A Hugo, la vida siempre lo encontró dentro de un mismo sitio; el fútbol. Una lesión en su rodilla izquierda a los 23 años lo obligo a dejar de jugar. No se alejó. Siempre supo que enseñar sus conocimientos a los más chicos, era lo que quería. Su viaje inicia en Godeken, donde confiesa que fue el punta pie inicial de todo esto. El tiempo se detiene en Argentinos Juniors, club que lo tiene en su historia y en donde se nutrió de conceptos y experiencias. Anduvo por otros lugares, pero la actualidad lo encuentra en San Juan, siendo coordinador de inferiores del club SMSJ. El presente lo lleva a recordar.
¿Quién es Hugo Garelli?
Un luchador de la vida. Alguien que disfruta y ama el trabajo que eligió. Una persona seria, abierta a escuchar, mirar y aprender. Todavía tengo un montón de cosas en mente para seguir creciendo. Y creo que no hay edad para eso. Siempre con las raíces de mi pueblo, Godeken, que fue mi puntapié inicial en lo que estoy haciendo hoy. El tiempo dirá donde me ubica este lindo deporte.
Como te definís; ¿Entrenador o Formador de jugadores?
Estar 18 años en Argentinos Juniors me define como formador de jugadores. De hecho lo hice en mi inicio en Godeken cuando deje de jugar. Me considero un formador y hoy con la experiencia que uno fue adquiriendo, también me considero técnico de los distintos niveles. Uno, en esta carrera, va aprendiendo un montón de cosas. Hoy estoy coordinando un club de Primera División y esta pregunta me define como formador y educador.
Controlar el balón parece cosa fácil, pero no lo es. ¿Qué tan importante es saber controlarlo?
Para poder controlar el balón, en principio tiene que surgir un pase. Creo que en las edades tempranas tener el hábito de trabajar pase y recepción con ambos perfiles es básico para el aprendizaje de cualquier individuo. Para mí, es lo más difícil que tiene el fútbol; el control y el pase. El jugador que tiene bien asimilado eso, creo que saca mucha ventaja en el juego y le da la dinámica al mismo.
¿Cómo se trabaja eso?
Se trabaja todos los días. Les hago mucha hincapié a los técnicos y profes en trabajos de pase y recepción constante.; como entrar en calor, juegos. Es la base fundamental del fútbol.
En una entrevista para “Tiempo” (diario de San Juan), hiciste mención a que los chicos primero deben aprender los fundamentos técnicos para después llevarlos a cancha de once. ¿Cuáles son esos fundamentos?
Es básico y vital trabajar los fundamentos técnicos en las edades tempranas. Y un poco va en relación a lo que hablamos antes, todo lo que es fundamento técnico yo lo denomino; pase – recepción – dribling – cabeceo – control con las distintas partes – pecho – muslo – empeine –, yo creo que eso se tiene que desarrollar primero en un terreno plano, liso, para que el chico cuando traslade el balón no tenga inconvenientes, y se le haga más fácil después en cancha de once. Hasta los 7 – 8 años, soy un convencido de que hay que trabajar mucho lo que es espacio reducido y fundamentos técnicos. Normalmente se hace en cancha de básquet, baby, o de fútbol sala. Todo esto lo aprendí en el “Club Parque”, en Buenos Aires, y en el club AAAJ, donde obviamente eso era la base esencial de formar los posibles talentos, que de hecho han surgido mucho trabajando en esa condición.
¿En qué parte del club lo trabajas?
Donde es la coordinación general de reserva a escuela. Y mi lugar de trabajo es en el predio que el club tiene. Ahí tengo mi oficina, junto con los profes. Acá planificamos y desarrollamos la actividad que vamos a realizar.
Las inferiores son el corazón de cada club.
Así es. Yo lo defino como que son el patrimonio del club. Para mi es el área donde cada club tiene que apuntar para tener futuro. Si no tenemos inferiores, si no invertimos en inferiores, la institución no crece. Invertir hoy en buenos profes, buenos técnicos, en tener buen material para que el jugador crezca, es el capital del club. A futuro los resultados se tienen que ver.
¿Crees que a veces se queman etapas?
Yo creo que las etapas se tienen que cumplir de acuerdo a las edades y a la formación del individuo. Saltearlas no es aconsejable. Yo no soy de saltear etapas en la medida de que el jugador no demuestre. En este caso, ¿un jugador de sexta división puede saltar a reserva? Si puede. Pero primero tiene que demostrar bien en su división para que está. Lo mismo que el de 5ta, el de 4ta. Las etapas se tienen que cumplir. Primero demostrar en un área y después ver para que está.
