Jorge Miguez, bien conocido como “Toto” Miguez, hincha de Huracán y de Racing. Amó jugar a la pelota y ama al fútbol, aunque confiesa que se pone un poco nervioso a la hora de ver un partido. Él se define como una persona común, sencilla y con sentido del humor. Aquel que lo conoce, sabe que es así, y también sabe que es una persona bastante sincera y directa. Toto, abrió las puertas de su casa y charlo con nosotros.
Hablemos un poco del “Toto” jugador; Cuando jugabas, ¿de qué jugabas?
Siempre jugué de 5. Alternaba a veces en la posición de 8 y de 10. Ya en división reserva solía jugar de 4 o de 6, incluso en primera una vez jugué de defensor también. Pero mi puesto natural es de mediocampista.
Contame un poco cuales eran tus características.
Tenía mucha técnica para jugar y daba buenos pases de gol. Y, de vez en cuando, convertía. Antes, que un mediocampista haga un gol no era tan fácil, ahora sí porque se llega mucho más.
¿Jugaste solo en Huracán?
Jugué mucho tiempo en Huracán, pero no fue el único club. Cuando Huracán no entro, jugué en Centenario un año, también jugué dos años en Godeken y jugué un solo partido en Alianza…
¿Un solo partido?
Sí, porque tuve que cumplir una fecha de suspensión. Fue en el 67’. En aquellos años, había dos zonas y había tiempo para fichar hasta antes de los últimos dos partidos. Huracán estaba afuera del torneo y ante Alianza había jugado los dos partidos ya, me vio el profe que tenían ellos en ese momento (Enzo Coloccini) y me llevaron pensando que podía jugar los dos partidos, porque Alianza si ganaba, tenía chances de clasificar. Se jugaba un partido fundamental contra Chañarense. En el partido anterior a ese, llego una notificación de la Liga en donde yo no podía jugar porque tenía que cumplir una fecha de suspensión (previo a eso, habíamos jugado contra Federación y al parecer le dije algo al juez y me paso la amarilla en el informe). Entonces jugué solo un partido, ya sin chances de clasificar, porque el primero se había perdido.
¿Qué recuerdo tenes de aquella época?
Tengo lindo recuerdos de aquella época. Había buenos jugadores, los partidos eran lindos. A mí me gustaba más jugar para divertirme que para ganar o no perder.
¿Siempre supiste que querías jugar al fútbol?
Siempre. Otra cosa no tenía pensado hacer. El jugador de fútbol nace jugador de fútbol. El fútbol no se aprende. En realidad, se aprende muy poco, se perfecciona. El tipo que es buen jugar, nace jugador. Y es como todo, el que es escritor, nace escritor…
Tu viejo y tus hermanos jugaban también.
Claro. Mi viejo y mis cinco hermanos jugaban al fútbol. Y relativamente bien, eh.
Viajemos un poco a la infancia. ¿Qué era lo que más te gustaba hacer cuando eras chico?
Fue una infancia media brava. No había mucho trabajo acá en Los Quirquinchos y mi viejo nos llevaba a Rosario. Mis hermanos mayores, a los 17 – 18 años se quedaron en la ciudad. En cambio nosotros íbamos y veníamos, hasta que a los 16 años decidí quedarme acá en el pueblo. Me gustaba mucho pescar y cazar. Incluso, eh faltado algún partido para ir a cazar o pescar… (Risas)
¿Eras de ir al campito a jugar a la pelota?
Sí. Cuando éramos pibes solíamos jugar acá en el campito o en la cancha misma. Y para saber quién elegía primero, hacíamos el famoso “pan y queso”. Era lindo.
¿Se perdió un poco esa costumbre?
Creería que sí. Un poco sí. Acá en el parquecito se ven chicos de vez en cuando, pero muy poco. Se ha perdido eso y no solo acá, eh leído que en Rosario, Buenos Aires también se perdió. Y en el campito es donde más se aprende. Y si es con una pelota chica, mejor, porque eso te permite agarrar más habilidad siendo chico. Cuando éramos niños, no teníamos para comprar una pelota de goma grande, entonces esperábamos que se pierda una pelotita de tenis en la cancha de Huracán para poder jugar, o también, lo hacíamos con una pelota de trapo.
¿Cuál fue el motivo por el cual dejaste de jugar?
La edad. Jugué hasta los 36 años y deje, ya no daba más. Estuve un año suspendido injustamente. Creo que tenía 33 años cuando me suspendieron. Me acuerdo que lleve por delante al árbitro sin querer. Fue en un partido ante 9 de julio, íbamos perdiendo 2 a 1 y hacen el famoso bote a tierra. El rival me tira la pelota, la quiero agarrar y abro el brazo, ahí le pegue sin querer al árbitro que venía detrás mío. Él lo tomo como agresión y me expulso.
