El 10, no solo se destaca por su calidad, también por el respeto que tiene sobre sus compañeros y el rival. Y en una sociedad que carece de eso, Nieto se lo pone como prioridad. Él juega y rompe las estructuras de un fútbol donde prevalece el llamado de atención. Juega, porque ama hacerlo y asegura que vuelve porque Cafferatense es su lugar. Elegante como pocos y con una presencia dentro del campo que lo diferencia del resto. Sus 25 años lo muestran centrado a la hora de afrontar los distintos partidos que el fútbol y la vida le pongan adelante. Williams Nieto, el crack silencioso que siempre regresa.
¿Cuál es tu primer recuerdo como jugador de fútbol?
Mis primeros recuerdos están en cuando jugaba en novena, si bien arranque de muy chico, de algunos partidos me acuerdo todavía, pero lo que más recuerdo es de donde empecé a jugar, que fue el campito de atrás del barrio de mi casa, ahí jugaba siempre con mis amigos.
¿De chico ya sabias que ibas a ser esto?
No sé si de chico sabía que iba a ser esto, pero si lo soñaba, lo imaginaba, era lo que quería. Quizás un poco si, sabía que iba a jugar al fútbol pero no sabía hasta donde me iba a dar o hasta donde iba a llegar, pero esto era lo que yo quería hacer.
¿Qué soñabas?
Soñaba, lo que uno suele soñar a veces, jugar en la primera división del fútbol argentino. Eso era lo que se me pasaba por la cabeza, lo que siempre pedía. Me gusta mucho el fútbol europeo, miraba – y aún sigo mirando – el fútbol inglés, y tenía el sueño de llegar hasta ahí, pero bueno, eso es lo que uno sueña de chico…
Hablemos un poco de fútbol.
En tus goles siempre estás bien perfilado a la hora de recibir, ¿sos de trabajar la orientación en los entrenamientos?
No, no sé si soy de trabajar tanto la orientación, creo que eso está en la esencia de cada uno. La verdad es que no soy de detenerme en eso, pero si, cada vez que trabajamos definición y ese tipo de cosas trato de hacerlo bien perfilado, pero ya es como que lo tengo incorporado. A veces sale, otras veces no, pero siempre trato de estar bien perfilado.
El estar bien perfilado, además, me da ventaja a la hora de resolver rápido las distintas jugadas que se me presenten…
Si, siendo así necesitas un tiempo menos, no para definir solamente si no para todo; una medialuna o en el puesto que te toque jugar. Estar bien perfilado y orientado te da mucha más facilidad para jugar, necesitas menos toques.
¿Qué tan importante es, para un delantero, estar bien perfilado?
Para un delantero es bueno estar bien perfilado siempre, tenes un tiempo más, sobre todo dentro del área. Además, en una liga como la Interprovincial que te presionan mucho, que es una liga muy física, el estar bien perfilado te ayuda a definir mejor.
¿Qué cosas te fastidian estando dentro del campo del juego?
No soy de fastidiarme, tal vez, cuando toco muy poco la pelota, ahí puede ser pero por lo general, no. No soy un jugador que juega el partido fastidioso o que se pelea con alguien. Siempre trato de estar positivo, mirando para adelante. Y dentro del campo de juego suelen haber algunas cosas que te enojan, como errar un gol, por ejemplo, pero enseguida hay que levantarse, son momentos.
Si hay algo que aprendí, es que en cada minuto tenes otra pelota, un nuevo intento.
El delantero, por lo general, siempre es noticia por los goles que convierte, no todos ven más allá del resultado final, porque podes no hacer goles y tener un gran partido o podes hacer un gol y tener un mal partido… ¿Cómo te llevas con eso?