¿Cómo se maneja la presión?
Para mí, es un día a día, donde estamos trabajando sobre un nivel en donde al chico se lo educa y forma para que a futuro sea un profesional y desde ese punto se le va exigiendo distintos ítems para esa formación. Lo denominaría exigir; sacarle lo mejor a cada jugador para que se formen como profesional. Eso obviamente que genera un estado de trabajo exigente que se lo puede denominar presión. Si bien estamos en etapas de formación, los resultados son parte de la presión, pero también hay un resultado que a futuro lo van a tener que manejar y por ende se les exige tratar de cubrir esa etapa. No hacemos hincapié en el resultado, pero es parte del juego. Esa presión es formar y educar.
Es fundamental hacerle ver al chico que todos son iguales.
Obviamente que es por condición y nivel. Cada persona tiene una condición y nivel de juego y desde este lado somos nosotros, los encargados de definir a ese jugador en que área trabaja. Es decir, si bien en principio se le da la chance para que estén todos juntos, después la separación por la condición y nivel del propio jugador se va haciendo para que tenga mejor calidad de trabajo. Hay jugadores que no tienen una buena condición y a veces atrasa al que mejor las tiene. Entonces en este caso, yo eh armado acá; primer, segundo y tercer nivel. Eso no quiere decir que al jugador que lo tenemos enfocado en el tercer nivel, no pueda llegar al primer nivel. Al contrario, puede llegar con trabajo, pero separando las condiciones y los niveles.
En el fútbol no siempre llega el que más talento tiene.
Yo tengo un convencimiento de que no llega el que mejor juega o el que más condiciones tenga. Llega aquel que es constante. El que piensa como profesional, el que se levante todos los días y está convencido de que quiere crecer. Después el tiempo lo va a ir ubicando en el lugar que corresponde. Ha habido un montón de casos con jugadores que no tenían la condición y nivel de juego y después los ves jugando en Primera División. Ya el objetivo está realizado.
Quedan muchos de esos en el camino. ¿Por qué crees que pasa?
Muchos quedan en el camino porque no tienen constancias, porque juegan bien y no lo toman con la seriedad, el respeto que corresponde. Armas fundamentales para esto. Pasa en todas partes del mundo; ¡Mira, este jugador se perdió, que lastima! Y a lo mejor le gusta la noche, no come bien, no descasa bien, llega tarde a entrenar... entonces esa condición ya va quedando de lado y después no llegan.
¿Cómo se les explica a los padres que solo llegan dos chicos de diez?
Es una realidad. No todos llegan. Por eso acá también hago hincapié en que no llega el que mejor juega, sino el que tiene más constancia. Si tiene un buen apoyo familiar se le va a hacer más fácil.
Esta pregunta tiene varias aristas. Si analizamos de que en inferiores, el fútbol se maneja con edades tempranas, los padres tienen algo que ver con el hecho de acércalos al club, apoyarlos, de estar en el detalle sobre la actividad que sus hijos realizan. Obviamente que hay padres, como todos seres humanos que somos, con distintos pensamientos; esta aquel que te lo trae para que el chico se divierta, está el que lo trae para que su hijo tenga la posibilidad el día de mañana de llegar a jugar y piensa bien, con los pies sobre la tierra. Y esta aquel que ya de entrada se cree que tiene al mejor jugador del mundo y lo confunde, no lo deja divertirse, no lo deja aprender ni a ser libre. Yo creo que nosotros desde nuestro lado, tenemos una parte psicológica en el trato para con los padres, porque hay que saber interpretar a veces el manejo de cada uno de ellos por un montón de cosas. Creo que depende mucho del encuadramiento que le damos nosotros, los técnicos, para que el padre se ordene. Mucho tiene que ver en nosotros el lugar que se le da. Siempre con respeto, uno le trata de explicar los mensajes claros; el chico viene a aprender, no necesitamos de la presión de ellos para que el chico crezca, que lo dejen tranquilos. De hecho hay lugares donde a los padres no lo dejan entrar. Yo, en ese sentido, soy un poco abierto. Mientras observe y no interfiera en el entrenamiento no hay problema, lo dejo. Es un manejo del cuerpo técnico que está a cargo. Planteamiento por parte de los padres va a haber siempre, pero hay que hacerles ver que son etapas en donde el chico viene a formarse y a aprender, después el tiempo dirá si la condición y nivel que tiene, le da lugar para llegar.
