectivos, ¿Por qué? porque seguramente puede que pase que un diagnostico colectivo sea diferente a un diagnostico individual, a un equipo le puede pasar una cosa en su conjunto y a un jugador individualmente le puede pasar otra, lo que hace que los problemas sean diferente, y si yo los abordo de la misma manera la solución no será la adecuada.


Y en relación al género, o al nivel de competición (alto rendimiento o amateur), la forma de trabajarlo también es diferente…


En relación al género, si bien los principios son similares, hay características que se trabajan de manera diferenciada en equipos de mujeres y en equipos de varones. Todos los grupos son diferentes, y trabajar con mujeres también es diferente a trabajar con hombres. Hay que estar atentos. No es una manera ni mejor ni peor, si no que es son particularidades distintas, relaciones distintas, son singularidades distintas y un buen enfoque por ahí a veces tiene que tener en cuenta la cuestión de género y mas en estas épocas donde la cuestión de género tiene una relevancia muy importante.


En cuanto a lo otro si, se trabaja totalmente distinto. Hay una premisa que – en realidad – el alto rendimiento ejerce sobre el deportista un estrés y un nivel de presión que no ejerce el deporte amateur. Si bien se intervienen psicología en el deporte amateur, es diferente la intervención que se da en el alto rendimiento. No es lo mismo preparar mentalmente a una persona para un Juego Olímpico que preparar mentalmente a una persona que juega al tenis recreativo, por poner un ejemplo. La mente de esa persona, el objetivo, la motivación, la presión, es totalmente diferente. Se trabaja diferente porque las variables mentales que se ponen en juego en ese momento son diferentes.


Las partes ofensiva y defensiva también por separado.


Si, claramente. Como hay diferencias entre géneros, alto rendimiento y amateur, también hay diferencial en el rol. Cada puesto tiene sus particularidades. Por ejemplo, si hablamos de vóley, no es lo mismo la exigencia que tiene que tener un receptor que la exigencia que tiene que tener un central que bloquea. Si hablamos del fútbol, las habilidades mentales que pone en juego a un arquero no son las mismas que las que pone en juego un mediocampista, o las que pone en juego un delantero. Muchas veces se trabaja por rol, por área, en el fútbol es la defensa – mediocampo – ataque. Depende de la particularidad de cada deporte se trabaja lo mental diferenciado en relación al rol que ocupa cada uno y la exigencia que ocupa cada puesto. La visión de la cancha que tiene un arquero no es la misma visión que tiene un delantero. La visión tiene que ver muchas veces con la concentración, entonces se entrena al arquero para que pueda aprovechar esa visión y este más concentrado para determinadas situaciones.


La búsqueda de equilibrio en el rendimiento.


Cuando trabajo con deportistas, trato siempre de trabajar esta situación que tiene que ver con pensar en el proceso y no en un resultado. Pensar en la película y no en la foto. Muchas veces los deportistas se autoevalúan por un partido y fijan su auto-percepción en relación a lo bien o mal que estuvieron en ese partido o en esa competencia. A mí me parece que el deportista inteligente, es el deportista que puede lograr una regularidad en la temporada. Y la verdad que hay que trabajar mucho para lograr una regularidad en la temporada, de tener cuarenta partidos aceptables, donde por ahí tuviste algunos de ocho puntos y otros de seis, pero tuviste una temporada regular. Justamente lo que se apunta es a afianzar las fortalezas del deportista para que este pueda tener la temporada más regular posible. Por ahí esta buenísimo que tengan partidos de diez puntos, pero sabemos que no será la mayoría, salvo los talentosos. Lo que se busca es la regularidad en el rendimiento, es decir el máximo rendimiento posible en el momento que le toca durante el mayor tiempo posible.


Al deportista se le hace una evaluación psicológica al comienzo de cada campaña, ¿es así?


Al comienzo de todas las temporadas se hace una evaluación psicológica, de la misma manera que se hace una evaluación física, técnica. Depende de cada plantel, de la mirada de cada profesional. A veces haces una evaluación individual, otras haces evaluaciones grupales, o haces evaluaciones diferentes a los jugadores o jugadores que son nuevos que a los que ya están en el plantel. En realidad no hay un protocolo de que evalúas, si no que haces un diagnostico las primeras semanas a partir de la observación para ver que queres evaluar, porque test, mecanismo de evaluación hay un montón, el tema es para que lo queres usar. Vos tenes que diagnosticar una situación para evaluarlo con un instrumento, si no es utilizar un instrumento sin sentido.


Suelo tener un protocolo con los jugadoras/jugadores que ingresan al club y después con los que ya son parte del plantel, depende la situación que se evalúa, siempre la pretemporada tiene que ver con un proceso de preparación pero también con proceso de evaluación. De todas maneras hay que saber evaluar y que utilizar para evaluar, porque si evaluamos de manera automática en realidad no estamos evaluando, estamos utilizando test que por ahí nos brindan información que no necesitamos saber en ese momento.


