Su vida está rodeada de fútbol y amigos. Mientras disfrutaba del calor en la pileta de “Coty”, se hizo un espacio para charlar con nosotros. Goleador por naturaleza. El Pepo Gómez, ya es sinónimo de gol, vaya donde vaya.
¿Quién es Fabián Gómez? Soy un tipo social, que me gusta hacer reír sin herir a nadie y de buen ánimo todos los días. Humilde, sincero y que siempre va de frente.
Contame de tus comienzos. ¿Cómo aparece el fútbol en tu vida? El fútbol aparece en mi vida a los 4 años. Arranque en el club de mi barrio en Rosario que se llama “1º de Mayo”. Mi mama no soportaba que patee todo el día contra la pared de casa, entonces tomo la decisión de llevarme a fútbol. Y ahí nació mi gran amor por este deporte.
¿Quién te puso de 9? De chiquito tenía esa virtud de empujarla; por eso con todos los entrenadores siempre jugué de 9. Jamás me probaron en otro puesto.
En lo que va de tu carrera pasaste por varios clubes. ¿Te adaptaste rápido a esos cambios? Cuando llegas a un club nuevo es lo que más cuesta; eso es lo que siento yo, o por lo menos me pasa a mí. Uno siempre trata de entrar en el grupo rápido, pero no es tarea fácil. Cuando las cosas no salen, siempre hay que esforzarse un poco más y tener esa tranquilidad que siempre se deja todo para que las cosas salgan.
Dónde vas sos goleador. ¿Imaginabas también, ser el goleador de la Liga Interprovincial el año pasado? Mi característica siempre fue la puntada final. Hay muchos 9 que cumplen otras funciones que son muy necesarios para los equipos, pero con otro perfil futbolístico. Lo mío es terminar la jugada dentro del área; a veces se puede, otras no. Es por eso que hay que trabajar para lograr el objetivo y aportar tu función al equipo que te contrata. Y terminar todo aquel esfuerzo que elabora el equipo para que la jugada termine en gol.
No imaginaba romper un record en la liga. Como lo dije en varias oportunidades, mi mejor versión siempre se las debo al esfuerzo de mis compañeros. No soy un 9 que se va a sacar tres tipos de encima o de potencia y buen remate. Soy dependiente de lo que hacen mis compañeros. El campeonato pasado, fueron ellos también los responsables de mi mejor marca en un año.
¿Tuviste algún entrenador que te haya marcado? La verdad, que de todos los entrenadores siempre aprendes algo. Por suerte, estos últimos años me tocaron técnicos de los cuales aprendo todos los días, algo nuevo. Uno se viene grande y tiene ganas de aprender también. Es una carrera que admiro y quizás, el día de mañana la haga. Por eso, trato de prestarles siempre atención a todo lo que me piden y tratar de responderles siempre dentro de la cancha.
¿Te ves en un futuro como entrenador? Es la idea. Ya quiero ponerme a realizar el curso y poder recibirme en la parte teórica. Después viene la peor etapa que es la parte práctica; ahí veré si estoy a la altura de ser un entrenador.
Hablemos de vos… ¿Qué te gusta hacer fuera de la cancha? Me gusta estar con mi familia y amigos. Fútbol o asado de por medio es la excusa perfecta para juntarse.
¿Te gusta la cumbia? Si, la cumbia me gusta. Pero tengo más pasión por el rock.
¿Te dicen así por El Pepo? Me dicen así por Rubén Darío Castiñeiras; es el nombre de “El Pepo”. Pero a modo de relacionarme con él, me bautizaron con su sobrenombre.
¿Y eso tiene algo que ver con la forma en que festejas los goles? Sí. tiene que ver porque en festejos del año pasado mostré la remera oficial de la banda a modo de difusión; las remeras las venden en los lugares donde toca la banda. Fue una manera de ayudarlos también a ellos.
Tu día más triste en el fútbol. Mi día más triste en el fútbol fue en el 2013, jugando para Atlético Pujato; erre dos goles. Sin oposición y sobre la hora nos empatan en la semifinal de año y nos llevan a un tercer partido, que después nos terminan eliminando. Sentí mucha culpa. Erre dos goles claros y no pudimos liquidar el partido.
Tu día más feliz en el fútbol. Fue cuando salí campeón de la Liga Casildense con Aprendices en 2010.
¿Alguna anécdota que recuerdes? En México me pedían autógrafos. Orizaba es una ciudad chica de Veracruz y el equipo genera mucha afición; al ser extranjero uno era reconocido fácil en la ciudad y la gente pedía autógrafos y fotos. Era gracioso de verdad.
Hablemos del hoy; ¿Qué fue lo que te hizo venir a Chañarense? El principal responsable es Sebastián Rosati. El me llamo en su paso por la venadense, también el año pasado y este para que me sume. A eso, súmale el esfuerzo que hizo la comisión para llevarme y por ultimo un poco creo que también mi marca del torneo pasado. En ese orden, siento que eso fue lo que me deposito en Chañarense.