Hablemos de vos; ¿Qué haces cuando no trabajas?
Me gusta el deporte, suelo salir en bicicleta. Siempre está el dialogo con la familia. Y si hay un partido de fútbol uno lo mira para aprender, escuchar conceptos. Es algo constante. En el descanso uno está activo porque uno vive de esto, y me gusta. Gracias a dios me dio resultado el hecho de escuchar y aprender siempre. También suelo leer. Y por supuesto, uno respeta a la hora de descanso que corresponde.
Imagino que no debe ser fácil vivir lejos de la familia.
Desde el primer momento en que tome la decisión de dedicarme a esto, la familia fue un sostén importante. Ellos aceptan todos los manejos que pueda llegar a tener. Hoy me toca estar acá en San Juan. Y donde me toque trabajar, siempre voy a tener su apoyo. Se hace difícil pero uno se acostumbra.
¿Sos de volver a Godeken cuando el trabajo te lo permite?
Soy de volver. Cuando no tengo actividad me gusta pasar, ver donde crecí, ver a mis amigos, las relaciones que tuve durante 33 años en el pueblo. Godeken fue mi punto de partida. Es gratificante volver y ver lo que uno construyo desde ese lugar. Estoy más que agradecido de haber crecido y haberme formado ahí, porque los principios básicos que tengo en este trabajo nacieron de Godeken y de la gente que tuve alrededor.
¿Qué fue lo que te hizo dejar de jugar y dedicarte a esto? Igual, antes de hacer lo que haces hoy, buscabas talentos y los llevabas a distintos clubes.
Lo que me llevo a trabajar en esto fue una lesión que tuve a los 23 años en la rodilla izquierda, en donde siempre quise recuperarme para jugar. Intente y no pude. A los 25 años me case y me di cuenta de que me gustaba entrenar a los chicos, que quería estar relacionado al fútbol. Trabaje en el club del pueblo; Godeken recién se estaba armando y me dio la posibilidad de agarrar a los chicos en lo que era la competencia de inferiores. Eso me llevo a hacer el curso de técnico en Venado Tuerto; fue la primera promoción que se realizó, me recibí a los 28 años, y recién a los 30 me dieron el título. Es decir, todo fue por una lesión deportiva en donde empecé a trabajar con los chicos y en el transcurso de esos años me di cuenta de que la base fundamental de querer estar en esa área era para darles a ellos, lo que a mí no se me había podido dar; que era llevarlos a probar a distintos lugares. De hecho, eh llevado jugadores a Newell’s – Central. Hacia selectivo en las zonas, en conjunto con los demás técnicos de cada club, donde llevaba a Griffa, a Newell’s. Después no me gusto como se manejaba la gente de NOB y sin conocer Buenos Aires me fui a AAAJ. Siempre me gustó el buen fútbol. La idea madre del buen trato de pelota ya lo tengo desde Godeken y me fui a Argentinos; me gustaba como jugaba en esa época. Me presente ante los coordinadores (Soler y Cadars), le conté la idea, el proyecto y les gustó mucho. Ellos necesitaban que le lleváramos jugadores del interior y en esos viajes que hacia fui conociendo gente, distintos técnicos en las distintas áreas del club. Ahí conocí a Ricardo Maddoni y Oscar Refojos; ellos estaban en infantiles y me preguntaban sobre chicos que podía haber en la zona. Me acuerdo que les dije que tenía uno que me gustaba y jugaba de 5; era Santiago Gentilleti, combinamos con la familia y lo llevábamos cada 15 días; de ahí surge la relación con él y con el club. De hecho hubo un viaje a Italia y por mi trabajo me ofrecen viajar y en ese mismo momento me ofrecen trabajar en el club AAAJ. Eso fue lo que me hizo volver al pueblo y aprovechar la posibilidad que me estaba dando Argentinos. De ahí, planifique mi ida a la Paternal, con un trabajo particular.
Y que hiciste cuando llegaste a Buenos Aires.