“Una acción positiva de un jugador no siempre contribuye a sumar puntos en el tanteador del equipo, sin embargo, una acción negativa individual (un error no forzado, una mala defensa), siempre es punto para el adversario”. – Julia Raimundi.


Estoy totalmente de acuerdo con esta frase de Julia. Vos podes hacer una gran acción positiva, podes destacarte en una gran acción positiva individual que en realidad no sea positiva en lo colectivo. Lo positivo individual no siempre es positivo para el colectivo grupal. Por ahí pasa más en otros deportes que en el vóley, y pasa mucho donde hay grandes jugadas que son acciones positivas para el jugador pero que, por ejemplo, no terminan en gol y después un error de ese mismo jugador puede hacer que su equipo pierda el partido. Muchas veces hay acciones positivas de los jugadores que no terminan en victorias colectivas, y si, los errores no forzados perjudican casi siempre al equipo. Lo que se trabaja es en minimizar el margen de error, en tener la menor cantidad de errores posibles. Ganan los que tienen menos errores colectivos, no aquellos que hacen más cosas positivas individuales. En el deporte colectivo se trata de que los jugadores adopten la cultura de que lo grupal es mucho más importante que lo individual. Hay una definición de un psicólogo muy importante que hace una diferenciación entre lo que es un grupo y un equipo, y la verdad que no todos los grupos logran conformarse en equipo y para salir campeón vos necesitas un equipo. La diferencia entre un grupo y un equipo es que un grupo es un conjunto de deportistas y un equipo es un conjunto de deportistas que pudieron dejar de lado su ego, adoptar una actitud de cooperación, y poner lo colectivo sobre lo individual.


¿Cómo ves al vóley en Argentina desde tu perspectiva?


El Vóley Argentino está en constante crecimiento. En este momento, en términos de resultados, tiene más el vóley masculino, pero también hay que tener muy en cuenta que el vóley femenino por segunda vez clasifica a un Juego Olímpico, lo cual muestra que el deporte en sí, en el país, está en crecimiento. Viene creciendo en participación de jugadores, en inferiores, y fundamentalmente a nivel de selección y a nivel de jugadores/jugadores que son requeridos por las mejores ligas del mundo. Creo que le falta mucho desarrollo, que en muchos lugares depende del voluntarismo de algunos clubes pero también creo que si se le dan los recursos necesarios en las instituciones hay un potencial de desarrollo tremendo.


El vóley femenino creció en este último tiempo con respecto a la visibilidad, pero más allá de ese logro – que aun todavía queda lucha por delante –, la gente siempre acompaño. ¿Cómo se ve estando adentro?


El vóley femenino tiene una particularidad, creció muchísimo en los últimos años respecto a la visibilidad, yo creo todos los fenómenos comunicacionales, las redes sociales, los medios digitales, hacen que tengan mucha visibilidad, pero el vóley femenino llena estadios hace muchos años. Y llena más que el vóley masculino. Mira, nosotros jugamos tres finales con Boca Juniors a estadio lleno, 3.500 personas en ambas canchas. El año pasado que el equipo tuvo la suerte de salir campeón, se jugaron tres finales con River, también 3.000 en cada estadio. Es muy convocante en término de presencia en las canchas, y en términos de televisión. He hablado – siempre en off –con productores de canales deportivos que me cuentan que tienen más rating los partidos de vóley femenino que los de vóley masculino. Creo que eso tiene que ver con el crecimiento del vóley femenino en general y además, si uno revisa las estadísticas de la FeVA (Federación del Voleibol Argentino) el vóley es practicado por más nenas que nenes. Como lección del primer deporte, el vóley tiene muchas más mujeres federadas que los hombres.


Jose Luis Barra junto a Elina Rodriguez y Alejandro Maccio.

"Nuestro objetivo es hacer visibles las cosas que están naturalizadas, como la desigualdad" – Elina Rodríguez.


¿Sigue existiendo esa desigualdad contra la que tanto se lucha?


Me encanta que la nombres a Elina, porque trabajé mucho con ella y le tengo un gran afecto. Elina es un ejemplo de crecimiento, de resiliencia y de un montón de otras cosas. Es una deportista de elite y además en una luchadora.


Volviendo a la pregunta, si, la verdad que existe una desigualdad económica, los contratos que tienen los jugadores varones son muchos más altos que los acuerdos económicos que tienen las mujeres. Hoy ellas están luchando para que el vóley se profesionalice. El año pasado hubo un paso muy importante con la profesionalización del fútbol femenino, así que creo que el vóley tiene que seguir el camino del vóley femenino del mundo que, en muchos lugares, es profesional, genera recursos, ganancias, y las jugadores están luchando por eso. Yo desde mi lugar acompaño porque creo que es justo y necesario. Pero si, sigue habiendo desigualdad, no solo económica, si no que en un montón de otros temas.


¿Qué crees que falta para que eso suceda?

