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Foto del escritorVirginia Magi

La persona detrás del jugador

Actualizado: 24 ago 2020

Pablo Contreras, desde Chile y en medio de esta pandemia mundial que nos atraviesa a todos, accedió a conversar y recordar su carrera desde la parte mas humana.


“Orgulloso de los valores que me inculcaron y del proceso que hice en esto, porque con 14 años nadie te asegura que vas a ser futbolista profesional”.


Es cierto, si. Estoy orgullosísimo de todo lo que me entrego mi familia, de los valores principalmente porque los valores que le entrega la familia a uno viene a reforzar al colegio y nadie te asegura con esa edad – en este caso – ser un futbolista profesional. Gracias a Dios pude realizar una linda carrera, me siento orgulloso de ella, carrera que me permitió estar durante trece años en el seleccionado nacional, dieciséis en Europa y pertenecer también a Colo – Colo, el equipo más popular del país.


¿Cómo está la situación allá en Chile con respecto al Covid-19?


La situación que estamos viviendo a nivel mundial con el Covid-19 es compleja para todos. Estamos haciendo todo lo debido, en mi caso estoy encerrado en casa con mi hijo mayor, clases online, algo de ejercicio también. Gracias a Dios no tengo a nadie en término familiar involucrado con el virus pero lamento mucho todas aquellas personas que han tenido que pasar este momento tan dificultoso. Ojala se termine lo más pronto posible.


Hablemos un poco sobre la infancia del futbolista.


¿Qué recuerdo tenes de tu infancia en el fútbol, de tus inicios?


La infancia bastante particular. Lugares vulnerables como la mayoría de los futbolistas pero con un grandísimo y grato recuerdo el de poder participar en las inferiores de Colo-Colo, también he pasado por equipos de barrio y después la ilusión de siempre, la que tienen todos, no me preguntes porque, pero siempre supe que sería futbolista profesional. Pero la etapa, el proceso de cadetes en Colo-Colo, fue lo mejor que me pudo haber pasado mas allá de haber conseguido mis objetivo; jugar a nivel profesional, jugar en la selección, jugar en Europa… pero el procedimiento de niño fue muy bonito, con sus dificultades, con sus complejidades monetarias. Siempre voy a valorizar mucho mas lo que me entrego mi familia, soy el menor de tres hermanos, y a pesar de esas complejidades resalto los valores que mis padres me inculcaron.


Frena un instante y mira hacia atrás, pensá en el esfuerzo, en el sacrificio, en las horas que caminaste para ir a entrenar, para jugar, pensá en todo lo que hiciste para poder llegar a ser quien fuiste. ¿Que se te pasa por la cabeza al recordar? ¿O quiénes?


El mirar para atrás, el recordar, es complicado. En lo personal siempre tuve la ilusión de conseguir mi objetivo, que era ser futbolista profesional. Gracias a Dios lo conseguí. ¿A quienes recuerdo? a mucha gente, grandes amigos pero sobre todo grandes personas; Nicolás Córdoba, quien fue el impulsor de todo esto y además es un gran amigo, recuerdo a mis amigos del barrio, de la infancia, y así también la oportunidad y la confianza que tuvo mi familia en mi. Acá hay mucha perseverancia, mucho sacrificio para poder conseguir los desafíos que uno más desea.


Te escuche decir en una nota hace poco que con 14 años nadie te asegura que vas a ser futbolista profesional, coincido en eso que decís, y supongo que el cansancio juega su papel en esa búsqueda de oportunidad, ¿Qué te llevó a seguir insistiendo sabiendo que nada era seguro?


El hecho de tener catorce años y saber que nadie te asegura que vas a ser futbolista profesional naturalmente lleva a un decaimiento en determinados momentos, por suerte nunca tuve un problema de lesión grave lo cual me hiciera desistir de lo que yo mas quería. Las ganas, el deseo, la perseverancia, la mentalidad, ahí me quiero acentuar mucho, en la mentalidad que tuve para poder realizar lo que más deseaba, principalmente pensando en que mis padres en algún momento me vieran en televisión, ese era mi gran deseo. La fortaleza mental que tuve en ciertos momentos complejos, como el que no te toque jugar por ejemplo, me hicieron más fuerte y eso tiene que ver también con lo que la familia me dio. Todo esto me lleva a estar orgulloso de mi carrera.