Si, a veces uno es noticia cuando hace uno o dos goles, que en realidad no le doy tanta importancia ahora, quizás antes cuando era más chico, sí. Si me iba del partido y no hacia un gol, me desesperaba, a la noche no podía dormir porque me sentía mal… pero con el tiempo y la experiencia que fui sumando, aprendí que lo más importante es que el equipo gane. Hoy dar una asistencia, por ejemplo, lo siento como si fuese un gol. Es por eso que hoy me da tranquilidad dar una asistencia o hacer un buen partido y que el equipo gane, no me desespero por convertir. Trato siempre de asistir a Tato Callegari, me encanta que haga goles, que le vaya bien, eso ayuda a que el equipo gane.
Eso no quiere decir que no me guste marcar goles, al contrario, soy delantero y todo delantero quiere marcar goles, pero ya no suelo desesperarme por convertir. Trabajo para el equipo y me gusta ganar.
¿Volves a ver los partidos después en casa?
No creo mucho en las imágenes después de ver el partido. Me quedo con lo que pasa dentro del campo de juego, porque siempre que veo alguna imagen digo, “pude haber hecho esto o lo otro”, entonces no creo tanto en las imágenes, creo en lo que te sale en ese momento y en lo que uno decide dentro de la cancha. De afuera todo es más fácil…
Si convierto algún gol o si hago alguna jugada, sí, eso sí lo veo, me gusta, pero no me detengo a mirar lo que hice bien o lo que hice mal. Y eso es por lo que mencione anteriormente; creo que lo que importa es lo que uno decide adentro de la cancha en se momento.
¿Por qué jugas, Williams?
Juego porque amo jugar. Esto es lo que elegí, es mi vida, otra cosa no se hacer y eso es algo que siempre digo. Por eso es que juego, además, por la ayuda económica, por poder ser un nombre el día de mañana, que esto te pueda ayudar en la vida. Juego, más allá de todo, porque es lo que me hace feliz.
La mayoría te conoce, pero a los que no, contémosle que clase de jugador sos…
Es muy difícil hablar de uno mismo… me considero un jugador técnico que con el tiempo mejoro en lo físico. Un jugador rápido, potente, con buena pegada, con definición. Y también, con muchas cosas por mejorar. El cabezazo por ejemplo, es una de ellas, tengo muy pocos goles de cabeza.
¿Preferís jugar de frente al arco que de espalda?
Prefiero jugar de frente, sí, me siento mucho mejor jugando de frente a la cancha, por un costado, por el otro… Mira, cuando era más chico jugaba de 9, ahora me toca jugar en otra posición y es realmente donde me siento más cómodo, creo que de grande encontré mi puesto, mi lugar en la cancha y hoy te digo que ya no podría jugar más de 9, me gusta jugar por los costados.
Siempre fuiste un jugador muy técnico, pero en estos últimos años, a esa técnica la perfeccionaste y le sumaste velocidad y físico, lo que te hace un jugador aún más completo, ¿sentís lo mismo?
Si, como te decía antes, sume velocidad y físico, y creo que eso lo fui agarrando con la experiencia acá en la Liga, en los partidos, encontrando mi lugar en la cancha, trabajando también al cien por cien en los entrenamientos, que antes me pasaba que regulaba o no lo hacía al cien, pero aprendí que como se entrena se juega, entonces trato de dar el máximo en cada entrenamiento. Siento que hoy estoy más rápido, mucho más fuerte.
¿Cuál crees que es tu fuerte?
La velocidad, el tratar de contar siempre con una buena definición, cada vez que estoy frente a un arquero busco definir lo mejor posible. Creo que eso es parte de mi fuerte; velocidad, buena pegada, buena definición, un poco de todo eso, que en definitiva es lo que me termina definiendo.
¿Sos consiente que podes dar mucho más todavía?
Sí. Soy consciente que puedo dar mucho más. Y no es algo que lo diga solo yo, la mayoría que me conoce, que ven entrenar o los entrenadores que tuve me lo remarcan todo el tiempo.
Siempre me acuerdo de lo que me dijo Gabriel Cocchis una vez…
¿Y qué te dijo?