¿Qué falta? Faltan decisiones políticas, de los clubes, de la Federación, de todos lados.


Para ir cerrando…


¿Cómo se trabaja la motivación de un equipo que, temporada tras temporada, está cerca de la liga?


La motivación es uno de los ejes que más trabajamos los psicólogos y como te decía anteriormente, hay que ver si es necesario trabajar la motivación, ver qué aspectos de la motivación hay que trabajar. Hay muchas teorías sobre la motivación, pero básicamente, para trabajar la motivación hay que saber lo que a un jugador lo motiva. Hay jugadores que lo motivan cosas internas, a otros cosas externas, uno tiene que poder detectar en que se sostiene la motivación de cada jugador y trabajar sobre eso. Por ejemplo, uno puede detectar que a cierta jugadora la motiva cuando el técnico felicita su desempeño o cuando se siente reconocida, entonces trabaja para que la comunicación con el técnico sea más fluida porque de esa manera se motiva más. Es complejo y cada jugador, cada equipo, tiene una manera de motivarse diferente. Muchas veces se cree que la motivación es un video que emociona y eso es lo que te hace salir a la cancha y ganar, y no es así. Muchas veces se cree que dé esa manera se trabaja la motivación y en vez de ayudar, no ayudas. Por lo cual, la motivación es un constructo psicológico muy complejo que implica un montón de cosas y se trabaja de una manera científica, dialogando más que nada.


¿Cómo está el equipo hoy?


Hoy el equipo está bien, lo que se trata en estos tiempos de pandemia es mantener la parte física lo mejor posible para que cuando se vuelva a los entrenamientos, que aun no sabemos cuándo va a ser, se vuelva de la mejor manera. Las chicas en su mayoría son de Provincia, lo cual no están en Capital Federal, están en sus casas, y tienen la posibilidad de tener parques, jardines para hacer actividad física. Estamos viendo cómo y cuando se reanuda esto, pero todavía no sabemos nada.


Hay muchas chicas que sueñan con llegar a un equipo, ser profesionales, jugar en la Selección Argentina… ¿Qué les dirías?


¿Qué le diría? que una cosa son los sueños y otra es la realidad. Esta buenísimo tener sueños, querer eso, pero también hay que ser conscientes que el deporte de alto rendimiento genera mucha exigencia. Con algunos colegas siempre decimos que si hay algo que no es sano es el deporte de alto rendimiento. Es sano hacer deporte pero no de alto rendimiento. Vos miras a los profesionales y terminan – casi todos – después de retirarse con problemas en sus rodillas, tobillos, hombros… y lo mismo pasa con el vóley. Llegar a ser jugadora de vóley, jugar en la selección, mantenerse, implica un montón de sacrificios. Lo que yo les diría es que es muy valido el sueño, pero hay que trabajar mucho para lograrlo. Y no se triunfa en el alto rendimiento si no hay sacrificio y constancia.


Recuerdo una charla que tuve con una jugadora una vez dónde me contaba que había tenido que elegir entre irse de viaje de egresados e ir a jugar un mundial sub-18. Ella decidió ir a jugar el mundial. El alto rendimiento implica esas cosas. Implica tomar decisiones, tener un montón de responsabilidades. Esta bueno soñar, pero también hay que ver la realidad y no es fácil.


¿Alguna frase que te identifique?


La que más me identifica es una que siempre digo; “Cuando uno deja los egos de lado y adopta una actitud de cooperación se convierte un grupo en un equipo y ese equipo, con esa cultura, puede salir campeón”.


La verdad que la vida me dio un ejemplo personal de eso, algo que siempre cuento como anécdota para reafirmar esto que digo; Volvíamos de Barcelona de hacer una gira en 2017, estábamos ya en el avión y notábamos que el avión demoraba su partida, y al rato me entero que estaba demorado porque estaban subiendo Lionel Messi y Javier Mascherano, quienes viajaban a la Argentina para jugar el último partido de las eliminatorias con Perú. Cuando me entero que ellos estaban en primera, hablo con la azafata, le cuento que veníamos con el equipo de vóley y que en ese equipo viajaban dos chicas de la selección. La cosa es que la azafata le comento a ellos la situación, que nosotros queríamos darle de regalo una remera del club. Acceden, nos dejan pasar un segundo, y nos dejaban sacar una sola foto. Me toco conocerlos, fuimos con dos jugadoras, el entrenador y un dirigente. Yo no aparezco en la foto porque fui yo quien la saco. Eso para el vóley fue muy productivo porque tomo mucha repercusión. Yo me perdí la foto con Messi, si, y a veces me arrepiento de haber tomado esa decisión, pero sostengo que fue lo mejor para ese momento, de ese equipo, que necesitaba ser visibilizado.


Jose Luis fue quien saco la foto. En ella esta Messi, Mascherano, Mario Gallegos, Alejandro Maccio y Antonela Fortuna.



Virginia Magi

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