A día de hoy, con la carrera ya hecha, habiendo jugado Juego Olímpico, Copa América, Mundial, siendo parte de la generación dorada, está claro que todo aquel sacrificio valió la pena, es algo que reconforta en cierto punto, pero imagino también que no fue nada fácil…


No fue nada fácil mi carrera. Por eso mismo antes mencione la posibilidad de participar y jugar competencia nacional e internacional, Olimpiadas donde conseguimos la medalla de Bronce, el Mundial de Sudáfrica, haber estado en cuatro clasificatorias. Nada fue fácil, he tenido que pasar complejidades; perderte cumpleaños, momentos con tus padres, con la familia, pero entiendo que valió la pena. Todos los sacrificios que tuve que realizar valieron la pena y la vida me premio con tres hijos preciosos de los cuales me siento orgulloso y de los cuales me puedo quedar tranquilo – y me pone contento – porque mas allá de lo deportivo, de si jugaba bien o no, ellos están seguros de la persona que es su papa. Gracias a Dios tengo muchos amigos, en Argentina a Matías Lequi, Gustavo López, Marcelo Gallardo, Diego Placente, he tenido la posibilidad de coincidir con Pablo Aimar en diferentes lugares, el Toto Berizzo, el Negro Cáceres, mencionar también a Marcelo Espina con quien compartí en Racing…


Se habla mucho de la rivalidad entre Chile y Argentina, ¿en tu paso por Racing sentiste esa diferencia de la que tanto se habla?


A veces las diferencias que se hacen mención – en la realidad – entre Chile y Argentina no son así, y lo digo porque en Racing fue el mejor lugar donde me trataron. En aquel tiempo, con Mostaza a la cabeza, viví seis meses increíbles. Y eso me llevo a entender que diferencias entre nosotros no hay, al menos así lo veo yo.


Volviendo a la infancia del futbolista, y teniendo en cuenta que los sacrificios y el esfuerzo siempre van a estar, ¿sentís que de algún modo la infancia de hoy es más fácil que la de hace unos diez años atrás? en referencia a la comodidad, quizás los clubes hoy te brindan un transporte, te ayudan en ese sentido…


Si. La infancia de hoy es diferente a la infancia de años atrás. A día de hoy hay cosas que están mas al alcance, más comodidad, los clubes te brindan una ayuda mayor, principalmente porque proyectan con estos jugadores para poder ser vendidos, para conseguir en términos económicos una mejor situación para los clubes. En mi caso Colo-Colo se porto muy bien conmigo, me saco de mi casa a los catorce años, me dio un lugar en la pensión brindándome todas las herramientas posibles para poder desenvolverme de la mejor manera y eso me hace estar eternamente agradecido. La integración que utilizan hoy por hoy los clubes son realmente importante para todos los chicos que vienen de aquí a futuro en busca de sueños.


¿Colo-Colo era tu primera experiencia en fútbol, cierto? ¿Costó adaptarse al cambio?


El cambio fue súper radical, pasar de jugar a la pelota, de jugar 5 vs 5, a jugar en cancha de once llevo su tiempo de adaptación. Nicolás Córdoba me lleva a Colo-Colo y me encontré con una diferencia abismal ya que tenía poca experiencia de jugar en una cancha normal, pero con los días te vas habituando. Tuve la suerte y la capacidad – en términos físico que era donde más podía destacar – de realizarlo. Comencé como delantero y termine haciendo una carrera totalmente diferente como defensor central. Pero si, adaptase al cambio costo un poco.





¿Saber jugar a la pelota es saber jugar al fútbol?


Es diferente. Hay muchas competencias a nivel amateur, pero llegar a jugar competencia profesional, es muestra de que entendiste como jugar al fútbol.


Debutaste en Primera División en 1997.


Así es, y lo hice frente a un equipo argentino; Gimnasia y Esgrima de La Plata. Fue un día miércoles en un partido con término amistoso. Un gran orgullo tener que debutar en el equipo de mis amores. El recuerdo pasa en términos familiares. Si bien era un deseo a nivel personal, poder cumplirle ese deseo a mi vieja de verme jugar por televisión, al igual que mi padre que era un fanático del fútbol, que mis hermanos… fue un gran orgullo. Debutar en Colo-Colo, compartir plantel con grandísimos jugadores como Pedro Reyes, Espina, Rubio…me dio felicidad y orgullo.


Que a tan corta edad te den un lugar en el primer equipo habiendo jugadores tan maravilloso te hace sentir orgulloso. Conseguimos el clausura del ’97 y el torneo del ’98. El ser campeón y mi presente me llevaron a participar en el ’99 de mi primera convocatoria a la selección.