Me dijo que si yo me lo propongo puedo dar muchísimo más de lo que doy.
¿Es así?
Sí, yo creo que tengo mucho más para dar. Si bien hoy me siento muy bien, soy consciente que puedo dar más.
Volvamos al punto de partida, ¿Cafferatense fue el inicio?
Así es. Cafferatense fue el inicio, de chico comencé a jugar ahí, después tuve varias pruebas, como le suele pasar a la mayoría; Rosario Central, Instituto… me acuerdo que me quedaba un tiempo y me volvía. En 2011 empecé a tener un par de partidos en Primera División, entre ellos la final contra 9 de Julio.
Y de ahí fuiste a Estudiantes…
Claro. En noviembre del 2011 me fui a probar a Estudiantes de la Plata y ahí me dijeron que me querían en enero. En 2012 llegue a Estudiantes por intermedio de una prueba que se realizó en La Plata. Me acuerdo que fui tres días y ya el primero me habían dicho que quedaba. Estuve todo 2012 y todo 2013 en la institución.
El 2012 lo jugué en quinta división, después al otro año me avisaron que estaba en el selectivo del club; ahí unían dos categorías que podían jugar en 4ta y reserva. En 2013 estuve en ese selectivo donde llegue a estar en el banco de suplentes en cancha de Vélez, en el partido preliminar. Si bien no llegue a debutar en división reserva, la experiencia de estar en el banco fue muy linda.
¿Por qué te volviste?
En realidad no me volví. Lo que paso fue que a fines de 2013, comienzo de 2014, me dijeron que iba a estar muy tapado en el puesto de 9 y que me abrían las puertas por si quería irme, me dejaban libre y me conseguían pruebas en otros clubes para que yo pueda seguir jugando.
Volví a Cafferata, pase las vacaciones y en enero me fui a Olimpo de Bahía Blanca donde realice una prueba y me quede ahí dos semanas. En ese momento me salió la oportunidad de ir a Sportivo Belgrano, que era Nacional B. No lo dude. Era a un selectivo que duraba tres meses hasta mitad de año y después de ese selectivo elegían a cinco o seis jugadores para que firmen contrato. De Olimpo me fui a Córdoba, estuve esos tres – cuatro meses, y de ahí me hicieron contrato por un año.
¿Cómo fue tu paso por Sportivo Belgrano?
Estuve seis meses en el plantel del Nacional B y no llegue a debutar. En el mes de diciembre, después del receso, me dijeron que me rescindían el contrato.
Después de eso regrese a Cafferata. Me salió una prueba en Tiro Federal de Rosario pero decidí no hacerla, me sentía un poco frustrado en ese momento, el dar tanta vuelta y no poder explotar definitivamente hizo que decidiera quedarme en Cafferatense.
Entre el regreso y la actualidad apareció una posibilidad de jugar fuera del país…
No fue un buen regreso, la verdad. Hice poco goles y tuve un flojo nivel. En el 2016 me volví a levantar, me sentí muy bien y ahí fue donde me salió una posibilidad de jugar en Club Atlético Ciclón de “Tarija”, en la segunda división de Bolivia.
¿Cómo se dio?
Me contacto una persona que se dedicaba a representar jugadores. Tenía que ir a ficharme desde un principio, no era una prueba. Me acuerdo que fui solo, estuve allá unas dos o tres semanas…
¿Y qué pasó?
El hombre que se había contactado no me brindo lo que yo esperaba. No lo conocí, en realidad, todo era por teléfono hasta ese entonces. Como fue todo tan mal manejado decidí volverme. Pude hablar con la Presidenta del Club, me pudieron devolver todo el dinero que había gastado, inclusive quedo una buena relación entre ambos, hasta el día de hoy me siguen contactando para que vaya a jugar.
¿Sí?