Estuve trabajando un año ah honorem. Trabajaba de casero en una fábrica, que tenía una particularidad; la casa era un conteiner pelado; es una historia larga y linda para contar porque fue real, y siempre pensando en la oportunidad que se me abrió en AAAJ. Yo trabajaba medio día en esa fábrica y a la tarde me iba al club. Ahí fui creciendo deportivamente. Trabajaba al principio a nivel escuela, después me dieron cancha de once. Fueron 18 años de aprendizaje total en una pasión que uno lleva adentro. De hecho me toco dirigir distintas categorías de AFA y fue una experiencia hermosa. Eso me permitió cumplir esta función tan linda que ahora tengo acá en SMSJ.
Volvamos al trabajo. ¿Te gusta enseñar?
Me gusta enseñar. Me gusta formar. Creo que la función que nosotros tenemos es deportiva y social, porque estamos encima de los chicos constantemente; preguntando si comió bien, si descanso, si estudio, si los vemos sin animo hablamos con ellos. Uno le trata de enseñar cosas de la vida, no solamente el fútbol.
¿Qué es lo primero que se les debe enseñar a los chicos?
Fundamentos técnicos en lo que es la parte deportiva. Todos los conceptos que pueda tener la enseñanza en ese aspecto. Técnico, futbolístico, enseñarle la ubicación dentro de un campo de juego. En las distintas edades aparece la táctica, la estrategia. Yo creo que es un combo de un montón de cosas.
¿La técnica te importa más que lo físico?
La técnica es importante porque un jugador técnico está demostrado de que puede marcar diferencia. Y si a eso, lo acompaña con actitud y físico, se forman grandes jugadores y grandes equipos. Creo que el clic en esta era moderna del fútbol lo dio Pep Guardiola, en donde demostró sacándoles el ego a los buenos jugadores para que recuperen y corran. Él tenía lo más importante que era el juego, pero fue él mismo que desde la simpleza construyo mucho. Referente tenemos todos. El fútbol total lo mostró él. Pep divide al fútbol en recuperación y juego. Trabaja la recuperación en los buenos jugadores porque tienen la técnica.
Contame un poco de tu paso por AAAJ. ¿Cómo llegaste?
Llegue con la premisa de que los chicos tengan su posibilidad. Se me abrió la parte laboral y no la desaproveche. Eso me dio lugar a crecer como profesional. Tuve la suerte de entrenar a buenos jugadores que ya estaban en el club. En su momento no tenían los nombres que hoy tienen y todo lo que han logrado.
Ahí, dirigiste a jugadores como; Biglia, Ortigoza, Prosperi, Oberman, los hermanos Mac Allister, Pisculichi entre otros. ¿Cierto?
Así es. Ortigoza; fue un jugador complicado en inferiores, una familia de bajos recursos, donde tuvimos muchas horas de dialogo sobre errores que el mismo cometía en el club y ahora con el tiempo vemos lo jugador que es. Trabaje con toda la categoría 85. Ahí surgieron varios profesionales como Navarro, Gentilleti, Oberman, Prosperi (hoy la vida me lo cruza en SMSJ) y recordamos todas esas etapas de infantiles, entre otros. Con Pisculichi también y tuve la suerte de conocer a su familia en una etapa en donde en lo físico, él era chico y a nivel AFA le costaba. Quería dejar el fútbol y el padre me pedía que lo hable. Historias de esas tengo un montón.
En cuanto a Biglia, no me gusta adjudicarme esta clase de cosas, pero tuve la suerte de ir a Mercedes a un torneo de ligas (Argentinos participada en su momento), vimos a un jugador distinto que era Lucas. Llevamos la información, el club se preocupó, y fuimos a verlo. Recuerdo que estaba la gente de Boca también. Los padres me habían dado la palabra a mí porque fui quien lo vio primero. Ese día que fuimos a firmar la ficha en un predio la madre dijo que había dado su palabra y que Lucas iba a jugar en AAAJ. Fue un momento histórico. El jugador creció solo, uno ya veía las condiciones que tenía. Esa es una de las anécdotas linda que me dio el fútbol. Y de los hermanos Mac Allister tuve a Francisco y Kevin. Siempre los hijos de los ex jugadores tenían su peso, pero en ese caso lo manejábamos por la condición y nivel del jugador. Hoy juegan por eso y no por el nombre. Fueron experiencias lindas. Entrenar con ese tipo de jugadores se hacía más fácil, porque eran distintos.
Soy un convencido de que esto es por condición y nivel; el técnico, el profe o la gente que esta cargo acompañan a ese buen proyecto. En una parte deportiva y social. Muchos se han quedado en el camino y no han entendido mensaje.