Si bien, y vos mismo lo contaste hace poco en una nota, en aquel tiempo no existía mucha oportunidad de dialogo con la familia, no porque no quisieses si no porque tus viejos trabajaban mucho, a pesar de eso siempre te apoyaron, siempre estuvieron ahí…


Mis inicios fue algo complejo, quizás por la vulnerabilidad que teníamos en el sector donde yo vivía, a lo mejor se confiaba poco de que uno pudiere conseguir algo interesante, mas allá de ser futbolista, me refiero a como carrera en sí, ya sea medico, ingeniero…al principio fue difícil. En la semana mi vieja trabajaba puertas adentro, mi viejo trabajaba de seis de la mañana a ocho de la noche, entonces en las tardes yo podía entrenar sin que ellos supieran, pero en un momento determinado, por lo general el día sábado, se preocupaban porque me levantaba temprano y no sabían a donde iba. No me acompañaban, mi madre me pregunto un día a donde iba, nosotros jugábamos a las nueve de la mañana, cuando a mis quince años se comunicaron conmigo y me piden para irme a la pensión ambos se dieron cuenta que me lo estaba tomando en serio. Que estaba dispuesto a conseguir lo que me había propuesto. Y doy gracias a ellos por el apoyo y por haberme permitido salir de casa y poder realizar una carrera, lo cual me siento orgulloso.


Tu salto a Europa fue repentino.


Si. En el ’99 tengo la posibilidad de participar en la Copa América de dicho año, ahí logro ser vendido al Mónaco, que fue una experiencia tremenda.



¿Cómo trabajaste la parte emocional?


Las dificultades van pasando, siempre hay conflictos, alguna lesión pequeña, muscular, la cual hay que intentar sobrellevar de la mejor manera. El trabajo emocional uno lo utiliza por parte de la familia, por el entorno más cercano, y es por eso que aprovecho el espacio para agradecer a Colo-Colo por haber apostado por mi parte integral, en conjunto con un sociólogo y un psicólogo quienes me ayudaron mucho a poder manifestarme y desenvolverme de mejor manera.


En Mónaco fuiste campeón de la Liga Francesa en el 2000 compartiendo equipo con Marcelo Gallardo, David Trezeguet, Rafa Márquez, ¿no?


Después de la Copa América del ’99 fui vendido a Europa. En mi llegada compartí vestuario con David, quien venía de salir campeón del mundo, con Fabián Barthez, Marcelo Gallardo, con quien tengo la suerte de seguir conversando y de tener una amistad, con Rafa Márquez, un hermano que me dio la vida.


Fuimos campeón a falta de dos meses de liga. Tenía veinte años en aquel entonces. La emoción era impresionante. Imagínate que venía de salir campeón en Colo-Colo en el ’97 y en el ’98 y que en la temporada ’99-2000 gane la Ligue 1 fue un gran orgullo.


¿Encontraste un fútbol diferente a cuanto nivel?


La diferencia se marca mucho mas, y principalmente, en Francia, Inglaterra. Son torneos mucho más físicos. Cuando llegue a Francia teníamos – en pretemporada – entrenamientos tres veces por día. Partíamos a las seis de la mañana corriendo unos 50’, por la tarde gimnasio y después trabajos con balón. Es un fútbol muy físico el francés. En cambio en otros lugares es diferente, en España por ejemplo se utiliza mucho más el balón, y entiendo que en Italia también se trabaja mucho la parte física. Nosotros en Sudamérica nos gusta más el jugar, el tener el balón, y en mi llegada me encontré con esa gran diferencia.


Qué le dirías, ya sea por experiencia propia o no, a aquellos que con veinte año emigran a Europa.


Que tengan una mentalidad fuerte. Ya sea para jugar en Europa o en la misma Sudamérica, la mentalidad es lo más importante. El prepararse, el saber que hay un sacrificio que realizar, el tener perseverancia. Tener una mente fuerte te ayuda a tener la capacidad de soportar un lugar diferente, ya sea por términos culturales o por costumbres.


La música nos invita a viajar. Si estuviese sonando “Always on my mind” en este momento, ¿a dónde te lleva?


Cuanta nostalgia. Esta canción me lleva directamente a lo más profundo de mi corazón. Me lleva a mi vieja.


¿Por qué te representa tanto esa canción?