Sí. Es más, a mitad de este año me llamaron, pero como le había dado mi palabra a Cafferatense, decidí rechazar la oferta. Me quedo una muy buena relación, imagínate que eso fue en 2016 y aun me siguen llamando. El club se portó muy bien conmigo.
El fútbol es un deporte hermoso, pero también tiene su parte jodida. ¿Cuál es la mejor forma de sobreponerse a las decepciones que tiene este deporte?
Si, muchas veces el fútbol es muy injusto. Un domingo te vas con una sonrisa enorme, al otro domingo llorando, el otro enojado… el fútbol tiene esas cosas y creo que la mejor forma de sobreponerse es trabajando, no hay otra forma. Es levantar la cabeza todos los días y seguir.
Por ejemplo, me paso de errar dos penales en un mismo partido y ese día me decía a mí mismo, “¿para qué juego a esto?”, pero el lunes ya me encontraba haciendo el regenerativo y que tus compañeros te den una palabra de aliento te hacen ver que hay otras oportunidades, que esto sigue, y que si llegaba a ver un próximo penal lo iba a volver a patear, porque el fútbol tiene estas cosas y a su vez, es eso lo que lo hace tan lindo.
¿Y qué tan importante es la confianza para un jugador?
Es muy importante para el jugador que te muestren confianza. Cuando eso sucede, sacas lo mejor de vos. Es por eso que valoro mucho la confianza que Franco Mondonio me tiene, al igual que los anteriores entrenadores que me brindaron lo mismo. Es muy importante. Cuando confían en vos, es donde aparece tu mejor versión. Y desde que confían en mí, siento que es donde mejor me sentí, donde mejor rendí.
La familia y el fútbol siempre se relacionan, y tu hermano Michael hace poquito estuvo en el banco de primera…
Si, a mi hermano le toco ir al banco un partido en primera, y también jugó varios partidos en reserva. Él tiene la edad de reserva pero puede bajar a jugar en quinta, así que viene jugando bastante.
¿Cómo lo ves?
Lo veo como un gran definidor. Michael se caracteriza por definir muy bien, tiene siempre un tiempo más y eso es lo lleva a destacarse. Después, es como todo, tiene muchas cosas para aprender, y creo que si él se pone en la cabeza que tiene que cambiar varias cosas, trabajar bien, entrenarse mejor, puede jugar mucho tiempo en primera.
¿Le aconsejas?
Le aconsejo que cambie la forma de entrenar o que se entrene siempre al cien por cien. Y se lo aconsejo por la experiencia.
¿Michael es el único que juega?
No, Michael no es el único. Esta Tobías, que es mi hermano más chico, que también juega. Tobías esta en sexta, que fue el plantel que salió campeón en este torneo apertura.
¿A él también le aconsejas?
Si, le aconsejo lo mismo que a Michael. Entrenarse bien, que de esa forma van a poder jugar muchos años en el primer equipo.
Para ir terminando…
¿Qué tiene Cafferatense que siempre te hace volver?
Cafferatense es mi lugar en el mundo. Es donde me siento feliz. Pertenezco acá, es por eso que siempre vuelvo.
¿Sentís que estás en tu mejor momento?
No sé si en el mejor momento, pero si me siento muy bien. Creería que es uno de mis mejores momentos, pero hace varios años que vengo sintiendo que estoy bien, que puedo sacar diferencia, que puedo hacer goles, ayudar al equipo… me siento muy útil y eso me gusta. Es un buen momento, pero me gustaría poder hacer que el equipo llegue más lejos, jugar una semifinal, una final, ayudar a que eso suceda.
¿Con que soñas?
Sueño con eso. Sueño con poder ayudar al club a lograr el deseo de tantos años. Ojala se me pueda dar, intentare dar lo mejor y ayudar a que Cafferatense juegue una final de torneo, una final de año. Haré todo lo posible para que se pueda lograr, que en sí, es algo que queremos todos.
Virginia Magi
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