“La clave es la constancia”

Tipo común, padre de familia, amigo, trabajador y apasionado por el fútbol. Aquellos que lo conocen aseguran que no solo es un tipo común, sino que también es un buen tipo, buen padre y buen amigo. Una persona con valores . A sus 40 años sigue jugando, porque según él, la pelota siempre gana. Y en un presente donde lo que debería ser común, se vuelve poco común, este lateral glorioso se destaca y pone en duda la estructura moderna. “El respeto se gana respetando”, advierte, y quizás sea eso, lo que lleva a Leonardo Cosoli a ser un tipo admirado por propios y ajenos.

Leonardo Cosoli junto a sus hijos.

¿Cómo estas, Leo?

Virginia, por suerte muy bien.

¿Cuál fue el momento en el que dijiste, esto es lo que quiero para mí?

Desde el primer partido que jugué en primera sentí compromiso con mi club, y creo que fue ahí, en ese compromiso, donde me di cuenta que esto era lo que yo quería.

Suele ser difícil, al comienzo, imaginar una carrera tan extensa y gloriosa. Esta el deseo de que así sea, pero de ahí a que eso sea de la forma que uno pensó… ¿lo imaginabas?

La verdad que no. A los 15 años no podía proyectar una carrera, solo soñaba con ganar un campeonato, mucho menos imaginarme seguir jugando a los 40. Con el tiempo todo se fue dando.

¿24 años jugando en primera?

Sí. Y este año voy por los 25.

Detenete por un segundo y mira hacia atrás, ¿se dio como lo habías pensado?

Nunca lo pensé mucho para decir verdad. Me siento bien físicamente, me gusta jugar y quiero a mi club. Se dio así, de esta manera.

¿Cuál es la clave para mantener el nivel durante tantos años, todos estos años, inclusive superarse constantemente?

Entrenar sobre todo. Soy muy competitivo y autoexigente. La clave es la constancia. Todos somos reemplazables. Siempre trabaje para ganarme un lugar, nunca me relajo.

Qué te da la experiencia y qué se gana con ella.

Si bien los nervios están, sobre todo en los partidos decisivos, la experiencia te da tranquilidad y la posibilidad de ayudar, con pocas palabras, a los compañeros más jóvenes. Se gana a su vez, sabiduría y un mejor manejo del juego.

¿La falta de experiencia es, en muchas oportunidades, la consecuencia del error?

Sin dudas. La falta de experiencia te hace cometer errores, es muy importante tener la capacidad de aprender de ellos.

Nos hace entender, además, mejor el juego.

Todos sabemos que no es lo mismo jugar un partido por los tres puntos que un partido decisivo. Tuve la suerte de jugar finales desde muy chico y poder sentir la presencia y el apoyo de los más grandes. Y te puedo dar ejemplos como Ariel Paolorrosi (compañero) y Omar Cimini (técnico). Recuerdo que tenía 15 años cuando comencé y me aferre mucho a ellos.

Experiencia es tiempo y el tiempo te convirtió en un jugador respetado y admirado por propios y ajenos, algo poco común, ¿sos consciente?

La verdad que me sorprende mucho. Soy un agradecido por el cariño y el respeto que siento por compañeros y rivales.

En esta época donde el fútbol se vive muy intensamente, la gente se olvida que es un deporte. Más allá del resultado, nunca puede faltar el saludo al contrario. El respeto se gana respetando.

¿Qué te genera el amor que el hincha rival te demuestra a diario?

La verdad que con el tiempo lo fui sintiendo un poco. El año pasado la Liga Interprovincial me hizo un reconocimiento, estuve con dirigentes de todos los clubes, y te soy sincero quede muy sorprendido por el cariño recibido en ese momento, al igual que en los días posteriores después de leer todos los saludos por las redes sociales. Como te dije antes, soy un agradecido.

El fútbol no siempre es color de rosa, tiene su lado oscuro y no solo es por derrota o eliminación. Te lesionaste en 2008, ¿cierto?

Así es. En el 2008 me lesione, tuve una ruptura de ligamento cruzado la cual me llevo seis meses volver a las canchas. Fue un mal movimiento (sentí que la rodilla me exploto), en un partido con Alianza. Me acuerdo que empatamos 4 a 4 y con ese resultado quedamos afuera.

¿Qué tan importante es estar fuerte de la cabeza?

Los primeros días fueron duros, pero siempre supe que iba a volver a jugar. Si bien es una de las peores lesiones, tuve siempre el apoyo de la familia y del club.

Estar fuerte de la cabeza es importante para la vida y también lo es en el fútbol. En ese momento solamente pensaba en recuperarme y empezar a jugar.