Y los meses posteriores a eso como fueron, ¿extrañabas?
Y sí. Ese año cuando uno de los encargados de Huracán me avisa que me habían dado un año, me volví loco. No lo podía creer que me den tanto tiempo por una pavada.
¿Sos de ir a la cancha?
Si, aunque ahora voy poco. Me puse medio viejo y me pongo muy nervioso. Y me pasa que a veces no veo bien algunos detalles. Quien tiene condiciones y quien no, me doy cuenta enseguida por mis años de jugador.
¿Pensaste ser técnico?
No, de eso no sería capaz. No tengo carácter para dirigir. Tenes que ser una persona muy especial para dirigir un equipo. Y sobre todo a los más pibes. Y ni hablar si sos del club. Yo acá en Huracán estuve uno o dos años con Blanco, y siempre teníamos problemas con algún que otro padre. Pasa que el padre, que es algo que hoy también pasa, quiere que el técnico ponga a su hijo, pero como le haces entender que hay otro que tiene más condiciones… A veces es difícil.
¿Cómo ves el presente de Huracán? Hay mucha diferencia con la primera rueda. Creo que los últimos dos resultados (Final contra Arteaga y el clásico), mermo mucho el juego del equipo. Pueda ser que se recupere, pero va a ser difícil.
¿Hay diferencias con el fútbol que se veía antes en la Liga?
Sí. Yo diría que la diferencia está en lo físico. Antes, se marcaba mucho menos. Incluso en el profesionalismo mismo; vos miras partidos de 40 años atrás y el jugador tenía tiempo para controlar y girar. Era más fluido. Ahora tenes la respiración del jugador rival en la nuca…
Los que ya no juegan más y eran de tu época me comentaban que ya no se ven muchos jugadores de buen pie, como si se solía ver en aquel tiempo, ¿coincidís?
Claro. Es así.
¿Crees que el límite de cupo influyo en eso? Ya que, al tener un límite, los equipos hacen más hincapié en los puestos que solo deben reforzar.
Exacto. Y también, en lo económico. Eso es fundamental. ¿De dónde van a sacar plata algunos clubes para tener un equipo competitivo con cuatro refuerzos de primera línea? En Huracán, la gente que está encargada del fútbol trabaja mucho y hace mucho esfuerzo, pero hay mucho gasto y ahí se hace difícil. Por ejemplo, Federación, tiene a Afatato – González que son grandes jugadores y tiene una buena base. Jugadores que lo acompañan. Yo sostengo que los foráneos deberían ser 5 por equipos en planilla. Creo que eso sería lo más justo para los equipos más “débiles” por así decirlo y sin faltar el respeto. Es una opinión personal de todas maneras.
¿Cuánto fútbol miras?
Y, fútbol miro… pero me pone nervioso. Soy hincha de Racing. Y mirar un partido de Racing me pone muy nervioso.
¿Hincha de Racing por quién?
Mi hermano mayor me hizo hincha de Racing. El nació en el ’38 y Racing, en la década del 40’ – 50’ fue tricampeón. Tuve la suerte de ver campeón a Racing. Y de verlo jugar también. Las tres veces, en Rosario, en el 50’ – 60’ – 66’. Lo viví de cerca.
Todas las tardecitas vas al club, ¿cierto?
Si, voy todas las tardecitas.
¿Sentís, en algún punto, que se perdió un poco eso de ir al club y hablar de fútbol?
Un poco, sí. Antes se hablaba más de fútbol.
¿Por qué cada vez se habla menos de fútbol?
Yo creo que se habla, pero falta gente en los clubes. Hoy los más jóvenes andan por todos lados, pero al club no van. Y no solo pasa acá en el pueblo. Antes era diferente…
¿Dónde te encuentra la vida hoy?
Acá en el pueblo viviendo con mi mujer y mis dos hijas que vienen a visitarnos. María Eugenia que está en Chañar, pero que durante la semana trabaja acá. Y Florencia que está en Rosario y viene cada dos semanas. En cuanto a mí, hoy que podría estar mejor, tengo problemas físicos. Ahora cuando pase un poco el frío, hablare con el traumatólogo y veré cuando me opero.
¿Quién es “Toto” Miguez?
Soy una persona común, sencilla, que por suerte es respetado por todos; tanto por la gente de Huracán como la de Federación. Alguien a quien le gusta mucho el sentido del humor, eso sí.
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