- Familia, voy a jugar en la Selección.
Nadie es más que el otro.
Y todos tenemos derecho a soñar.
¿O acaso alguien dijo que no puedo soñar?
Los pueblos están llenos de historias que merecen ser contadas, compartidas. Y la de Gastón es una de ellas.
Gastón es de Arteaga. Soñaba con jugar en la Selección Argentina. Soñaba con vestir y defender esos colores que tanto ama. Representar a su país, a su pueblo.
Era un sueño. Hasta ese momento era solo un sueño. Pero resulta, que ese sueño, con el paso del tiempo, quiso dejar de ser sueño para ser realidad.
A veces, las oportunidades llegan. Y otras veces, hay que buscarlas.
El camino no es fácil. ¡Nadie dijo que lo seria tampoco!
Gastón lo entendía. Y entendía a su vez, que la vida no siempre nos prepara para afrontar los obstáculos que la vida misma decide ponernos en el camino.
Cuando uno cuenta con el apoyo de la familia, de los amigos, el no estar preparado no es algo que nos preocupe demasiado. No porque uno se crea superior, sino, que el hecho de transitarlo acompañado, nos da la fuerza y el valor necesario para afrontar lo que sea, lo que venga.
¡Nadie dijo que no dolería!
El “no”, duele. Y la exclusión, duele más.
Por suerte, Gastón, en su vida se ve rodeado de personas que le muestran que por más difícil que sea la cosa, no es imposible y que a su vez, lo ayudan a volver posible, aquello que más de uno siente que no lo es.
Personas que lo acompañan a perseguir sus sueños.
Martes 4 de Junio de 2019. São Paulo, Brasil.
Brasil era el escenario del Mundial de Futsal con Síndrome de Down. Y Argentina, al igual que el local, fueron protagonistas del último juego.
A esta altura de la vida, este resultado, más allá de las ganas de ganar y traerse la copa, es anecdótico. Y lo es, porque se ganó desde el lado de la inclusión.
Gastón soñaba con jugar un Mundial. El buscó esa oportunidad con sacrificio y humildad. La vida, lo reconoció. Y a su vez, le dio la 10 y la cinta de capitán.
Ya no se trataba de un sueño.
Gastón representó a su país y fue el orgullo de su pueblo.
Gastón, al igual que sus compañeros, lograron convertir en posible aquello que parecía imposible.
- Familia, no solo jugué en la Selección, si no que también, jugué un Mundial.
Virginia Magi
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