¿Qué te quedo?
El reocnomiento más grande que tengo hoy en día es ver como ellos se acuerdan de uno, siendo lo que son. AAAJ ha sacado muchos jugadores y yo tuve el privilegio de estar en esa etapa.
También tuviste a Esteban Rolon, quien hoy está en el Málaga. Un cinco muy interesante.
Esteban vino de Misiones a hacer sus primeras armas a novena división. Yo en aquel entonces era el técnico de esa categoría. Llego el momento de hacer la lista para AFA y lo quería incorporar porque le veía cosas que me gustaban. Aun tenia cosas que corregir y con el coordinador se armó un lindo debate; él me decía que le faltaba un poco todavía, que no lo pongamos, entonces le dije que lo dejemos en la liga, que pruebe y después evaluábamos su crecimiento. Es por eso que le doy mucha importancia al segundo y tercer nivel, porque hubo casos como este, que después el tiempo lo ubico donde tenía que estar. Esteban Rolon fue uno de los últimos jugadores que tuve la suerte de acompañar en su crecimiento. Fue un jugador profesional 100%. Se hacía filmar los entrenamientos, los partidos y después nos sentábamos a desglosar que era lo que tenía que corregir. Muchas cosas las fue incorporando y hoy es un profesional con todas las letras.
Formaste parte del cuerpo técnico de Carlos Mayor. ¿Cómo se dio esa conexión?
Con Carlos estuvimos 10 años en AAAJ. El dirigía Reserva y yo 9na. En un momento la coordinación incorpora a ayudantes sobre los mismos técnicos de la categoría y a mí me tocó ser ayudante de Carlos. Hicimos una buena relación, donde el buscaba su crecimiento profesional para dirigir primera y yo siempre estuve a la par de él. Fueron muchos años juntos. Se dio esa posibilidad de Almagro, ambos dejamos el club y nos dedicamos a Primera División. Con Almagro jugamos una final, después fuimos a Atlanta. Luego surgió Godoy Cruz, ahí dimos un salto importante. En ese momento nos llama la gente de SMSJ, nos fuimos a AAAJ a Primera División. Y a mediados del 2016 me llaman para coordinar las inferiores de San Martín de San Juan y es ahí donde aparece la desvinculación del equipo. Con Carlos hemos crecido los dos deportivamente junto al profe Gustavo Caponetto. Formamos un lindo grupo de laburo que nos dio lugar a crecer y descubrir lo que es el fútbol de primera.
¿Por qué decidiste seguir tu camino solo?
Creí que era el momento de hacerlo. Fueron muchos años a la par de Carlos. Hay momentos en los que uno quiere ser uno. Explayar todo lo que uno ha adquirido en un área que conoce bien como lo es la formación. Es por eso que decidí venir a coordinar. Y sigo estando cerca de los que es el fútbol profesional, de hecho me ha tocado dirigir algunos partidos como DT interino en el primer equipo. Estoy muy cómodo trabajando en esta área; creo que ya cumplí varias etapas y quiero cerrar bien esta. Después veré si tengo continuidad en la coordinación o me inclino por Primera División que es una etapa que también me gustaría cerrar y cumplir un objetivo. Pero así como los jugadores, hay que demostrar bien en cada área para que a futuro se de esa posibilidad.
Actualmente estas en San Martin de San Juan. ¿Cómo fue?
Me llama el presidente de SMSJ cuando nos desvinculamos de AAAJ. No lo dude. Fue una decisión linda, porque me ofrecían un proyecto a largo plazo, con muchas cosas para hacer y sin presión en los resultados; trabajar en la formación y en el crecimiento del club, que es lo que la propia Institución necesita. Sabemos que desde acá nos cuesta todo el doble y estos desafíos me gustan. En mis inicios me costó todo; desde Godeken hasta ahora siempre fui buscando el crecimiento. Me siento muy cómodo acá.
Contale a la gente que no está muy familiarizado con esto; ¿Qué es ser coordinador de inferiores?