¿Pensaste en dejar de jugar? ¿Cuántas veces?

Si, la verdad que sí. Muchas veces pensé en dejar de jugar. Cuando trabajas, tenes familia, hijos chiquitos, el año se hace largo. Me lo replanteé muchas veces, pero siempre ganó la pelota.

¿Qué fue lo que te hizo seguir? ¿O quiénes?

El cariño de mis compañeros, de los dirigentes, y de los mismos hinchas, que es el mejor incentivo. Gracias a ellos sigo jugando.

Metámonos un poco en el terreno de juego.

¿Cómo te describirías futbolísticamente?

Desde que me inicie hasta ahora jugué en varios puestos. Jugando de lateral derecho (4) es en el lugar que más cómodo me siento. ¿Cómo me describiría? soy un jugador de marca que va bien de arriba, me gusta salir jugando por mi lado y aparecer de sorpresa a la hora de atacar.

Si bien tu función principal es la marca, te proyectas constantemente al ataque, ¿es algo que el entrenador te pide o el mismo juego te lleva a hacerlo?

Me gusta atacar, y el entrenador también me da la libertad para hacerlo.

Laterales con llegada al gol en la liga no hay muchos, ¿tiene que ver con una cuestión de equipo y de idea? ¿De estilo?

Todo tiene que ver con todo, Arteaga es un equipo que siempre intenta atacar, por eso te digo que es cuestión de equipo, de estilo y de idea.

¿Defender para luego atacar o atacar defendiendo?

La clave es atacar defendiendo, tener la pelota. Mi forma de pensar es usar el ataque como defensa, que quiero decirte con esto, mientras uno más tiene la pelota, menos chance tiene el rival de atacar.

Qué opinión tenes sobre la interpretación en el fútbol, ¿es lo más importante? Porque que el jugador comprenda porque hace lo que hace le da más probabilidades de jugar mejor.

Claro que hay que interpretar el fútbol. Es súper importante. Cuando comprendes el juego es más fácil interpretar las exigencias del técnico. Primero interpretar al entrenador y segundo conocer las características de tus compañeros. De ahí en más, es más fácil destrabar los obstáculos que te puede generar el rival.

Arteaga parece ser tu zona de confort… ¿Nunca consideraste otro desafío?

Hace varios años tuve algunas posibilidades, pero nunca dude en irme. Tampoco se sé si diría que Arteaga es mi zona de confort, si diría que es mi club. Institución que me educó y formó como persona. Desde chico sentí un cariño tan grande que nunca se me cruzo por la cabeza sacarme esta camiseta.

¿Cómo se trabaja la motivación en un equipo que hace años se mantiene arriba?

La motivación es no conformarse. Hay un trabajo duro de la dirigencia, del técnico, y de los jugadores más grandes hacia los más chicos.

Te doy un ejemplo, en el 2017 ganamos el Torneo Apertura y en el Clausura no clasificamos, eso nos dolió mucho. En el 2018 si bien perdimos la final, supimos que hicimos un buen trabajo. Desde el 2019, Ale Bravo – técnico actual – trabajó mucho en la motivación de tratar de ganar los dos campeonatos. Y por suerte se nos dio.

¿Qué los llevó a convertirse en ganador?

Somos un equipo que sabe dar vuelta la página, tanto en victorias como en derrotas. Hace varios años formamos un gran grupo humano, muy unido y muy competitivo. Te hablo desde la dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores. Tanto en los entrenamientos como en otros espacios se trabaja la unión (no se puede faltar a comer los jueves a la noche, los domingos nos cocinamos entre nosotros en diferentes grupos, si se llega tarde a entrenar nos cobramos multas, todo a modo de risa y sin roces) esas pequeñas cosas hacen que nos respetemos.

Fuimos campeones porque sabíamos que queríamos serlo, era nuestra meta, nos mantuvimos serenos y con la cabeza fría para aprovechar el momento.

Con todo respeto, ¿es un poco apresurado hablar de retiro?

La verdad que no. Pensé que el 2019 era mi último año, pero ya arranque el 2020 con la misma ilusión de siempre, sabiendo y ratificando que este es si será mi último año como jugador.

Un mensaje, un consejo, una lección, ¿Qué le diría este Leo, al Leo del comienzo?

No sé si le diría algo al Leo de 15 años, porque eso sería pensar para atrás, si les diría a los jóvenes de hoy, que son el futuro, que entrenen duro, que sepan siempre que es un deporte, que lo disfruten y sobre todo que entiendan que no hay mejor jugador que un equipo unido.

Virginia Magi