¿Cómo se están preparando para afrontar lo que viene? Estamos tratando de agarrar el camino indicado, tenemos un buen entrenador que conoce la Liga y prepara los partidos de la mejor manera. Después depende de nosotros, los jugadores, que las cosas salgan o no. Somos nosotros los que tomamos la última decisión dentro del campo de juego. Tenemos buen plantel pero no nos tenemos que conformar con eso. Hay que plasmarlo en la cancha. Ojala pronto encontremos una identidad de juego y logremos el gran objetivo de clasificar.
¿Cómo viste el arranque? No se arrancó de la manera que se esperaba en la primera fecha, pero para hacer valer el punto obtenido en San José teníamos que ganar de local y se logró. Ahora estamos con un poco más de aire y trabajando para ganar el próximo partido.
Se viene el clásico en la 4ta fecha. ¿Ya piensan en eso? En lo personal no. Si sé que el clásico te marca el semestre. Es un partido clave. Los demás chicos que son jugadores e hinchas, ya están palpitando la fecha cuatro. Yo trato de transmitir tranquilidad y que no nos gane la ansiedad; tampoco tenemos que saltar etapa. Nos va a ir mucho mejor si le ganamos a Huracán de visitante. A veces a los jugadores les gana el hincha de a ratos, y es esa parte es normal. Debemos estar enfocados en el partido que sigue y luego preparar el clásico.
Contémosle al hincha; ¿Con que equipo se va a encontrar este año? y ¿Cuál es el objetivo principal? El objetivo principal es clasificar. Después en los Playoff es otro campeonato; así lo veo yo por lo menos. Ojala el hincha se identifique con este plantel y apoye como lo está haciendo ahora. Los refuerzos pretendemos estar a la altura; no solo del club, sino también de la Liga. Ojala podamos lograr solidez en todas las líneas y meter al equipo entre los primeros ocho.
Hablando un poco de la Liga; ¿Crees que el torneo, por cómo se reforzaron los equipos, será más duro que el torneo pasado? Mas parejo… Creo que todos los equipos hicieron su trabajo en cuanto a refuerzos. Veo que está todo muy parejo y va a ser un año muy lindo para la Liga. Ojala nosotros podamos meter al equipo donde pretendemos, estar entre los mejores y jugar la parte final del apertura.
Volviendo a vos. Sos serio, pero sin embargo sos de hacer reír bastante… Mi cara sola es seria. Soy todo lo contrario. Me gusta mucho el humor e hinchar sanamente.
Como es eso de que no te gusta el mate… El mate no es compatible con mi vida. Menos en verano. Yo lo relaciono más al invierno. De todas maneras, no tomo nunca y por todos lados me cargan por eso.
Supongamos que te regalo algo de una marca deportiva que no sea Adidas. ¿Me lo aceptas igual? Los regalos siempre se aceptan. Trato de no despreciar a nadie. No importa lo material, siempre me quedo con la acción.
Aunque los que te conocen ya saben que tienen que elegir las tres rayas, ¿no? El gesto es lo que queda en la memoria. Siempre valoro eso. De lo material no te llevas nada.
¿Cuánto hay de fútbol en tu vida? El fútbol en mi vida es todo. Solo pido por salud y fútbol siempre. Nací, crecí, me desarrolle y pretendo irme el día que me toque rodeado de fútbol (risas). Es el lugar donde más feliz me siento. Un gran amor de toda mi vida.
Para Santiago, “Coty” y Darío Fernández sos uno más de la familia. ¿Sentís lo mismo? Me crié prácticamente con ellos. Más que nada con Santiago y Coty; con Darío tenemos más diferencia de edad pero también es parte de mi entorno más cercano. Ellos son los hermanos que me dio la vida. Estamos siempre conectados y compartimos gran parte del año.
También me comentaron que sos el gran asador del grupo. Si no estás vos, no se come asado o directamente no se come. ¿Tan así es? Es cierto. Igual es una cuestión de muñeca porque ellos dicen que me sale bien. Me gusta la parrilla y sea con ellos o con el grupo de amigos que sea, trato siempre de poner mi mano de obra y cocinar.
¿Cómo te convenció Santiago para que aceptes ser el padrino de su hijo? Si no me equivoco, vos decías que padrino no ibas a ser… Yo siempre sentí que era una responsabilidad muy grande. Cuando me dijo que me había elegido me negué. Pedí tiempo para pensarlo. No me creí capaz y a la vez no podía creer que un amigo me de esa gran alegría. Hoy ya soy padrino y estoy más tranquilo en cuanto a lo que pensaba.
¿Te arrepentís de algo en tu carrera? Me arrepiento de no renovar contrato en el fútbol mexicano. El club me había ofrecido seguir y tome la decisión de volverme porque el club no cumplía en términos el contrato que ofrecía. Quizás, si seguía bajo esas condiciones hoy mi realidad seria otra. Cuando decidís algo, al tiempo sabes si hiciste bien o mal. Me salió mal y no pude crecer. Toco volver y asumir la decisión que había tomado.
¿Disfrutas cuando jugas? Siempre que hay una pelota cerca disfruto mucho. El fútbol es una debilidad en mi vida.
¿Dónde sos feliz? Dentro de una cancha, jugando al fútbol. En ese momento me siento completo. No necesito nada más.
¿El fútbol te dejo amigos? Gracias al fútbol tengo muchos amigos. Algunos los veo menos por las distancias que existen, pero trato de seguir en contacto siempre con todos.
¿Un sueño? Volver a gritar campeón.
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