Me representa mucho, no solo esta canción, si no Elvis Presley, simplemente, porque a mi madre le encantaba. Tuve la suerte de poder llevarla en unas vacaciones a Memphis, estar en la casa de él... Por eso tan simple, siento que me representa tanto.


Para un jugador de fútbol, que sueña con llegar a ser alguien, defender los colores de su país es el deseo más preciado. ¿Qué es lo que más te emociona de tu paso por la selección chilena?


Claramente cuando uno inicia su proceso de ser futbolista, el sueño máximo es poder representar a tu país, tu bandera, vestir esta camiseta preciosa. Lo más emocional lo viví durante trece años. Entonar nuestro himno nacional es algo increíble. Uno disfruta de cantarlo acá, en nuestro país, pero más se disfruta a nivel internacional, porque hay mucha gente que está representando a nuestra patria, se identifica mucho con ella, y la FIFA yo creo que ha sido bastante generosa que nos permite entonar el himno con nuestra gente hasta el final cuando solo se permiten minuto y medio.


Fuiste dirigido por Marcelo Bielsa en la Roja, hasta escuche varias anécdotas con respecto a ustedes dentro del seleccionado, lo que me lleva a preguntar, ¿te sorprende lo que genera Marcelo en el otro? ¿Y que haya logrado lo que logro?


Si. Gracias dios tuve la suerte de compartir y ser dirigido por el gran Marcelo Bielsa. La realidad es que Marcelo te llega sin lugar a duda, además del trabajo que realiza, con solo una mirada. Basta una mirada para saber lo que él necesita. Nos saco mucho provecho a nuestro país y a nosotros como jugadores lo que nos hace sentir orgulloso de haber representado a la selección.


En cuanto si me sorprende o no, la verdad es que no, no me sorprende nada lo que genera Marcelo. Acá en Chile es un ídolo. Y ojala, como fanático del fútbol lo digo, volviese a dirigir la roja en algún momento, respetando el paso de Ruedas. Bielsa genera una empatía con todos que no me sorprende lo que es y lo que ha logrado en su carrera. Lo que consiguió con el Leeds es un claro ejemplo de que el trabajo da sus frutos.


Un partido que te marco en la vida.


El partido que más me marco fue contra Argentina en 2008, en el cual por primera vez – en eliminatorias – se pudo conseguir un triunfo tan valioso ante una selección poderosa como lo es la albiceleste.


Formas (o formaste) parte del Club Rodelindo Román.


En el 2015 estuve estudiando en Madrid Dirección Deportiva. En cuanto termine, a Arturo Vidal se le apetece llevar al equipo de su infancia, de su barrio, al profesionalismo. Estamos hablando de un club amateur. Arturo me ofrece y me da la oportunidad de trabajar como Director Deportivo del club, en el cual tuvimos un trabajo inmenso.


A día de hoy no sigo por una cuestión personal, pero sigo participando de diferentes eventos que el club realiza. Para decir verdad, estoy feliz de que Arturo me haya presentado esa posibilidad.


El fútbol, aunque algunos crean que no, es una gran herramienta social. Más allá del interés deportivo, ¿desde el club se ocupan de la parte social, humana?


La parte social importa y mucho. Creo que después de los tres grandes equipos del país hicimos un trabajo inmenso para que Rodelindo se dé a conocer a nivel local e internacional, porque también estamos trabajando en un documental-reality que pronto se podrá ver.


Te identificas más con la parte dirigencial.


Si. Me gusta más la parte dirigencial que dirigir. Es por eso que no descarto la posibilidad de seguir trabajando en otros clubes con respecto a esto. Hemos ayudado a muchos chicos en la parte social, este trabajo ha engrandecido a la comuna donde vive Arturo Vidal, toda la gente está pendiente de club. Espero, de los dos años que estuve, haber ayudado lo más posible, principalmente a los jóvenes que se están iniciando en esto, haberle podido generar una posibilidad de trabajo para que sigan tras su sueño.


Algún deseo que quedo por cumplir.


¿Algún deseo? Mira, creo haber hecho una linda carrera. Un deseo a nivel deportivo, me hubiese gustado poder jugar en un Madrid, Barcelona, Múnich… pero mas allá de eso, lo vuelvo a repetir, me siento orgulloso de lo deportivo pero más aun de la parte humana, que mis hijos lo reconozcan de esa forma.


Gracias, Pablo.


Les mando un gran abrazo a todos. Cuídense en casa. Y espero que esta pandemia termine lo antes posible.



Virginia Magi

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