La función de coordinador es un área linda de trabajo. Si lo traslado al fútbol tengo que rodearme de buenos técnicos y buenos profes, esos serian mis jugadores. Donde yo soy el técnico y en donde se baja una línea de trabajo para que la ejecutemos en conjunto, convencidos en las distintas áreas, paras que el proyecto se lleve a cabo. La definición es esa. Elegir buena gente en este ambiente no es fácil, porque todos tenemos nuestro ego. Pero para eso está el dialogo, las charlas, las reuniones. Seguir a los jugadores que uno promueve y ver que van creciendo es gratificante. Esta el caso de Francisco Álvarez, que debuto ante A. Tucumán, donde salió figura del encuentro y después de hecho fue convocado a la sub-20 como sparring de la Selección Argentina. Este es un trabajo de hormigas, silencioso. Y uno busca ver los resultados del crecimiento de sus jugadores. También tenemos un torneo que es competitivo, que nos cuesta porque viajamos mucho, pero la función es esa; estar con las 6 categoría de AFA + Reserva + Escuela. Y estar siempre rodeado de buena gente; esa es la clave.
Antes se estaba jugando todo el tiempo en la canchita del barrio. En el potrero. Hoy, con la PlayStation, el celular, se fue perdiendo un poco eso. ¿Por qué?
Las etapas van cambiando. Las generaciones van cambiando. Nosotros antes teníamos otra clase de juegos y hoy hay otros tipos de entretenimientos. Creo que se les hace difícil a todos, en las edades tempranas, sacarlo al jugador de toda esta tecnología que hay, porque se convive con eso. Todos tienen su tecnología, sea celular, PlayStation. Todo. Entonces los distintos sistemas de comunicación tampoco ayudan a que el jugador crezca de una forma más sana, por así decirlo. De hecho esta toda esta conmoción de lo que paso en Independiente, en donde las redes sociales generan todo esto; un chico en una habitación se conecta con el mundo y se olvida de que afuera tiene unos amigos para jugar a la pelota. Eso se lo atribuyo mucho a los cambios de generaciones, a la modernización que tenemos hoy, en donde es difícil convivir deportivamente con estas cosas. Es difícil. Yo que soy de otra época, vivimos un poco en contramano. Nosotros a la hora de almorzar, en cualquier institución, los celulares no se usaban, en los viajes a las 23 horas se juntaban y nadie más lo tenía. Pero es difícil porque no se puede controlar. La generación ha cambiado y hoy se manejan de otra forma.
¿Qué se hace para que el chico no choque contra lo que viene después de debutar en primera? Como la fama, el éxito, el dinero…
Nosotros hemos tenido casos de chicos que se suben rápido a un pedestal donde todavía no está construida una base y después cuando bajan a la realidad la cabeza no está bien. Hay que acompañarlos. Yo tengo un manejo con los chicos de sexta a cuarta en donde los promuevo a reserva, los vuelvo a bajar a su división, para que se acostumbren que esta carrera es así. Que no es una línea recta. A veces vas a jugar, otras veces vas a ser titular, después al banco, luego te suben a primera, te bajan, no te citan… y no porque lo haya subido a entrenar a Primera División el jugador llego. Es reafirmar todos los días ese concepto que han logrado para estar ahí. Cuando vuelven a la realidad, ahí es donde tienen que tener la fortaleza para seguir creciendo en esto. Yo trabajo mucho con esa parte psicológica en donde testeo al jugador en sus reacciones. Si uno no tiene bien en claro el pensamiento y es fuerte emocionalmente le va a costar ser profesión; porque si yo subo a un jugador, lo tengo 15 días y después lo bajo a su categoría, y no me responde como antes me demuestra que su cabeza no está bien. Ellos tienen que entender que esto es un ida y vuelta constante. Tienen que estar preparado para subir y para ser los mejores en su división o en el área que le corresponda. De esa forma trabajamos y tratamos de formar y educar al jugador para que crezca profesionalmente.
¿Les aconsejas?
Se les aconseja mucho. Se vive aconsejando. Para eso estamos y tenemos la experiencia de haber vivido un montón de cosas. Yo tengo 55 años y desde los 30 que me fui a Buenos Aires, fueron años de aprendizaje que hoy se los puedo volcar a los jugadores, técnicos y profes más jóvenes. No soy dueño de la verdad pero uno quiere aportar para ayudar.
Muchas gracias, Hugo.
Gracias a vos por esta nota. Es la primera vez que desde mi zona se comunican conmigo y la verdad me puso contento. Y aprovecho para agradecer a toda la gente del Club Social y Deportivo Godeken y en especial a dos técnicos que me marcaron y ayudaron como, Hugo “pichi” Tonso y Merquiedi Fiorelli, con quienes aún sigo en contacto.
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